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viernes, 30 de abril de 2010

Mario Vargas Llosa y Arturo Pérez-Reverte, como niños






Ambos autores inauguran una colección de historias infantiles escritas por grandes nombres de la literatura de adultos





CELIA FRAILE


MADRID


Actualizado Jueves , 29-04-10



«Siempre me han molestado los libros infantiles escritos como si los niños fueran bobos. A los pequeños no se les puede engañar. Son los lectores perfectos, puros, desconocen al autor y sólo se les puede aburrir o divertir». Así de contundente se ha expresado Arturo Pérez-Reverte durante la presentación de una nueva colección de literatura infantil de Alfaguara de la que, además de inaugurar, ha sido el «ideólogo».
«La idea surgió de casualidad -continúa el autor-. Se me ocurrió un cuento y pensé que estaría muy bien que los escritores para adultos hicieran una incursión en el cuento infantil». «Mi primer Vargas Llosa» y «Mi primer Arturo Pérez Reverte» son los dos primeros ejemplares de esta colección de historias originales para niños. De este modo, la literatura con mayúsculas se convierte en letra pequeña para entrar en el universo de los niños.
«Escribir para un público para el que normalmente no escribo me resultó tentador. Siempre he tenido la frustración de no haber sido capaz de crear un cuento infantil, pero esta idea hizo las veces de semilla y, finalmente, germinó», ha explicado Mario Vargas LLosa.
Vargas Llosa aborda, en «Fonchito y la luna», el primer amor y el despertar de la sensualidad infantilEl desafío de la creaciónAmbos autores han coincidido en señalar que la creación de sus respectivas historias ha resultado un desafío. También los dos han optado por temas «no políticamente correctos», según Perez-Reverte. Su título, «El pequeño hoplita», narra desde la perspectiva de un niño la batalla de las Termópilas, mientras que Vargas Llosa aborda, en «Fonchito y la luna», el primer amor y el despertar de la sensualidad infantil, «El protagonista podría ir a la cárcel en Estados Unidos», ha bromeado Pérez-Reverte. Las coincidencias entre escritores no acaban aquí. Ambos han escogido Los Tres Mosqueteros como libro frontera, el que marcó un antes y un después en su camino lector.
Para el futuro preparan nuevas entregas de los autores que más influencia tienen en la lectura. Nombres como Muñoz Molina o Eduardo Mendoza continuarán con esta tarea, a razón de dos libros por año cuyo lanzamiento será en abril, cerca del día del libro infantil y juvenil.
Todo para conseguir, en palabras de Vargas LLosa, que «los niños no renuncien a la lectura. Es un peligro que en el pasado no existía y ahora es real. Que la literatura sea reducida a una minoría supone un empobrecimiento de la civilización. La literatura enriquece una cultura porque alimenta sus deseos y la dota de espíritu crítico».

martes, 27 de abril de 2010

Alan Sillitoe, autor de 'La soledad del corredor de fondo'

Alan Sillitoe, en 1994.- SANTI BURGOS

El escritor británico perteneció a los Jóvenes Airados

Elsa Fernández-Santos 27/04/2010 El País

Alan Sillitoe -que falleció el domingo en Londres a los 82 años- perteneció a esa generación de escritores ingleses cuyo nombre bastaba para entenderlo todo. Los Angry Young Men, aquellos Jóvenes Airados, venían de las sombras de una posguerra cuyas cicatrices convirtieron en mueca los inútiles gestos de victoria de unos hombres invadidos por un atroz pesimismo y desasosiego.

    El autor, entre otras, de Sábado por la noche y domingo por la mañana (1958) y La soledad del corredor de fondo (1960) había nacido en 1928 en Nottingham, la tierra de Robin Hood y D. H. Lawrence. Pobre como una rata, pasó una infancia rodeado de penurias económicas y unos padres analfabetos. A los 14 años dejó el colegio para trabajar en una fábrica de bicicletas. "Vivíamos en una habitación en Talbot Street cuyas cuatro paredes olían a fuga de gas, grasa y capas de papel enmohecido", dijo una vez.

