Aquel muchacho de Liverpool irreverente, auténtico y decidido, revolucionó el mundo de la música convirtiéndose en el artífice de una de las bandas más influyentes de la historia. A 70 años de su natalicio, recordamos a un músico, maestro y mito.
por Jorge Coronel
Corría el 9 de octubre de 1940.
Mientras los aviones nazis bombardeaban la ciudad de Liverpool, el pequeño John Winston Ono Lennon llegaba al mundo.
Su padre, llamado Alfred, era un marino mercante durante la Segunda Guerra Mundial que visitaba poco el hogar, hasta que en 1943 tuvo que ausentarse por completo. Fue así como quedó a cargo de su madre Julia, quien tuvo que dejar al niño al cuidado de su hermana.
Aun víctima de distancias y discusiones familiares, el niño Lennon aprendió de su madre sus primeros acordes y creció escuchando discos de su padre, que incluía a Little Richard, Chuck Berry, Ray Charles y Buddy Holly.
Inició sus estudios de Bellas Artes, y a la edad de quince tuvo que escoger entre la pintura y la música; claro que no tardó en ir tras ésta.
Corría 1956 cuando se cruzó con un muchacho con la misma pasión por la guitarra: su nuevo amigo Paul (McCartney). Unidos por el rock and roll, formarían una pequeña banda amateur llamada The Quarrymen.
Dedicados a la composición, esos primeros pasos le servirían de entrenamiento y agudeza musical. Dos años después aparece George (Harrison), otro muchacho de Liverpool con muchas ganas de tocar. Denominados Johnny and the Moondogs primero, y The Nurk Twins después, comenzaron a actuar en locales pequeños.
Llegaban tiempos difíciles para John: el inicio no era sencillo y su madre fallecía atropellada. Durante todo el año siguiente buscaba trabajo y vivía en malas condiciones. Pero algo había que no lo frenaba: su intuición, talento y confianza.
Iniciaba 1960 cuando el grupo renacía con el nombre de Long John and the Silver Beatles, nombre que se redujo a The Silver Beatles. Luego, a propuesta de John, quedaría The Beatles, uniendo a "Beetles" ("escarabajos") con la palabra inglesa beat ("ritmo"), en honor a la música beat que tocaban entonces.
El éxito tardaría en llegar, pero la fuerza del trío era suficiente para seguir en carretera. Acompañando a músicos de segunda fila o como teloneros de una bailarina de strip-tease, se ganaban la vida como podían.
De vuelta a Liverpool, se convirtieron en un grupo habitual de The Cavern, club donde comenzaban a denotar su talento y carisma.
“Siempre fuimos muy conscientes, muy inhibidos, y Los Beatles más todavía, sobre parodiar o imitar la música estadounidense. Algo que hicimos y hacemos, sé que hemos desarrollado nuestro propio estilo, pero en cierta forma todavía la imitamos.
Esto es interesante porque en los primeros días en Inglaterra, todos los grupos eran como Elvis y su banda de apoyo. Pero Los Beatles no se movían como Elvis y eso era algo deliberado, era nuestra política, porque lo considerábamos estúpido. Y después apareció Mick Jagger y resucitó la banalidad, el movimiento, hamacar el trasero y esas cosas”
(John Lennon a Jann Wenner, 1970).
El momento esperado estaría muy cerca. Brian Epstein, propietario de una tienda de discos, los descubre en 1961, en uno de sus shows en The Cavern, y se propone lanzarlos como mánager. Se incorpora Ringo Starr en 1962, y la banda inicia su gran estallido: la explosión del fenómeno Beatles.
Ingeniosos, rebeldes y desprejuiciados se presentaban los muchachos del Liverpool para iniciar una nueva era del rock and roll.
Sus canciones, compuestas en su mayoría por John y Paul, encontraban en la armonía y melodía su mayor equilibrio, que luego sirviera de influencia a bandas contemporáneas y de nuevas generaciones.
Nombrados en 1965 Caballeros de la Orden del Imperio Británico, Lennon desencadenó una polémica inolvidable con su frase: "Los Beatles son más populares que Jesucristo".
En 1967, el cazador de talentos y mánager de la banda fallece por sobredosis e intoxicación con barbitúricos. Al año siguiente, Lennon contrae matrimonio con Yoko Ono, una enigmática japonesa que se convierte en el gran amor de su vida.
El inicio del fin era evidente. Rencillas internas, intereses contrapuestos, celos artísticos y falta de libertad artística fueron elementos que concretaron el adiós en 1970. "El sueño se ha acabado", anunciaba Lennon.
Convertido en activista del pacifismo, defensor del amor y la libertad, forma con Yoko la Plastic Ono Band y publica con ella una docena de discos. El fenómeno Beatles había terminado, pero su talento compositivo seguía en alza. Es allí cuando escribe y graba Imagine, un disco personal que editó en 1971 y cuya canción se convirtiera en un himno universal.
En 1975 termina exitosamente su batalla contra la administración del presidente Nixon, que se empeñó en expulsarlo de los Estados Unidos por "extranjero indeseable" y nace Sean Ono Lennon. John desaparece de su vida pública y se dedica a la vida familiar durante largos cinco años.
"Hay gente irritada conmigo porque no hago música. Si yo hubiera muerto en 1975, sólo hablarían de lo fantástico que era y cosas así. Lo que les enfurece es que yo seguí viviendo y decidí que lo más importante era hacer exactamente lo que me apetecía. En estos cinco años de silencio he aprendido a librarme de mi intelecto, de la imagen de mí mismo que yo tengo. Las canciones que hago surgen de forma natural, espontánea, sin pensar conscientemente en ellas. En cierta forma, es como volver al comienzo. Tengo la sensación de que estoy ante mi primer disco".
(John Lennon a Jann Wenner, 1970).
Finalmente, en 1980, sale de su hogar para grabar Double Fantasy, con declaraciones de amor a su familia y el regreso al estribillo beatle.
TRÁGICO FINAL
8 de diciembre de 1980.
Un fanático obsesionado con su ídolo de nombre Mark David Chapman se mantuvo durante toda la mañana charlando con otros fans y el portero en la entrada del Edificio Dakota, donde vivía John Lennon.
Siendo las 17:00, John y Yoko salían para una sesión de fotos. Mientras Lennon caminaba hacia la limusina, Chapman estrechó la mano del cantante y le firmó un ejemplar de su último disco, Double Fantasy.
Pese al saludo, Chapman seguía permaneciendo frente al Dakota, esperando un reencuentro.
Alrededor de las 22:50, Lennon y Ono regresaban al lugar. Chapman, expectante, no tardó en acercarse. "¡Mr. Lennon!", exclamó. Apenas John se dio vuelta el fanático iracundo realizó cinco disparos que -por pérdida severa de sangre por la disección aórtica- le llevaron a una muerte que aún duele al planeta. Mientras llegaba la policía, Chapman siguió leyendo su ejemplar de "El guardián entre el centeno".
"Siento que ahora, a los 53, tengo una mayor comprensión de lo que es una vida humana, he cambiado mucho. Estoy avergonzado. Ese es mi primer pensamiento. Lamento lo que hice”, expresó Chapman –30 años después– en agosto de 2010.
9 de Octubre de 2010 00:00
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