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sábado, 19 de mayo de 2012

Diez libros para leer en San Isidro de Tauroeconomia (blog de Juanma Lamet)



Los toros también tienen su Quijote. Hay un libro que domina la literatura taurina desde arriba, en un pedestal al que probablemente nadie vuelva a subir jamás. Se trata de Juan Belmonte, matador de toros; su vida y sus hazañas, escrito por Manuel Chaves Nogales en 1935. Si los libros hablaran, éste diría lo que Guerrita: "Después de mí, naide". Y después de naide, el resto. El género biográfico holló cima con este relato novelado y en primera persona de la vida del Pasmo de Triana, el torero más importante de cuantos ha habido.


Desde entonces, el género biográfico taurino ha sufrido altibajos, explotando con Manolete y decayendo en los albores del siglo XXI, para luego tomar algo de impulso tras la estela de José Tomás. Pero ahora, en pleno auge del antitaurinismo, está reverdeciendo de nuevo.

Además del Belmonte, hay al menos otros nueve libros recientes sobre toreros que merecen la pena. Y qué mejor escaparate para conocerlos que en pleno San Isidro.

En primer lugar, destaca la autobiografía de José Miguel Arroyo, un delicioso y adictivo relato de superación gracias al toro. Bajo el título Joselito. El verdadero, el diestro madrileño narra con un lenguaje oral su vida, desde su infancia gamberra y casi dickensiniana en la Guindalera -"la ilusión por el toreo me salvó de la droga y la delincuencia", confiesa- hasta su retiro de los ruedos y su nueva faceta como empresario ganadero. Todo ello contado con tanta verdad como la que derramaba en la plaza cada tarde. Imprescindible.




Como imprescindible es la biografía de José María Manzanares que ha escrito el periodista y crítico taurino de El Mundo Lucas Pérez. Manzanares: heredero de leyenda llega en el momento de consagración absoluta del diestro alicantino, que ha tenido que sobreponerse a la etiqueta de "hijo de" y que ahora mira de tú a tú a su mítico padre, que no le adivina un "techo". Todo ello narrado con el estilo fluido, periodístico y ameno de su evangelista (Zabala dixit), Lucas, que hace gala de una admirable visión de conjunto.




Hay un libro que descuella  por su cuidada edición. Es Diego Puerta. Arte, valor y casta de un torero sevillano, del ilustre periodista Antonio Petit Caro, que ahora dirige la web taurologia.com. Se trata de una completa biografía, trufada de entrevistas profundas y humanas con el diestro, con una gran selección de fotos y con detalles tan elegantes como que los dibujos que adornan las páginas son los de la taleguilla del último traje de luces de Puerta. Un ejemplo de libro hecho con rigor, cuidado, conocimiento, pasión y amor a los toros. Uno de los más recomendables.




No todo son vidas. Hay historiografía. En El secreto de Armillita, José Carlos Arévalo (director de 6Toros6) narra cómo el mexicano "transformó el toreo de parón en el toreo parado de reunión, quedándose dentro de la suerte para terminar ligando los pases". En esa forma de entender y poner en práctica unos cánones distintos a los habituales en la lidia es donde nace lo que ahora se llama el temple. Y desde esa virtud, dice Arévalo, "hay que considerarlo precursor del toreo ligado en redondo".  




También hay confesiones en el diván, para conocer mejor la personalidad, el pensamiento, el discurso y la ética de un torero. Un buen ejemplo es Frascuelo, palabra de torero, del periodista de Burladero Juan Carlos Antón. "En cada tarde que torero en Madrid, siempre, antes que las orejas [mi ambición] ha sido que el público y la afición de Madrid siga creyendo en mi toreo. Ya no en mi persona, porque soy una persona sencilla que he vivido desde muy niño el mundo del toro, y para mí, el ser torero es como vivir cada día", ha dicho el torero.




Entre los ensayos que analizan el toreo sin entrar en las alcobas de la intimidad sobresale Antoñete. La tauromaquia de la Movida, del periodista Javier Manzano. Durante una larga conversación, Antonio Chenel relata en primera persona su visión del toreo, que en él es su vivisón de la vida. Y ofrece una tauromaquia completa, desde el paseíllo hasta la suerte suprema.




Por qué Morante, de Paco Aguado, es una aproximación a las raíces y al misterio de un torero único, distinto. Paco Aguado ha buceado en el árbol genealógico de su tauromaquia y ha desvelado "las pulsiones que hay en el toreo morantista: los nervios de su capote, los secretos de su muleta y toda la gama insólita de matices de un torero llamado a marcar época". Autor y protagonista merecen una lectura. Cabe recordar que Paco Aguado hace doblete en esta lista, ya que es quien ha ayudado a Joselito a escribir su autobiografía, transformando las largas conversaciones en un relato oral, ágil y muy verdadero.   




José Tomás en vena, de Víctor Soria es el más reciente de estos libros. En él, el autor se acerca a la figura del diestro de Galapagar de una forma distinta a lo habitual. Primero habla del JT samurái; luego, de sus experiencias en el tendido; más tarde mete -no sin justicia- al torero en el saco de los genios, comparándolo nada menos que con Camarón de la Isla. Y les pone el micrófono a grandes toreros que narran su admiración hacia el torero más importante de esta época.




Y si lo suyo no es la vida taurina, sino la economía, no se preocupe. También hay un libro para usted. Se titula La economía del escalafón, del economista Vicente Royuela. En él se examina con rigor econométrico las variables que hacen del escalafón -y de los toros en general- un espectáculo tan distinto a los demás. Al final, gracias a su detalladísimo modelo de medición, Royuela establece una valoración para cada torero, cada plaza y cada ganadería. O sea, un rating, y los triple A son José Tomás, Victorino y Las Ventas. 




Este último libro se presenta el día 27 en Las Ventas. Pero para eso queda mucho. Hasta entonces, valor... y al libro.

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