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jueves, 14 de julio de 2016

Examen de Lengua castellana y Literatura. Comunidad de Madrid. Junio. 2016. Opción B



Nota aclaratoria: 

Soy perfectamente consciente de que estas soluciones al examen de selectividad no se ajustan al tiempo de la prueba ni al espacio que tienen los alumnos para escribir sus respuestas. Solo pretendo ofrecer un modelo para que los alumnos que lo deseen puedan aclarar las dudas que les haya podido suponer el examen. Aunque esta entrada la pueda utilizar, total o parcialmente, cualquiera que tenga cierto interés por la asignatura, está destinada especialmente a mis alumnos que, desgraciadamente, no han podido aprobar en junio y tienen que presentarse en septiembre; esta opción y la otra, como les prometí, les puede servir como referencia o pauta para el comentario de texto (sobre todo, los "famosos" siete párrafos, en los que insisto tanto). Seguro que salen muchos errores y, por supuesto, no contentará a muchos mis interpretaciones; pero agradecería enormemente que me hicierais llegar estos matices y sugerencias en comentarios a esta entrada. Para empezar, tendré que ajustar los ejemplos del texto con el número de línea que indico (una cosa es la configuración que le doy en el procesador del texto y otra, cómo se ve en pantalla. Espero solucionarlo pronto.

Hay otros métodos y técnicas para aplicar la práctica de comentario, pero pocos ejemplos resueltos. Espero que os sirva. Un saludo.



OPCIÓN B 

    Aprender a cooperar, a generar capital social, a pechar con las propias responsabilidades y a recibir los beneficios del trabajo común es recomendable para llevar una buena vida, para jugar al parchís de la existencia sin miedo a generar adversarios que sueñen con el propio fracaso y que procuren convertir su sueño en realidad. Apostar por la cooperación es prudente, lo querría hasta un pueblo de demonios con tal de que tuviera sentido común; cuánto más deberían quererlo los pueblos de personas que fueran medianamente inteligentes. Sin embargo, en este juego de toma y daca hay algunos límites que dejan cosas muy importantes fuera del tablero.

        En principio, cada uno de los grupos que pretende prosperar en la lucha por la vida lleva incorporada internamente una gran tendencia al conformismo. Por una parte, porque las personas tendemos inconscientemente a imitar las conductas ajenas, pero también porque deseamos ser acogidas en el grupo. Y eso tiene al menos dos consecuencias. 


      La primera es que rara vez ejercemos la capacidad crítica, rara vez asumimos nuestro propio criterio y estamos dispuestos a poner en cuestión las normas y las actuaciones de nuestro grupo. Nuestras mentes son inconscientemente camaleónicas. 


     Y, en segundo lugar, que siempre dejamos grupos excluidos, los de aquellos que parecen no tener nada que ofrecer a cambio. En nuestro tiempo pueden ser los discapacitados psíquicos, los enfermos mentales, los pobres de solemnidad, los sin papeles, los sin amigos que tengan un cierto poder. En suma, los que no pueden devolver los bienes que se intercambian en cada grupo, que pueden ser favores, puestos de trabajo, plazas o dinero. Los que no están en condiciones de practicar el eterno “hoy por ti, mañana por mí”.


       Esto es lo perverso de fiarlo todo a los pactos, que generan siempre excluidos, porque el principio del Intercambio Infinito deja fuera a los que no parecen tener fichas con las que jugar, ni dados, ni cubilete. 


(Adela Cortina, ¿Para qué sirve realmente la ética?, 2013) 

CUESTIONES 

1. Haga un comentario de texto del fragmento que se propone contestando a las preguntas siguientes: 

a) enuncie el tema del texto (0,5 puntos); 


La exclusión de determinados grupos sociales de los beneficios o ventajas de la vida.

b) detalle sus características lingüísticas y estilísticas más sobresalientes (1,25 puntos); 