    Cruda realidad

    Sus relatos siempre estuvieron pegados a la cruda realidad que conoció en su infancia y juventud. Esa gente despojada, que para él era igual que "los reyes y las reinas, con la diferencia de que sus problemas cotidianos son más angustiosos y fundamentales", según afirmó en una entrevista para este periódico en 1976. En ella, añadía: "Los problemas de los hombres simples son los problemas de los dioses".
    A finales de los años cincuenta, Sillitoe abandonó Reino Unido. Vivió en Francia y, luego, durante cinco años, en España. En Alicante escribió La soledad del corredor de fondo. Necesitaba distancia para ganar perspectiva, explicó en más de una ocasión el escritor al hablar de aquellos años fuera de su país. La soledad del corredor de fondo se convirtió pronto en un éxito y, dos años después de su publicación, Tony Richardson la llevaba al cine, con guión del propio novelista, convirtiendo su versión cinematográfica en una de las obras fundamentales del free cinema. El cineasta de origen checo Karel Reisz, otro de los fundadores de un movimiento esencial del cine europeo moderno, también adaptaría Sábado por la noche y domingo por la mañana.Cuando estalló la II Guerra Mundial, Sillitoe se apuntó en la Royal Air Force, aunque logró ingresar sólo un mes antes de acabar la contienda. Al volver a su casa sufrió una tuberculosis, gracias a la que empezó su afición a la literatura. Conoció a su mujer, la poeta Ruth Fainligh (con la que tuvo dos hijos) y empezó a escribir. Y lo hizo sin respiro hasta concluir más de 50 libros, novelas, relatos y poemarios. Sus memorias, Life Without Armour, se publicaron en 1995. "Tuve la mejor formación posible para un escritor: mi padre no tenía libros, dejé la escuela a los 14 años y desde entonces me puse a leer. Quería escapar. Toda gran novela, El Quijote por ejemplo, supone la creación de un mundo y, por tanto, un escape. El único además en el que el espectador participa. Aparte de la literatura, todo lo demás nos lo dan hecho".

    sábado, 24 de abril de 2010

    Kundera, otro duque para Redonda



    El escritor checo gana la décima edición del premio convocado por Javier Marías

    JAVIER RODRÍGUEZ MARCOS - Madrid - 21/04/2010 - El País

    "Agradecido, honrado y divertido". Esas tres palabras usó Milan Kundera al enterarse de que se le había concedido el Premio Reino de Redonda, que este año alcanza la décima edición. El término clave es "divertido", porque el lema del "reino" es Ride si sapis (ríe si sabes) y porque el "rey" actual de ese islote antillano es Javier Marías. El autor de Tu rostro mañana cuenta que uno de los escollos que debe sortear cada año es el momento de explicarle al premiado "el asunto". Y "el asunto", reconoce su promotor, "es extravagante, un poco loco". A saber: en 1880, el escritor británico M. P. Shiel fue coronado rey de una isla caribeña de un kilómetro y medio de largo por un kilómetro de ancho comprada años antes por su padre. Poblada exclusivamente por alcatraces, la isla se convirtió en la base real de un reino imaginario que terminó bajo la "protección" de Marías en 1997 después de que "abdicara" en él el británico Jon Wynne-Tyson, que se había inventado una particular nobleza literaria de la que formaron parte Henry Miller, Lawrence Durrell y Dylan Thomas.

    Este año se sumó al jurado el Nobel turco Orhan Pamuk. Falló Coppola
    El novelista español dice "con comillas" cada vez que pronuncia rey, duque o abdicar. Sabe que se arriesga a que lo tomen por chiflado, pero asume el riesgo recordando que en el mundo literario "sobra solemnidad". Javier Marías lanzó en 2000 la editorial Reino de Redonda y un año más tarde, el premio homónimo, que en su primera convocatoria recayó en J. M. Coetzee, adelantándose al Nobel de literatura que recibiría en 2003. El huidizo escritor surafricano elogió el lado "quijotesco" del galardón y se convirtió en la cabeza de un palmarés de "duques" formado por John Elliott, Claudio Magris, Eric Rohmer, Alice Munro, Ray Bradbury, George Steiner, Umberto Eco, Marc Fumaroli y, ahora, Kundera.

