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miércoles, 27 de junio de 2012

Ejercicios de acentuación para empollones: soluciones (Blog de Lengua española)




Estas son las soluciones a los ejercicios de acentuación para empollones.

a) Sí, están acentuadas correctamente. 1., 3. y 4. se rigen por una regla especial dentro de la acentuación de las palabras llanas. Normalmente, cuando estas terminan en -s no se tildan, pero si la -s en cuestión va precedida de otra consonante, entonces sí. La palabra 2. puede despistar por terminar en dos consonantes, pero en realidad aquí basta con aplicar la regla general: no termina en vocal, en -n ni en -s, luego se acentúa gráficamente. Las palabras 2., 3. y 4. pueden ser dudosas además por ser de origen extranjero, pero la ortografía del español ya las trata como préstamos a los que somete a las reglas generales.

b) Una y otra se tildan porque contienen triptongos. Sabiendo esto, es fácil darse cuenta de que marramiáu en una palabra aguda terminada en vocal: ma-rra-miáu. Es una onomatopeya que imita el maullido del gato. Tuáutem es palabra llana terminada en -m. La mayoría de los hablantes desconocerá su significado, lo que dificulta aún más su acentuación (en la práctica es más difícil aplicar las reglas correctamente a palabras que no se entienden). Si a estas alturas todavía no has ido a buscarla al diccionario, no sé a qué estás esperando. La tilde se coloca en ambos casos sobre la vocal abierta, como es preceptivo en la acentuación de diptongos y triptongos. Fuera de los casos de formas verbales como espiéis, estas dos son de las pocas en español que contienen triptongos que se tildan.

c) La única que está correctamente acentuada es samurái. En las otras dos la dificultad reside en el tratamiento ortográfico de esa i griega final. Pues bien, a efectos de acentuación se considera como una consonante cualquiera y, por tanto, hemos de escribir paypay y yóquey.

d) El quid de la cuestión está aquí en el origen del apellido. Bernabeu es un apellido catalán. La norma dice que los apellidos de otras lenguas se tildan (o no) según sea corriente en esa lengua. Sin embargo, para los procedentes del catalán, el euskera y el gallego se acepta la posibilidad de adaptarlos a la acentuación castellana cuando los interesados los sientan como castellanos. En definitiva, si lo tratamos como un apellido catalán, debemos escribirlo sin tilde, pero si lo castellanizamos, lo escribiremos con ella.

e) Sí, se trata de grafías arcaicas que se han mantenido en ciertos apellidos. Esos usos de la i griega se corresponden con los actuales de la i, razón por la cual se tildan como esta. De hecho, estas grafías alternan con las modernas Laína, Íñiguez.

f) La tilde diacrítica no se utiliza para diferenciar cualquier par de homógrafos. La ortografía del español la reserva para aquellos casos en que se enfrenta una palabra tónica con una átona. Como sal es palabra tónica en ambos casos, no ha lugar. Hay más pares de este tipo, como son (del verbo ser) y son (melodía). De hecho, pasan desapercibidos y no parece que den lugar a confusión, lo que indica que no merece la pena multiplicar los casos de tilde diacrítica.

g) 1. Dionisio no tiene que/qué beber. (Sin tilde significa ‘no debe beber’; con ella, ‘no tiene nada que beber’).

2. Cuál no sería mi sorpresa cuando salió un ornitorrinco del ascensor.

3. Cada quien es cada cual. (Cada quien y cada cual son expresiones fijas  que se escriben así, sin tilde. Vienen recogidas expresamente con esa grafía en la Ortografía de la lengua española).

4. Susana pensó en quienes/quiénes la amaban. (Sin tilde significa ‘pensó en las personas que la amaban’; con ella, ‘pensó sobre cierto asunto: quiénes eran las personas que la amaban’).

5. Todo depende de como/cómo lo hagas. (Aquí la ortografía permite ambas grafías sin que haya una diferencia clara de significado. Estos casos de tilde diacrítica presentan una considerable dificultad y la ortografía los hace depender de factores en gran medida subjetivos y difícilmente sistematizables).

6. Mis alumnos estudiaban muy de cuando en cuando. (Este es otro caso de expresión fija que se escribe sin tilde, a pesar de que aquí cuando es palabra tónica).

7. Gástate los cuartos donde, cuando y como quieras. (Se escriben sin tilde. Nos puede despistar el que donde y cuando se pronuncien como palabras tónicas, pero esto es así simplemente porque se ha elidido el verbo y se han quedado sin el apoyo acentual que este les debería prestar; sin embargo, si nos fijamos en el como, nos daremos cuenta de que su verdadera naturaleza es átona y de que se apoya en el acento del verbo para su pronunciación).

8. Desde luego, dónde has ido a aparcar el vehículo lunar. (Es un dónde exclamativo aunque no aparezcan los signos de admiración).

9. Ni que decir tiene que estáis invitados. (Nuevamente una expresión fija que se escribe sin tilde y como tal viene recogida en la Ortografía).

10. Se puso como un basilisco diciéndome que era un tal y un cual. (Otra expresión fija).

h) En los tres casos, el problema está en el tratamiento ortográfico que les tenemos que dar a palabras y expresiones latinas. En 1. tenemos una palabra de origen latino plenamente integrada en el castellano. Estas se acentúan siguiendo las mismas reglas que cualquier otra palabra. Lo mismo ocurre con 2., que tiene la dificultad añadida de terminar en un grupo -ms, que es una secuencia poco frecuente. Ya hemos visto en a) la regla correspondiente. Por lo que respecta a 3., de acuerdo con las reglas actuales las citas latinas no se acentúan porque en esta lengua, simplemente, no existía la tilde. Antiguamente sí que se hacía a veces para facilitar la lectura.

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