En este texto argumentativo, dividido en cinco párrafos, se pueden encontrar tres partes. La primera parte (líneas 1-6) constituye un planteamiento o introducción al tema, que se centra en la cooperación, eje fundamental para llevar una buena vida desde principios solidarios. A partir de “sin embargo”, en la línea 6, la autora plantea una serie de objeciones o límites a la cuestión de la cooperación. El primero de ellos es la gran tendencia al conformismo que hay en el ser humano (segundo párrafo) por dos motivos: las personas tienden a imitar las conductas ajenas (líneas 9 y 10) y desean ser acogidas en grupo ((línea 10). De estas dos causas, que generan actitudes conformistas, se derivan dos consecuencias (tercer y cuarto párrafo): no se ejerce capacidad crítica o pensamiento individual (líneas 12-14) y se quedan excluidos del “reparto” los grupos sociales que no tienen qué ofrecer al resto de la sociedad: discapacitados psíquicos, enfermos mentales, pobres, sin papeles, etc. (15-19). Por tanto, el cuerpo de la argumentación, con sus diferentes apartados se constituye de la línea 6 a la 19. Para terminar, a modo de conclusión, en las dos últimas líneas aparece la tesis, en donde la autora critica los pactos sociales ya que son tremendamente injustos con los más necesitados porque no tienen fichas con las que apostar en el juego de la vida.

Teniendo en cuenta el análisis de las ideas del anterior párrafo, el texto posee una estructura inductiva, ya que la autora deja para el final la idea o tesis que quiere defender. Los tipos de argumentos que emplea son de experiencia personal, que tienen que ver con los conocimientos que tiene sobre el funcionamiento de la sociedad y el comportamiento ético que arrastra. La autora apela a la sensibilidad del lector sobre cómo los grupos más desfavorecidos se quedan fuera de todo tipo de ayudas y beneficios sociales. 
    
En cuanto al nivel lingüístico, este ensayo tiene carácter divulgativo, pretende estar al alcance de un lector medio y posee un nivel estándar (o español correcto), aunque emplee ciertas palabras caídas en desuso como “pechar” (línea 1) y algún que otro cultismo como “solemnidad” (17). También se debe comentar el empleo de ciertas expresiones coloquiales como “toma y daca” (6) u “hoy por ti, mañana por mí” (19), que hacen más asequible el texto.

En relación a las funciones del lenguaje, en mi opinión, destacan fundamentalmente dos. La función apelativa, sobre todo en el primer y en el último párrafo, donde Adela Cortina le dice al lector lo que es recomendable y lo que es prudente en relación a la cooperación, además de darle una conclusión final en relación a los excluidos. Y, por otro lado, la función expresiva, sobre todo en la parte central del texto, en la que aparece el plural asociativo y, con él, los sentimientos más profundos de la autora sobre el tema. También se da la función poética con la metáfora la vida como un juego en el que hay que apostar y luchar por el triunfo, que es el hilo conductor del texto.

Dentro del nivel morfosintáctico, las oraciones que aparecen, según la intención del hablante, son básicamente enunciativas, tanto afirmativas (“en este juego de toma y daca hay algunos límites…”, en la línea 6) como negativas (“los que no están en condiciones…”, l.19). En el cuarto párrafo, se da en varias ocasiones el empleo de la perífrasis de probabilidad “poder + infinitivo” que, más que un matiz de duda, aporta un toque de respeto y prudencia con los grupos más necesitados. Destaca el uso de oraciones copulativas, en tiempo presente (un presente con valor atemporal o gnómico, de verdades absolutas y carácter sentencioso: “Esto es lo perverso de fiarlo todo a los pactos” (20). Las formas verbales de presente van acompañadas del uso de la tercera persona: “es” (2,4 y 12), “generan” (20), “parecen” (21), y la primera del plural: “tendemos” (9), “deseamos” (10) y “asumimos” (12). En cuanto a la sintaxis, dado el carácter reflexivo del texto, predomina la subordinación, sobre todo destaca el uso de subordinadas adjetivas, que precisan o matizan el significado de determinadas ideas: “grupos que pretenden prosperar…” (8), “aquellos que parecen…” (17), “amigos que tengan un cierto poder…” (17). En el primer párrafo, aparecen varios ejemplos de subordinadas sustantivas de infinitivo en función de sujeto y complemento de régimen: “Aprender a cooperar, [aprender] a generar …, [aprender] a pechar … y [aprender] a recibir …”  (1 y 2). Y, a continuación, subordinadas adverbiales de finalidad: “para llevar una buena vida, para jugar al parchís” (2 y 3). Son solo algunos ejemplos; evidentemente, hay más.