    Coetzee, además, se convirtió en el miembro más fiel de un jurado del que este año formaron parte, premiados aparte, escritores y cineastas como Pedro Almodóvar, Lobo Antunes, John Ashbery, Eduardo Mendoza, Pérez-Reverte y Vargas Llosa. Este año se sumó también Orhan Pamuk, pero falló Francis Ford Coppola, habitual desde que escribiera a Marías para convencerlo de que publicara dos cuentos en Zoetrope: All Story, la revista del director de El padrino.

    Sólo un escritor declinó formar parte del jurado, W. G. Sebald. "No leo autores contemporáneos" fue su respuesta. "No acepto premios" fue la de John Le Carré cuando rechazó el galardón. Pese a que son los únicos accidentes del camino, el autor de Todas las almas está pensando en dejar de convocar el premio. ¿Los motivos? "Por un lado, el poco eco que tiene pese a contar con el mejor jurado del mundo. Por otro, la crisis. Llegó a estar dotado con 6.500 euros y he tenido que bajar a 3.000. En un año veremos".

    Marías dice "he tenido" porque el dinero sale de su bolsillo aunque él no forma parte del jurado. Eso sí, le molestaría que lo ganara Lars von Trier. ¿Y quién le hubiera gustado que sí? Vale un muerto: "Thomas Bernhard. Como escribió en Mis premios que los aceptaba por el dinero seguro que habría dicho que sí".

    viernes, 23 de abril de 2010

    Día Internacional del Libro





    El libro como elemento del arte moderno. El Día Internacional del Libro es una conmemoración a los libros y los derechos de autor (copyright), promulgado por la Unesco y pretende fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. Se celebra cada 23 de abril desde 1996 en varios países, siendo en 2008 más de un centenar.

    En varios países de habla castellana, como Cuba, se celebra este día como el Día del idioma, diferente del Día Internacional de la lengua materna celebrado el 21 de febrero.

    El 23 de abril de 2009 Beirut fue erigida como "Capital Mundial del Libro", permaneciendo en el cargo hasta la misma fecha de 2010 en la que será sustituida por Ljubljana.








    Historia

    La elección del día 23 de abril como día del libro y del derecho de autor, procede de la coincidencia del fallecimiento de los escritores Miguel de Cervantes, William Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega en la misma fecha en el año 1616, aunque realmente no fuese en el mismo día, debido a que la fecha de Shakespeare corresponde al calendario juliano, que sería el 3 de mayo del calendario gregoriano y que Cervantes falleció el 22, siendo enterrado el 23. También coincide con la fecha de nacimiento de William Wordsworth (1850) y fallecimiento de Josep Pla (1981). La propuesta fue presentada por la Unión Internacional de Editores a la Unesco, con el objetivo de fomentar la cultura y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. El 15 de noviembre de 1995 la Conferencia general de UNESCO aprobó la propuesta en París, a partir de lo cual el 23 de abril sería el "Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor".

    En España

    Alfonso XIII firmó un Real Decreto el 6 de febrero de 1926 por el que se creaba oficialmente la Fiesta del Libro Español, que se celebraría en la fecha que entonces se creía que había nacido Cervantes, el 7 de octubre.[2] La idea original fue del escritor valenciano Vicente Clavel Andrés,[2] [3] proponiéndola a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona. Poco después, en 1930, se instaura definitivamente la fecha del 23 de abril como Día del Libro.[2] La celebración arraigó rápidamente en Barcelona y se extendió por toda Cataluña, aunque el propósito oficial se fue diluyendo poco a poco al coincidir con el día del santo Patrón, conocido como Diada de Sant Jordi (Día de San Jorge), mientras en otras zonas la fiesta se mantenía con escasa importancia o incluso desaparecía. Con el tiempo se hizo tradicional en Cataluña el intercambio y regalo de rosas y libros entre parejas y personas queridas en esa fecha, convirtiéndose en una de las jornadas populares más celebradas. Esta tradición fue uno de los argumentos utilizados por la UNESCO para declarar el 23 de abril Día Internacional del Libro.

