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viernes, 30 de agosto de 2013

infinitivo: por último, cabe señalar…, mejor que por último, señalar…

Por último, quiero señalar… por último, es necesario señalar… son algunas de las expresiones apropiadas en español en lugar de por último, señalar, forma inadecuada sin un verbo principal antes del infinitivo, tal como indica la Nueva gramática de la lengua española.
Sin embargo, en los medios de comunicación, especialmente en el lenguaje oral, es muy frecuente el uso de frases como «Por último, señalar que hoy el Tesoro español acude nuevamente al mercado», «Por mi parte, simplemente decir que he pensado muy a menudo en El árbol de la vida» o «Felicitar a la selección de Estados Unidos por la reciente consecución de la Copa de Oro».
Por lo común, los infinitivos en español son parte de una perífrasis verbal (tiene que asumir…) o constituyen el verbo de una oración subordinada (me gustaría añadir…). En concreto, la Academia desaconseja este uso independiente del infinitivo «en los contextos en los que se introduce alguna información dirigida a alguien, como en por último, decir que…, en lugar de por último, quisiera decir que…».
Así pues, en los ejemplos anteriores lo apropiado habría sido escribir «Por último, cabe señalar que hoy el Tesoro español acude nuevamente al mercado», «Por mi parte, simplemente quiero decir que he pensado muy a menudo en El árbol de la vida» y «Me gustaría felicitar a la selección de Estados Unidos por la reciente consecución de la Copa de Oro».

unumpentio, nombre del nuevo elemento químico

El nombre provisional del nuevo elemento químico que se ha sintetizado es unumpentio, no ununpentium, y se escribe con minúscula inicial.
En las noticias en las que se informa de que un equipo de científicos suecos ha confirmado la existencia de este elemento, su nombre aparece a veces escrito indebidamente, como en «El ‘ununpentium’ llama a la puerta de la tabla periódica» y «El nuevo elemento químico, cuyo nombre provisional es Ununpentio, es altamente pesado y radioactivo».
Los nombres de los elementos químicos, ya sean naturales o sintéticos, se escriben con minúscula inicial y adaptados a las diferentes lenguas:hidrógeno, cloro, tecnecio, laurencio. Sus símbolos internacionales, por el contrario, se escriben con inicial mayúscula (H, Cl, Tc, Lr). Por esta razón, la grafía apropiada del nombre es unumpentiocon m antes dep, y la de su símbolo es Uup, sin que sean necesarias ni la cursiva ni las comillas.
El grupo de elementos al que pertenece el unumpentio es el de lossuperpesados, palabra que se ve escrita impropiamente como súper pesados o super-pesados, pero que según la Ortografía académica debería ser sin espacio ni guion, por estar formada con un prefijo.

corredor y carrera, mejor que runner y running

Las palabras corredor y carrera son adecuadas para sustituir en español a los extranjerismos runner y runninghabituales en el ámbito deportivo.
En las informaciones sobre esta actividad atlética es frecuente encontrar frases en las que se emplean innecesariamente los términos ingleses, como en «Locos por el ‘running’, incluso en verano», «Los ‘runners’ de la provincia celebran su gala más esperada» y «Combinar el running con otras actividades deportivas como la bicicleta o la natación nos hará mejorar nuestro rendimiento».
En el caso de runner, la palabra corredor es una alternativa adecuada en la mayoría de los contextos, mientras que para running puede optarse, en función de la frase, por corrercarrera (o carrera continua si se requiere más precisión) o corrida, de uso más habitual en algunas zonas hispanohablantes.
Así, en los ejemplos anteriores, lo adecuado habría sido escribir «Locos por correr, incluso en verano», «Los corredores de la provincia celebran su gala más esperada» y «Combinar la carrera con otras actividades deportivas como la bicicleta o la natación nos hará mejorar nuestro rendimiento».

viernes, 23 de agosto de 2013

Grandes autores nos contagian su pasión por 'Moby Dick' en RTVE por Jesús Jiménez

Grandes autores nos contagian su pasión por 'Moby Dick'


  • 26 autores analizan la obra de Melville y sus adaptaciones
  • Es el primer libro de una serie sobre las grandes obras de la literatura
Ampliar fotoPintura de Paul Lasaine para una película de animación de 'Moby Dick' producida por Dramworks, que no se llegó a rodar
Pintura de Paul Lasaine para una película de animación de ’Moby Dick’ producida por Dramworks, que no se llegó a rodar
Ampliar fotoPortada de 'Moby Dick. La atracción del abismo'
Portada de ’Moby Dick. La atracción del abismo’Dib>buks
Ampliar fotoIlustración de Rockwell Kent
Ilustración de Rockwell Kent
Ampliar fotoIlustración de José Ramón Sánchez recogida en 'Moby Dick. La atracción del abismo'
Ilustración de José Ramón Sánchez recogida en ’Moby Dick. La atracción del abismo’
Ampliar foto'Moby Dick'
’Moby Dick’
Ampliar fotoGregory Peck en su lucha final contra Moby Dick en la película de John Huston
Gregory Peck en su lucha final contra Moby Dick en la película de John Huston
JESÚS JIMÉNEZJESÚS JIMÉNEZ 

