Una de las funciones de los puntos suspensivos consiste en indicar que falta algo en un texto. Detallo a continuación los casos principales.
Es muy frecuente que una oración se deje incompleta. Se utilizan entonces los puntos suspensivos para señalar al lector que ahí falta algo:
(1) No me tire más de la lengua, Povedilla, que a buen entendedor…
En una cita literal, los puntos suspensivos indican que esta se ha abreviado. En este caso, normalmente aparecerán entre corchetes (2) o paréntesis (3):
(2) Como muy bien indica García Gómez en su tratado: “La ausencia de delito [...] no es lo mismo que la inocencia, especialmente cuando se quiere fastidiar al prójimo”.
(3) El presidente fue explícito: “No vamos a consentir ningún movimiento que nos pudiera dejar en evidencia ante nuestros aliados (…) y tampoco ante nuestros enemigos”.
No son imprescindibles aquí los paréntesis o corchetes, aunque sí resultan recomendables porque así queda claro que los puntos suspensivos no se encontraban ya en el original.
Se pueden poner puntos suspensivos a continuación de la inicial de una palabra para no tener que escribirla completa (normalmente, por ser malsonante):
(4) ¡Váyase usted a la m…!
De todas formas, si verdaderamente hay que escribir mierda en un texto, más vale hacerlo con todas las letras antes que andarse con soluciones de patio de colegio. La cuestión es, insisto, si verdaderamente hay que escribirlo.
Los puntos suspensivos también pueden sustituir a una palabra en su totalidad:
(5) Me dijo que me iba a bajar otra vez el sueldo y yo le dije que se lo metiera por el… si le apetecía
Así que recuerda: los puntos suspensivos sirven para indicar…
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