    En España se toma en cuenta esta fecha para la entrega anual de los Premios Cervantes, el mayor galardón realizado a los autores hispanos.

    Capital Mundial del Libro

    En 2001 a iniciativa de la UNESCO se nombró a Madrid Capital Mundial del Libro. Desde entonces cada 23 de abril, diferentes capitales de países del mundo han ido acogiendo este honor, realizando durante el año diferentes actividades culturales relacionadas con los libros. En 2002 ocupó el puesto Alejandría, Nueva Delhi en 2003, Amberes en 2004, Montreal en 2005, Turín en 2006, Bogotá en 2007, Amsterdam en 2008 y Beirut en 2009.

    A partir del 23 de abril de 2010 Ljubljana será la capital mundial del libro.

    El comité de selección está integrado por representantes de la Unión Internacional de Editores (UIE), la Federación Internacional de Libreros (FIL), la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA) y la UNESCO.

    Celebraciones en otras fechas

    Algunos países realizan actos semejantes en otras fechas. En Reino Unido e Irlanda el primer martes de marzo realizan el llamado World Book Day (Día Mundial del Libro).

    Imágenes del Día del Libro

    miércoles, 21 de abril de 2010

    "Esos saberes irrelevantes" por JAVIER MARÍAS - LA ZONA FANTASMA


    En algún lugar vi la noticia, un breve, una curiosidad, una anécdota sin importancia. Lamenté que fuera tan escueta, me habría gustado conocer más detalles del asunto, no tan baladí para mí como para quienes lo recogieron. Al parecer, una joven española, aspirante a ganar el certamen "Reina Hispanoamericana 2009", al preguntársele por el año en que Colón descubrió América, contestó que "en 1780". Da curiosidad saber por qué diablos eligió esa fecha disparatada, en vez de responder "No lo sé", que habría resultado más disculpable. ¿Por qué 1780? ¿Cómo creerá la joven que era el mundo en ese año? ¿Sabrá que pertenece al siglo XVIII o ni siquiera le habrán enseñado cómo calcular los siglos? ¿Sabrá lo que es un siglo? Si hubiera dicho "1789", podríamos pensar que se confundió de fecha célebre. Pero, ¿1780? En verdad un arcano. La noticia añadía algo, quizá más sintomático y revelador todavía: se conoce que a la muchacha le quisieron sacar los colores por su metedura de pata en un programa de TVE, pero ella se defendió con desparpajo y afirmó: "Es irrelevante saber eso".


