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lunes, 22 de octubre de 2012

Textos de la Ilíada con actividades (Ed. Casals). Canto I y canto XIX


  • Lee los textos y resuelve las cuestiones.
  • Resume cada uno de los textos y sitúalos dentro de la estructura de la obra.
  • Comenta la actuación de los dioses en estos textos.
  • Localiza tres epítetos épicos y explica su función expresiva.




      A. Aquiles entrega a Briseida
       Briseida devuelta a Aquiles
       Autor:Peter Paul Rubens 
       Fecha:1631-32 
       Museo:Detroit Institute of Arts 
       Características:44 x 68,5 cm. 
       Material:Oleo sobre tabla 
       Estilo:Barroco Centroeuropeo
      Así habló, y Patroclo obedeció a su compañero, y sacó de la tienda a Briseida, la de las bellas mejillas, y se la dio para llevarla. Volvieron a las naves de los aqueos, y la mujer marchó con ellos de mala gana. A su vez, Aquiles se apartó al punto de sus compañeros y se echó a llorar sentado sobre la ribera del canoso mar, mirando al ilimitado ponto. Muchas plegarias dirigió a su madre, extendiendo los brazos: «¡Madre! Ya que me diste a luz para una vida efímera, honor me debió haber otorgado el olímpico Zeus altitonante. Ahora bien, ni una pizca me ha otorgado, pues Atrida Agamenón, señor de los anchos dominios, me ha deshonrado y quitado el botín y lo retiene en su poder». Así habló vertiendo lágrimas, y le oyó su augusta madre sentada en los abismos del mar al lado de su anciano padre y al punto emergió, como nubareda de polvo del ancho mar. Se sentó delante de él, que seguía vertiendo lágrimas, lo acarició con la mano, lo llamó con todos sus nombres y dijo: «¡Hijo! ¿Por qué lloras? ¿Qué pena invade tus mientes? Habla, no la ocultes en tu pensamiento, sepámosla ambos».

      Ilíada, canto I (traducción de L. Segalá)



      B. La petición de la diosa Tetis

      ¡Zeus padre! Si alguna vez te fui útil entre los inmortales con palabras u obras, cúmpleme este voto: honra a mi hijo, el héroe de más breve vida, pues el rey de los hombres Agamenón le ha ultrajado, arrebatándole la recompensa que todavía retiene. Véngalo tú, próvido Zeus Olímpico, concediendo la victoria a los troyanos hasta que los aqueos den satisfacción a mi hijo y le colmen de honores.

      Ilíada, canto I (traducción de L. Segalá)



      C.
      Ya que todos los aqueos
      se habían agrupado, entre ellos
      levantándose Aquiles,
      el de los pies ligeros, así dijo:
      «Atrida, ¿realmente ha resultado
      en algo esto mejor para nosotros,
      para los dos entrambos,
      para ti y para mí, cuando uno y otro,
      afligidos en nuestro corazón,
      nos irritamos por una muchacha
      en reyerta devoradora del alma? [...]
      Para Héctor y para los troyanos
      fue esto, en verdad, más provechoso;
      opino, empero, que habrán de acordarse
      los aqueos de esta nuestra reyerta,
      tuya y mía, durante largo tiempo.
      Pero dejemos eso que ha sido
      concluido definitivamente;
      aunque nos pese, nuestro corazón
      por la fuerza domando en nuestro pecho;
      ahora, de verdad, voy yo aplacando
      mi cólera, pues a mí no me es
      preciso, en absoluto,
      siempre estar furioso
      con seca obstinación;
      mas, ¡ea!, a toda prisa
      a la guerra incita a los aqueos
      de intonsa cabellera en sus cabezas,
      para que aún, como antes también,
      pruebe yo a los teucros,
      llegando frente a ellos,
      a ver si tienen ganas todavía
      de pernoctar cabe nuestros bajeles;
      más bien creo que alguno que otro de ellos
      ha de doblar con gusto la rodilla
      si logra escapar de la feroz
      batalla perseguido por mi lanza».
      Así dijo, y ellos se alegraron,
      los aqueos de hermosas canilleras,
      de que hubiera su cólera depuesto
      el hijo del magnánimo Peleo.


      Ilíada, canto XIX, 56-75
      (traducción de A. L. Eire)


      Soluciones:


      • Resume cada uno de los textos y sitúalos dentro de la estructura de la obra.
      Aquiles entrega a Briseida de mala gana y clama a su madre, la diosa Tetis para que ruegue por él.
      La diosa, a su vez, solicita a Zeus que se produzca una victoria de los troyanos sobre los griegos en tanto no le sea devuelta la esclava por Agamenón. 
      Aquiles aplaca su cólera, después de reconocer que son los troyanos los que han ganado con este enfrentamiento entre los griegos. Los dos textos primeros están situados al comienzo de la obra (canto I). 
      El tercero se halla cerca de la resolución del conflicto, en el canto XIX.
      • Comenta la actuación de los dioses en estos textos.
      Los dioses actúan con intereses y comportamientos humanos. Esta característica es habitual en toda la épica griega. Los dioses se pagan favores unos a otros («si alguna vez te fui útil entre los mortales, cúmpleme este voto»), vengan agravios propios de los hombres («véngalo tú, próvido Zeus Olímpico») y protegen a sus propios hijos (Aquiles es hijo de la ninfa Tetis y de Peleo, rey de los mirmidones, en Tesalia).

      • Localiza tres epítetos épicos y explica su función expresiva.
      Son epítetos épicos Briseida, la de las bellas mejillas; Agamenón, señor de los anchos dominios; Aquiles, el de los pies ligeros. El epíteto épico tiene una función identificadora, por medio del recurso sintáctico de la aposición.



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