Publicada en 1851, Moby Dick, de Herman Melville, fue un fracaso de crítica y público, pero no tardó en convertirse en una de las grandes obras de la literatura universal, en uno de los libros más fascinantes y enigmáticos. Y la frase con la que comienza"Llamadme Ismael", una de las citas literarias más conocidas. Pero... ¿por qué nos fascina tanto la historia autodestructiva del Capitán Ahab en su lucha contra la gran ballena blanca? En resumidas cuentas, la lucha del hombre contra sí mismo y contra la naturaleza.
Grandes autores e ilustradores han intentado responder a esa pregunta en Moby Dick. La atracción del abismo (Dibbuks), un imprescindible estudio sobre esta obra universal que es un extenso estudio gráfico y literario. Y en el que participan autores tan destacados como los escritores Moncho Alpuente, Fernando Savater, Arturo Pérez Reverte, Juan Madrid, Antonio Muñoz Molina, Raúl Guerra Garrido, Manuel Hidalgo, Juan Tébar o José Carlos Somoza; y los dibujantes e ilustradores Eduardo Naranjo, José Ramón SánchezFederico del Barrio, Fernando Vicente, Vital García Tardón yRicardo Martínez (autor de la portada); el pintor José Hernández; cineastas como José Luis Garci; y editores y críticos como Constantino Bértolo o Luis Roca Arencibia.
Se trata del primer volumen de la interesante colecciónGraphiclassic, que analizará las grandes obras literarias y cuyo segundo volumen será La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson.

Un estudio dividido en tres partes

El libro se divide en tres partes. En la primera la primera se nos cuenta quién era Melville, su obra y el tiempo que le tocó vivi, información que nos permitirá conocer las claves del génesis de Moby Dick. También sus largos viajes por mar (fundamentales para la escritura de Moby Dick). Pero también descubrimos su obra maestra desconocida, Billy Budd (escrita en 1889, pero no publicada hasta 1924, después de la muerte del autor), en la que narraba la historia de un muchacho tartamudo falsamente acusado y ajusticiado por los miembros de su propia tripulación.
La segunda parte profundiza más en en la gran ballena blanca, las diversas interpretaciones... otros leviatanes marinos en la literatura (La Odisea, de Homero,20.000 leguas de viaje submarino, de VernePinocho, de Collodi...) enigmas del mar o misterios sin resolver.
Y la tercera repasa todas las representaciones artísticas del gigante del mar, desde las primeras ilustraciones hasta la película de John  Huston, pasando por cómics o pinturas del siglo XIX. Un auténtico festín de imágenes espectaculares que demuestran la capacidad de la obra de Melville para disparar la imaginación de cualquier lector y de los mejores artistas de los últimos ciento cincuenta años.

El poder de la imagen

En la creación del mito de Moby Dick son fundamentales esas espectaculares imágenes que ha inspirado el monstruo de Melville y ese escenario insuperable que es el mar. Curiosamente, como la novela tardó en ser reconocida, las primeras ilustraciones no llegarían hasta más de 40 años después,  en 1896 (A. Burnham Shute). Pero las ilustraciones que influyeron en casi todos los artistas posteriores son las que realizó I.W. Taber en 1899.
Desde entonces muchos otros autores y pintores se han dejado seducir por la lucha entre Ahab y la ballena, destacando a Mead Schieffer(que realizó la primera gran versión a todo color); el insuperable Rockwell Kent, que generó una uténtica corriente de seguidores; o grandes dibujantes como Enrique Breccia.
Sin olvidar las interesantes adaptaciones al cómic por parte de genios como Will Eisner(The Spirit), Dino Battaglila, Paul Gillon, Chiqui de La Fuente, o la expresionista versión de Bill Sienkiewicz para Marvel Comics. Sin olvidar las ilustraciones de Dreamworks para hacer una película de animación contada desde el punto de vista de la ballena, un proyecto que, desgraciadamente, no prosperó.
Mención aparte merecen los óleos que realizó José Ramón Sánchez (el inolvidable dibujante de Sabadabadá y El desván de la fantasía) y que él mismo se encarga de comentar en un artículo sobre su trabajo
El final del libro está dedicado a las versiones cinematográficas de Moby Dick, sobre todo a la de John Huston. Uno de los artículos está escrito por José Luis Garci, que recuerda la importancia del guión de Ray Bradbury (Crónicas Marcianas). Destacar también el de Luis Roca Arencibia sobre lo que supuso que Huston trasladase el rodaje de Moby Dick a Las Palmas de Gran Canaria (en la navidad de 1954), después de perder dos enormes maquetas de la ballena en las costas galesas y en entre Azores y Madeira, debido al mal tiempo. Por cierto, que fue la película más taquillera de 1956, el año de su estreno.
El estudio concluye con un análisis de otras adaptaciones al teatro, la poesía, la música, la radio, los dibujos animados y sobre su influencia en otras obras de ficción
Resumiendo, un estudio casi tan colosal e interesante como la propia obra de Mellville. Una gran lectura para este verano.