    Es fácil no conceder importancia a la cosa y consolarse con la asentada idea de que todas lasmisses y aspirantes a tales son ignorantes por definición y tontas de baba. Sus grititos, sus llantos y sus obviedades han sido parodiados hasta la saciedad en películas y programas de humor. ¿Qué se puede esperar de una miss? Ya se sabe. Pero la joven en cuestión era probablemente una chica normal hasta hace cuatro días. Habrá ido al colegio como cualquiera, y quién sabe si no habrá terminado su bachillerato o su ESO o como quiera que se llame ahora. Habrá llegado a sus dieciocho o veinte años con alguna instrucción, y la prueba es que le viene a la cabeza la palabra "irrelevante", algo que en nuestro tiempo no está al alcance de todos. Yo me temo que sus dos respuestas, la de 1780 y la de la irrelevancia, las podrían haber dado numerosos jóvenes que nada tuvieran que ver con concursos de belleza y no pocos adultos actuales, entre ellos, sin duda, algunos de los periodistas televisivos que le quisieron sacar los colores, sólo que a ellos no se les hacen esas difíciles preguntas con cámaras delante.
    "Es irrelevante saber eso". En cierto sentido no le falta razón a la candidata a "Reina", porque lo mismo opinaron, a buen seguro, cuantos profesores tuvo en su vida y los responsables de Educación -gubernamentales y autonómicos- de las últimas dos o tres décadas, que han hecho todo lo posible por convertir a España en una sociedad de iletrados, de ignorantes ufanos de su ignorancia, de primitivos duchos en tecnología; así como un buen número de progenitores, que se han dedicado a exigir a los docentes que enseñen a sus vástagos "cosas prácticas", que les sirvan para ganarse la vida en el futuro, y no pierdan el tiempo con lo "irrelevante". ¿Sirve de algo el latín, una lengua cadáver? ¿Sirven las matemáticas, cuando tenemos calculadoras que nos dan el resultado de cualquier operación en el acto? ¿Sirven la gramática, la sintaxis y la ortografía, si da lo mismo cómo se hable y se escriba? ¿Sirve conocer la historia, si basta con buscar en Internet para averiguar al instante quién fue tal personaje o qué pasó tal año? ¿Sirve la geografía, si cogemos aviones que nos trasladan a cualquier sitio en unas horas y nos trae sin cuidado el trayecto? ¿Sirve algo de algo? ¿Y qué es, pues, "lo práctico"? Tal vez sólo aprender a manejar el ordenador y la calculadora. En realidad, ¿para qué es necesario ir a la escuela? ¿Para tener una idea del mundo, del pasado de la humanidad, de la historia del arte y de las religiones, de la evolución de las ciencias, de nuestra anatomía, de los textos que se han escrito, de la multiplicación y la división y la suma y la resta, del círculo y el triángulo? Nada de eso es "práctico" ni ayuda a ganarse la vida, no digamos a ser Reina Hispanoamericana. Y sin embargo ...
    La educación no son sólo conocimientos y datos. Es parte esencial de lo que solía llamarse "formación", esto es, la conversión de los individuos en personas, no en seres animalescos que caen en el mundo sin tener noción de lo que hubo antes que ellos, incapaces de asociar dos hechos, de distinguir entre causa y efecto, de articular dos frases inteligibles, de pensar y razonar, de comprender un texto simple. Esta es la clase de ser que cada día abunda más en nuestra sociedad intelectualmente rudimentaria. El problema es que, por algún misterio, a la postre esos seres no resultan "prácticos" ni se pueden ganar la vida, la vieja aspiración de sus ya embrutecidos padres. No es raro ver en la televisión a jóvenes y no tan jóvenes que dicen en estos tiempos de crisis: "Yo no quiero estudiar, lo que quiero es que me den un trabajo para ganar dinero". A menudo tienen tal pinta de cabestros que me descubro pensando con pena: "Pero, hombre de Dios, ¿cómo te va a dar nadie un trabajo si es obvio que no te han enseñado nada y que aún no sirves ni para pegar un sello? Si yo fuera un empresario, no te contrataría". Me temo que los que lo sean pensarán otro tanto: "No necesito a un animal tecnológico, que sepa darle a las teclas según se le ordene, pero sin tener ni idea de lo que hace. No necesito a una persona incompleta. Tráiganme a alguien civilizado, con conocimientos irrelevantes, de los que permiten desenvolverse en el mundo".

    Gota de lluvia - José Emilio Pacheco - Premio Cervantes 2010


    Gota de lluvia


    Una gota de lluvia temblaba en la enredadera.

    Toda la noche estaba en esa humedad sombría
    que de repente
    iluminó la luna.

    La gota
    La gota es un modelo de concisión:
    todo el universo
    encerrado en un punto de agua.
    La gota representa el diluvio y la sed.
    Es el vasto Amazonas y el gran Océano.
    La gota estuvo allí en el principio del mundo.
    Es el espejo, el abismo,
    la casa de la vida y la fluidez de la muerte.
    Para abreviar, la gota está poblada de seres
    que se combaten, se exterminan, se acoplan.
    No pueden salir de ella,
    gritan en vano.
    Preguntan como todos:
    ¿de qué se trata,
    hasta cuándo,
    qué mal hicimos
    para estar prisioneros de nuestra gota?


