1. LOS CANTARES DE GESTA MEDIEVALES
1.1. EL MESTER DE
JUGLARÍA
- El canto y el relato oral son
los modos normales de producirse y de transmitirse la literatura en buena parte
de la Edad Media. Esta literatura oral la llamamos literatura tradicional.
- Los transmisores de esta
literatura fueron los juglares (en aldeas, cortes de nobles y reyes, ciudades,
siempre ante un público). Ejercían lo que llamamos Mester de juglaría. Buena
parte de su oficio consistía en cantar relatos épicos anónimos, como los
cantares de gesta
- En la Castilla medieval, los
juglares cantan cantares de gesta (poemas épicos) en verso: Son poemas épicos
largos que narran los hechos de un héroe, exaltándolo.
- Textos: Sólo se conserva un cantar casi entero: el Poema del Mio Cid. De modo fragmentario
(o a través de noticias que muestran su existencia) tenemos los siguientes: Los Infantes de Lara, el Poema de Fernán González y el Cantar de las Mocedades de Rodrigo.
1.1.1 Poema del Mio Cid:
1.1.1.1. Fecha del poema: Los investigadores proponen soluciones diferentes.
Los estudios más recientes la sitúan hacia finales del siglo XII o comienzos
del XIII, entre 1201 y 1207. Al final del códice aparece un explicit [1], en la
primera de las notas añadidas se dice: “Per Abbat le escribió, / en el mes de
mayo, / en era de mil / y C[C]XLV años” (año que corresponde, según el
calendario actual, a 1207).
1.1.1.2. Autoría: Se desconoce el autor o autores. Hay que recordar que se
conserva este poema épico en un manuscrito guardado en la Biblioteca Nacional
de Madrid. En este manuscrito se dice al final del poema que fue copiado por un
tal Per (Pedro) Abad en 1207. Para Collin Smith este Per Abad es realmente el
autor. Para Ramón Menéndez Pidal, el Poema
del mío Cid fue creado por dos autores o dos juglares: el que llama poeta
del pueblo de San Esteban de Gormaz
sería el responsable del cantar I, parte del cantar II y un poco del
III, es decir, las partes en las que prevalecen los aspectos informativos y
verosímiles sobre los artísticos. Sobre el texto de este autor trabajaría el
juglar de Medinaceli, un refundidor, al que Menéndez Pidal le atribuye los
aspectos más novelescos.
1.1.1.3. Versificación: 3730 versos (debió tener más en su día), escritos en
una estrofa cuyo número de versos es impreciso, llamada tirada. Estas tiradas
son asonantadas (riman sólo las vocales finales del verso a partir de la vocal
tónica de la palabra) y la medida de sus versos es irregular (no todos con
igual medida, aunque en general predominan los de catorce sílabas divididos en
dos hemistiquios. Puede haber, pues, versos de 7+7, 6+7, 7+8, etc.).
1.1.1.4. Argumento: se divide el poema en tres partes:
- Cantar del destierro.
- Cantar de las bodas de las hijas del
Cid.
- Cantar de la afrenta de Corpes.
1.1.1.5. Lengua y estilo: los principales rasgos son los siguientes:
- La escasez de adjetivos, que se
reservan para los pasajes de mayor impacto descriptivo.
- El predominio de la
yuxtaposición y la coordinación oracional sobre la subordinación.
- Un léxico concreto, en el que
abundan términos cotidianos, pero también arcaísmos, latinismos de origen
eclesiástico y arabismos.
- La sobriedad, la claridad y la
sencillez del lenguaje, todas ellas al servicio de la narración y descripción
épicas, con un estilo realista.
- Expresiones formulísticas que
se repiten con frecuencia, como el epíteto épico: “¡Pronto os vais, mi buen
Minaya!”
- Las llamadas de atención al
auditorio por parte del narrador (veréis, oíd), que son indicativas de la
oralidad del discurso por parte del juglar.
- la obra adquiere un perfil
dramático gracias a la presencia abundante del diálogo.
1.1.1.5. Personajes:
En cuanto al personaje principal,
hay que distinguir entre el Rodrigo Díaz de Vivar real (el Cid personaje
importante de la Reconquista) y el Rodrigo ficticio (el Cid personaje de
ficción del Poema, generado gracias a la existencia del personaje real y cuya
historia, el poema, fue difundida por los juglares con gran dosis de exaltación
heroica y mezclando lo real y lo novelesco).
Desde el punto de vista social,
el Cid es un infanzón que pertenece a la baja nobleza. Sin embargo, en el poema
actúa como un hombre de gran personalidad
y superior a los nobles de mayor alcurnia
Es un hombre movido por la
mesura, la fidelidad a su rey, la religiosidad, la inteligencia estratégica, la
valentía, la sabiduría, la fuerza física, la solidaridad con los suyos e,
incluso, el humor
El Cid es un personaje que
evoluciona a lo largo del poema. Al principio lo encontramos en el más absoluto
deshonor, acusado de traidor al rey por haber robado los tributos impuestos a
los árabes. Es desterrado y tiene que dirigirse a la frontera, a territorio
árabe. Se ve, pues, obligado a luchar contra los árabes con pocos hombres. Consigue
vencer en sucesivas batallas, conquistar Valencia y cederla a su rey, a pesar
de ser un hombre acusado de traición. Con ello, va recuperando poco a poco
territorios y, gracias a su valor, sabiduría y fuerza, el honor perdido. Al
final del poema, el personaje alcanza la cima en cuanto a posición social.
[1] El explicit es una especie de
colofón situado en el final del manuscrito, en el que el copista o autor del
códice solía identificarse y poner lugar y fecha de creación.
n un principio, uno de los rasgos que definen y diferencian a Rodrigo frente al resto de héroes épicos es su naturalidad, es un “héroe humanizado” que incluso se nos presenta al comienzo del cantar con lágrimas en los ojos. Mío Cid es virtuoso, con piedad religiosa, valiente hasta la temeridad, inteligente gu https://symcdata.info/la-resistencia-andina/
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