dejar impune en singular, dejar impunes en plural

El adjetivo impune, en construcciones como dejar/quedar impune, concuerda en plural si se refiere a un sustantivo también plural, conforme a las normas generales de la Academia sobre concordancia.
Sin embargo, con frecuencia se pueden leer u oír ejemplos como los siguientes, en los que impune, especialmente en construcciones con dejar o quedar, se usa como si fuera invariable en número: «Deja impune a los delincuentes», «La medida no deja impune a los malos conductores», «¿Cómo dejar impune a personas que utilizan métodos contrarios a una sociedad libre y democrática?».
Dado que en estos ejemplos impune guarda relación con los sustantivos en plural delincuentesconductores y personas, lo apropiado habría sido escribir «Deja impunes a los delincuentes», «La medida no deja impunes a los malos conductores» o «¿Cómo dejar impunes a personas que utilizan métodos contrarios a una sociedad libre y democrática?».

bunkering, alternativas en español

Repostaje en el mar o transbordo de combustible son algunas de la alternativas en español al término bunkering.
En relación con las prácticas de repostaje de barco a barco en el estrecho de Gibraltar, en los medios de comunicación se está empleando el término bunkering: «El ‘bunkering’, en el punto de mira por el conflicto entre España y Gibraltar», «Medio Ambiente no ha impuesto ninguna sanción por ‘bunkering’ en nueve meses» o «España cambiará la legislación para sancionar el ‘bunkering’ en Gibraltar».
Con el fin de transmitir con claridad y en español en qué consiste esta práctica, en los ejemplos anteriores podría haberse optado por repostaje en el martransbordo de combustibletransvase de combustible osuministro de combustible de barco a barco.
Así,  en los casos citados habría sido preferible escribir «El transbordo de combustibles, en el punto de mira por el conflicto entre España y Gibraltar», «Medio Ambiente no ha impuesto ninguna sanción en nueve meses por repostar en el mar» o «España cambiará la legislación para sancionar el suministro de combustible de barco a barco en Gibraltar».
Por otra parte, para referirse a las embarcaciones empleadas para llevar a cabo tal abastecimiento de combustible, se están escribiendo de diversas formas las expresiones gasolineras flotantes barcos gasolinera obuques gasolinera: «Anunció que se sancionará a las “gasolineras flotantes”» o «España tensa la cuerda y anuncia multas por los buques-gasolinera».
Respecto a gasolineras flotantes, se trata de un mero sustantivo adjetivado, por lo que no hay motivo para el uso de las comillas; en cuanto al empleo del guion en la segunda opción, la Ortografía de la lengua española señala que este signo se utiliza para palabras compuestas de creación reciente, a menudo efímeras, mientras que el guion desaparece si el compuesto está asentado, como sucede en el caso de barcos gasolinera o buques gasolinera.
Así pues, habría sido preferible escribir estas expresiones sin guion ni comillas: «Anunció que se sancionará a las gasolineras flotantes» y «España tensa la cuerda y anuncia multas por los buques gasolinera».

amenities, anglicismo innecesario


Comodidades, serviciosinstalaciones productos de acogida, según el contexto, son alternativas españolas al anglicismo innecesario amenities.
El Oxford Advanced Learner’s Dictionary define amenity como ‘aquello que hace un lugar agradable, cómodo y acogedor’, concepto para el que en español se cuenta con comodidad, término recogido en el Diccionario académico como ‘cosa necesaria para vivir a gusto y con descanso’.
Por otra parte, si se alude a las instalaciones o los servicios que ofrece el hotel, se aconseja emplear tales términos, mientras que se recomienda productos de acogida si se hace referencia a los botes de gel, champú o pasta dentífrica, entre otros detalles, que encuentran los huéspedes en las habitaciones donde se alojan.
Sin embargo, en los medios de comunicación es habitual encontrar frases como «Algunos de los amenities incluidos son áreas de juegos y descanso, gimnasio, bicicletas…», «En el patio central tiene una pileta descubierta, otra al aire libre, saunas y otros “amenities”» o «Los hoteles han ido añadiendo otros “amenities” menos frecuentes a sus lotes de bienvenida».
En estos casos, habría sido preferible escribir, por ejemplo, «Algunas de las comodidades incluidas son áreas de juegos y descanso, gimnasio, bicicletas…», «En el patio central tiene una pileta descubierta, otra al aire libre, saunas y otros servicios» y «Los hoteles han ido añadiendo otros productos de acogida menos frecuentes a sus lotes de bienvenida».