    Y nadie escucha.
    Sombra y silencio en torno de la gota,
    brizna de luz entre la noche cósmica
    en donde no hay respuesta.


    ...............................................................................................................

    José Emilio Pacheco Berny nació en la Ciudad de México el 30 de junio de 1939. Es poeta, ensayista, novelista, cuentista, guionista y adaptador teatral. Es integrante de la "Generación de los años 50", junto a Carlos Monsiváis, Eduardo Lizalde, Sergio Pitol, Juan Vicente Melo, Vicente Leñero, Juan García Ponce, Sergio Galindo y Salvador Elizondo.

    Es especialista en la literatura mexicana del siglo XIX y se ha destacado también como traductor de la obra de Tennessee Williams, Samuel Beckett, S. Eliot, Oscar Wilde y Marcel Schwob.

    Es el segundo autor en obtener en el mismo año el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y el Premio Cervantes. En 2006 Antonio Gamoneda había conseguido ambas preseas.

    lunes, 19 de abril de 2010

    Toros y literatura por CONCHA CABALLERO


    Los defensores de la fiesta de los toros se han agarrado a la literatura y el arte como a un clavo ardiendo. Citan a Goya y Picasso, a Lorca y a Miguel Hernández, a Hemingway y a Alberti para demostrar el carácter artístico de la muerte y tortura del toro en la plaza.


    Convertir la literatura y el arte en fuente de autoridad es más que discutible. Si convertimos las inclinaciones literarias en justificaciones éticas podríamos llevarnos más de un susto. Hemingway no era sólo amante de la fiesta de los toros, sino también de las cacerías de leones, elefantes y animales salvajes hoy protegidos. El inefable Faulkner -es doloroso pero cierto- destilaba un pensamiento segregacionista típicamente sureño; los románticos defendieron el suicidio como la libertad suprema de la existencia y los simbolistas consideraron el alcohol y las drogas como la mano que aparta las veladuras hacia el inconsciente creador. Gran parte de las mejores novelas de aventuras defienden los imperios coloniales; la generación perdida ensalzó el alcohol y la aventura sin límites; los escritores beat nos condujeron por las carreteras de los paraísos artificiales... ¿Hay que convertir toda esa magnífica literatura en argumento de autoridad para el racismo, la defensa del imperialismo, la matanza de animales o el consumo de drogas? Evidentemente no.

    Además, los defensores artísticos de la Fiesta ocultan sibilinamente la nómina de escritores que no contemplaban con agrado este espectáculo o que se manifestaron rotundamente en contra, como es el caso de Lope de Vega, Quevedo, Larra, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Benavente, Miguel Delibes y toda la nómina de pensadores de la Ilustración española. Los textos de estos autores que hablan de barbarie, tortura, suplicio, crueldad o inhumanidad, han sido convenientemente silenciados. Pero es que, además, se produce una curiosa metonimia en las citas de algunos de los autores protaurinos. Cada referencia al toro bravo como animal se transmuta, por arte de birlibirloque, en una defensa de la fiesta de los toros, cuando realmente su significado era muy diferente. Muerte, sexo, tragedia están más cerca del simbolismo taurino que de la defensa de los toros como fiesta. Incluso en la mayor parte de los dibujos de Goya es difícil no reparar en las jaurías de perros, carrozas con personajes grotescos y garruchas afiladas, más cercanos a sus pinturas negras que a la exaltación taurina. Especialmente la generación del 27 convirtió la figura del toro en metáfora de España y de su destino dramático. El toro de lidia, sin libertad, acosado, humillado y torturado es el símbolo de la tragedia española y también la imagen de la guerra.

