ROSANA TORRES - Madrid - 31/10/2010
Miguel Hernández hubiera sido feliz con la fiesta de su 100º cumpleaños. Como poeta y como hombre del pueblo. Doce horas continuadas de su poesía, de sus palabras, de su dignidad. Una jornada maratoniana que, por un lado fue popular, abierta a todo el mundo, con un público que fue variando a lo largo del día y de la noche. Por otro se celebró en la sede del Instituto Cervantes de Madrid.
Esta lectura continuada de la obra del poeta Miguel Hernández, en las voces de personalidades del mundo de la cultura, de la sociedad civil y de ciudadanos anónimos, recibió el nombre de La voz de la memoria. Un proyecto que ha impulsado desde hace tiempo la actriz Amparo Climent con la Unión de Actores, en colaboración con el Cervantes, aunque dice que sin la ayuda de la Fundación Aisge (Artistas Intérpretes Sociedad de Gestión) y el Ayuntamiento de Madrid no se hubiera podido llevar a cabo.
Para inaugurar y clausurar la jornada, nada menos que Paco Rabal recitando Elegía, en un documento grabado. Y entre una proyección y otra cientos de participantes, miles de espectadores. Desde Carmen Caffarel , directora del Cervantes, y otras autoridades como Alicia Moreno (Ayuntamiento), Jorge Bosso (Unión de Actores) y la familia de Hernández, que han elegido este acto de los muchos que hoy se celebraban por toda la geografía española, Lucía Izquierdo, nuera del poeta homenajeado, su nieta María José Hernández, y su sobrina carnal Rosa Moreno Hernández.
Luego han hecho una aproximación a Hernández figuras como Xavier Elorriaga, Pilar Bardem, Luis Eduardo Aute, Blanca Portillo, José Sacristán, Emma Cohen, Fernando Chinarro, Elisa Sanz... Y a partir de ahí, actores, músicos, público desconocido y también espectadores de lujo como Mario Gas, en silencio en una esquina, y Marcos Ana, el poeta... y el preso político español que más tiempo ha estado de manera continuada en cárceles franquistas, 26 años, quien, como otros, ha acudido a la cita después de haber participado por la calles de Madrid en el cortejo fúnebre de Marcelino Camacho. Y ya entrada la noche, Juan Diego, Natalie Poza, Juan Diego Botto, Lucía Álvarez, Nathalie Seseña, Josep Maria Flotats, Héctor Alterio...
A la cantaora Carmen Linares, una de las voces más contundentes del flamenco, no se la esperaba. Cantó Aceituneros, uno de los poemas más conocidos del poeta. El mismo que leyó Josefina Román, una joven republicana de 88 años, venida desde Alcalá al acto, quien interrumpió su intervención para gritar un "¡Viva la República!" que emocionó hasta el llanto a muchos asistentes.
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