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martes, 5 de octubre de 2010

José María Millares gana póstumamente el Premio Nacional de Poesía

El galardón recae en el libro 'Cuadernos (2000-2009)'. El poeta canario falleció el año pasado


JAVIER RODRÍGUEZ MARCOS - Madrid - 05/10/2010

"Una escritura directa cuyo desarrollo se busca haciéndose y se hace mientras se busca". Así definía José María Millares su propia obra en el prólogo de Cuadernos (2000-2009), publicado por la editorial Calambur. Fallecido en septiembre de 2009, Millares acaba de ser galardonado por ese libro con el Premio Nacional de Literatura en la modalidad de Poesía. Convocado por el Ministerio de Cultura, el premio está dotado con 20.000 euros.




El año pasado, urgido por la enfermedad, José María Millares Sall (Vegueta, Las Palmas de Gran Canaria, 1921-2009) decidió recopilar en el volumen ahora premiado los apuntes poéticos -10 cuadernos con 20 poemas cada uno- que había ido tomando en lo que él llamaba "celdas". Su publicación coincidió además con la aparición de Esa luz que nos quema (Barataria), una amplia antología con textos inéditos de sus años de madurez.



Hermano del pintor informalista Manuel Millares, con él y con su hermano Agustín, también poeta, fundó una colección llamada Planas de poesía que tuvo cierta resonancia a finales de los años cuarenta y nueva vida décadas más tarde. Con todo, siempre fue un poeta periférico, en lo geográfico y en lo literario. "A veces pienso que escribo para una generación que aún no ha nacido, y para otros que todavía tendrán que aprender a leer poesía", escribió.



Millares lo fue todo casi de todas las maneras: editor artesanal, artista plástico, letrista de canciones... Es la suya una poesía visionaria que parte de lo concreto -"entre la piedra y la luz"- para dejar volar la reflexión sobre la existencia y sus sombras -le gustaba definirse como poeta existencial- sin demasiadas ataduras lógicas. Un ejemplo:



Debajo



de la piedra hay un reloj



y agujas que caminan y el rodar del agua bajo tierra



y encima de esa nube el tiempo



y tras del pájaro que vuela



otra piedra lanzada tras el reloj que escapa



y tras de todos esa sombra



que huye y el silencio y más allá de su luz



ese animal sin ojos



que aún



nos llama.



En un año, el último de su vida, José María Millares vivió una atención hacía su obra -recibió también el Premio Canarias de Literatura- mayor que en los 88 anteriores. Como la otra justicia, también la justicia poética es lenta.



El jurado que le acaba de conceder el Premio Nacional de Poesía ha estado formado, entre otros, por Luis María Ansón, Francisco Díaz de Castro, Andrés Sorel, Ana Gorría y los premiados en las dos últimas ediciones: Juan Carlos Mestre y Joan Margarit.

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