    Interpretar las alusiones taurinas de Miguel Hernández sólo en clave de defensa de los toros es una seria manipulación literaria. "Como el toro he nacido para el luto y el dolor" dirá el poeta o llamará a levantarse al toro de España frente a las cadenas de la opresión. Incluso la cita de García Lorca sobre la "cultísima fiesta de los toros" ha sido mutilada porque sigue con esta frase: "forma el triunfo de la muerte española". Picasso, por su parte, concentró gran parte de la fuerza dramática de su Guernica en esa cabeza de toro que él definió como "brutalidad y oscuridad" y otros como el símbolo de la guerra española.

    En mi opinión, la fiesta de los toros se muere porque esa vieja metáfora ha desaparecido, porque España ya no es un toro bravo herido, ni el público sublima la violencia social en las plazas de toros. Porque ni siquiera es el camino para el ascenso social de los que huían de las cornás del hambre, sino un apartado más del papel cuché del corazón. García Lorca decía que "España es el único país donde la muerte es el espectáculo nacional", pero afortunadamente ya no es así. Al caer el simbolismo oculto de esa fiesta, se desprende el velo que nos hacía percibir como rito, escuela o arte, lo que solo era tortura y dolor, carne desgarrada de un bello animal que nos mira en la distancia con la superioridad del inocente. En pleno siglo XXI.

    viernes, 16 de abril de 2010

    Rocinante de Asfalto




    El año siguiente, 1978, ve la luz su primer disco, titulado Asfalto, que, lejos de ser la meta perseguida por el grupo durante tantos años, no les deja contentos y provoca su separación. El disco está cargado de clásicos como "Capitán Trueno", "Días de escuela" o "Rocinante".

    Atravesé la eternidad y descubrí tras de una nube alguien,
    un caballo con alas viene hacia mí.
    ¿Quién eres tú?¿Qué haces aquí?
    Has de saber que yo soy Rocinante,
    vivo alejado, el coche me desplazó.
    Don Quijote me abandonó, cambió su lanza por un tractor.
    ¡Harto ya!...
    Pobre hidalgo cómo luchó, quiso cambiar el mundo por su sueño,
    no comprendieron, se rieron de él.
    Dulcinea le convenció, con Sancho Panza montarion un negocio,
    una tienda de accesorios para el tractor.
    Don Quijote me abandonó, cambió su lanza por un tractor.
    ¡Harto ya!...
    Hiciste bien en quedarte aquí, en este valle de paz,
    todas las cosas que allí ya no están, acompañan tu soledad.
    Todo lo bello lo he visto aquí no necesitas más...
    Tal vez quieras venir conmigo en este viaje infinito,
    vente conmigo buen Rocinante a descubrir lo eterno,
    bate tus alas al viento...
    Ire contigo más allaaaaa...

    martes, 13 de abril de 2010

    Días de Escuela de Asfalto




    El año siguiente, 1978, ve la luz su primer disco, titulado Asfalto, que, lejos de ser la meta perseguida por el grupo durante tantos años, no les deja contentos y provoca su separación. El disco está cargado de clásicos como "Capitán Trueno", "Días de escuela" o "Rocinante".




    Bien abrigado
    llegaba al colegio
    1960, no hace mucho tiempo
    sentados frente a una cruz
    y ciertos retratos
    entre bostezo y bostezo gloriosos himnos pesados.
    Despertamos en pupitres de dos en dos
    aún recuerdo el estrecho bigote de Don Ramón
    y la estufa de carbón frente al profesor
    la dichosa estufa que no calienta ni a Dios.
    Suena el timbre, al fin...!
    bocadillo, recreo, evasión
    una tortura más antes del juego
    la leche en polvo y el queso americano.
    Sales tú, la ligo yo
    te cambio los cromos, te juego al tacón
    salta tú y el gordo después
    apuremos el tiempo que ya nos meten dentro.
    Dos horas de catecismo
    en mayo la comunión
    la letra con sangre entra, otro capón!
    tarea para mañana, puesto el abrigo
    otra copla a los del cuadro y hasta mañana Don Ramón.
    Ahora tú qué pensarás, si cuanto más me oprimían
    más amé la libertad.
    Es a tí a quien canto hoy, enseña a tus hijos
    enseña a tus hijos a amar la libertad.