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martes, 4 de junio de 2013

Nombre del remitente en correos electrónicos (Blog de Lengua española)

Tu nombre es, junto con el asunto, lo primero que va a ver el destinatario de tus correos. Por eso tienes que cuidar la presentación. Es la primera impresión que va a recibir la otra persona y, además, habla sobre ti, te retrata. Si no te molestas en escribir bien tu nombre, ¿qué se puede esperar de lo demás?
Lo primero que tiene que quedar claro es que siempre hay que poner el nombre. En ningún caso debe aparecer en su lugar una mera dirección de correo electrónico. Vete a la configuración de la cuenta y busca la opción correspondiente. Escribe tu nombre en la forma en que deseas que aparezca, pero teniendo en cuenta seis recomendaciones.
1. Los mensajes deben mostrar tu nombre y al menos un apellido. No es suficiente con el nombre de pila. ¿Cómo quieres que sepa el destinatario de quién son todos esos correos enviados por Pepe, Elena o Jacinto?
2. Utiliza la forma por la que te conozca normalmente la gente. Si te llamas Rosario de la Cruz, pero todo el mundo te conoce como Charo de la Cruz, no tiene mucho sentido que emplees el nombre oficial. Si se trata de una dirección de correo profesional, debes emplear la forma socialmente aceptable con que te conozcan. Puede que tus amigos te llamen Chuchili, pero quizás entre tus clientes seas más conocido como Jesús Ramírez.
3. Utiliza correctamente las mayúsculas y las minúsculas. Tan malo es poner todo el nombre en minúsculas como ponerlo todo en mayúsculas. O sea, ni rosa del prado ni ROSA DEL PRADO, sino Rosa del Prado. Por cierto, existen algunas reglas para el uso de las mayúsculas en apellidos. Te conviene mirarlas.
5. Ten cuidado con los sistemas que asignan un nombre automáticamente a partir de una base de datos. El correo institucional de la Universidad Complutense es famoso por hacer esto. Así es como uno se entera de que su colega Lola Fuertes se llama en realidad Dolores Fuertes de Barriga. Busca y rebusca entre las opciones de la cuenta y si no das con la forma de cambiar el nombre, persigue a los informáticos de la casa.
6. Si mantienes correspondencia electrónica con personas de otros países, el sistema hispánico de dos apellidos puede crear confusión. Elena Goicoechea Pérez tiene muchas posibilidades de convertirse en Mrs. Pérez. Valora la posibilidad de utilizar solamente un apellido.
Cuando compruebes todos estos puntos, viene la prueba del algodón. Antes de escribir a nadie, mándate un correo a ti mismo para asegurarte de que el nombre se muestra correctamente. Ya de paso puedes comprobar la firma, la tipografía y otros elementos del mensaje.
Y si se te ocurre algún consejo más, escríbelo en un comentario para que todos nos beneficiemos. También puedes contarnos alguna experiencia curiosa que hayas tenido al respecto.

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