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domingo, 22 de abril de 2012

atentar contra, no atentar a



El verbo atentar va seguido de la preposición contra y no de la preposición a.

Sin embargo es habitual encontrar frases como «El acusado insiste en que llamarlos monopolistas no es atentar a su honor» o «El jefe del gobierno de Buenos Aires señaló que la decisión de la presidenta atenta a los intereses argentinos».

En estos casos lo apropiado hubiera sido emplear la preposición contra: «... atentar contra su honor», «... la decisión de la presidenta atenta contra los intereses argentinos».

Resulta igualmente inadecuado omitir la preposición contra: «El proyecto sometido a consulta no debe atentar los derechos fundamentales del sujeto»; mejor: «... no debe atentar contra los derechos fundamentales».

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