Externalización es un término adecuado para describir el hecho de que una empresa confía parte de su actividad o su producción a otras empresas externas.
En las noticias se usan con cierta frecuencia esta palabra y el correspondiente verbo externalizar, como muestran los siguientes ejemplos: «Los sindicatos denuncian ante Trabajo la externalización de servicios hoteleros» y «El grupo ha externalizado la impresión de los diarios».
El Diccionario de la Academia todavía no incluye esta palabra, pero sí la recoge, entre otros diccionarios, el Pequeño Larousse ilustrado con el sentido indicado y su uso puede considerarse apropiado.
Un caso especial de externalización es la subcontratación, es decir, la externalización de la actividad propia, de modo que los servicios que alguien contrata a una empresa son ejecutados total o parcialmente por otra empresa contratada por la anterior; en algunas zonas de América se llama tercerización, vocablo también válido que alude a la intervención de un tercero para la prestación de servicio.
No debe confundirse con la deslocalización (en inglés outsourcing), que es el traslado de plantas de producción a un país menos industrializado, donde los costes salariales son más bajos.
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