En el plano léxico-semántico, el texto destaca por el empleo de la connotación y los rasgos de subjetividad. Así, hay palabras que están marcadas por su connotación negativa, como, por ejemplo, el adjetivo “perverso” (20) o los sustantivos denostadores “fracaso” (3) o “demonios” (4). Dada su condición de texto humanístico, abunda el empleo de vocabulario o sustantivos abstractos: “responsabilidades” (1), “vida” (2), “existencia” (3), “miedo” (3), “fracaso” (3), “sueño” (4), “realidad” (4). Alguno de estos sustantivos son utilizados en recurrencias semánticas, como en casos de sinonimia (“vida” -“existencia”, líneas 2 y 3; “pueblos” – “grupos”, 5 y 8), de antonimia (“sueño” – “realidad”) o hiperonimia (“bienes”, en la línea 18, es el hiperónimo de “favores”,  “puestos de trabajo”, “plazas” y “dinero”, en las líneas 18 y 19). Junto con estas repeticiones, se encuentran ejemplos de recurrencias léxicas, que también sirven para dar cohesión al texto: “cooperar” – “cooperación” (1 y 4), “común” (2 y 5), “pueblo” (4 y 5), “jugar” – “juego” (2 y 6), “excluidos” (15 y 20). El texto, además, es rico en campos semánticos o asociaciones de palabras. Así, el campo semántico de los grupos excluidos (línea 16), que he citado en el primer párrafo de este comentario, o el campo asociativo del juego, con palabras como “jugar” (2), “parchís” (2), “juego” (6), y “fichas”, “dados” y “cubiletes”, en la última línea del texto.


Para terminar, en cuanto al nivel textual, aparece también aquí un texto perfectamente cohesionado. Ejemplos de elementos de cohesión son el uso de deícticos: deixis temporal (“hoy” y “mañana”, línea 19), personal (“nuestro”, líneas 12, 13 y 16; “su”, 3; “ti” y “mí”, 19) o espacial, como el demostrativo “este”, referido a “juego”, en la línea 6. Hay ejemplos de elipsis, como señalé antes con el verbo “aprender”, al comienzo del texto. Aparecen varios casos de anáfora: por ejemplo, los pronombres “lo” de las líneas 4 y 5 sustituyen a la oración anterior (“Apostar por la cooperación es prudente”; al igual que “eso”, en la línea 11 (dos oraciones anteriores). En cuanto a los marcadores del discurso, hay ejemplos de marcadores en función pragmática, que tienen que ver con los juicios o puntos de vista del emisor: “rara vez” (12), incluso el adverbio “inconscientemente”, repetido en las líneas 10 y 14, y el entrecomillado en el texto “hoy por ti, mañana por mí”, de la línea 19. En relación a los marcadores en función textual, destacan los de orden en el discurso (“en principio”, línea 8; “por una parte”, 9; “la primera”, 12; “en segundo lugar”, 15), los contraargumentativos “sin embargo” (6) y “pero” (10) y el de recapitulación “en suma” (17).


c) indique qué tipo de texto es (0,25 puntos). 


         Se trata de un texto que pertenece a las disciplinas humanísticas, un pequeño ensayo que tiene un componente ético en relación a los peligros de la cooperación y cómo los grupos sociales más desfavorecidos sufren exclusión social. Entra de lleno, como se observa, en la problemática social del ser humano, que es el objeto de estudio de los textos humanísticos. En cuanto a la tipología textual es un texto argumentativo, en el que la intención de la autora es persuadir al lector en torno a una idea que quiere defender.


2. Redacte un resumen del contenido del texto. (1 punto) 

      La cooperación es una de las bases del funcionamiento de los pueblos más desarrollados. A pesar de ello, hay una serie de objeciones que deben plantearse para no fiarse demasiado de los beneficios del bien común. Por un lado, existe una tendencia muy general en el ser humano hacia el conformismo que tiene como consecuencias la inexistencia de espíritu crítico y, fundamentalmente, la exclusión de determinados grupos desfavorecidos que no tienen con qué aportar en el intercambio social de bienes.

3. Elabore un texto argumentativo a favor o en contra de que las personas jóvenes sean más generosas que las personas mayores. (1,5 puntos) 


            Tradicionalmente, la juventud encierra una serie de valores que la diferencian, para bien, de los adultos. En su afán por disfrutar de la vida y de las relaciones sociales, el joven es siempre más solidario y comparte con los demás lo mucho, o casi siempre, lo poco que tiene.

            No solamente con el dinero los jóvenes se muestran solidarios y generosos con el prójimo. Soy donante de sangre y he de reconocer que en los hospitales donde suelo acudir es mayor el número de muchachos y muchachas entre los veinte y treinta años que personas de mi generación, más entrada en años. Otro argumento es el respeto a la naturaleza. Considero que aquí también son más generosos con las desgracias que periódicamente sufre nuestro planeta. Recuerdo, como ya hace unos años, la sociedad española se volcó en la labor de limpieza de las costas gallegas con el famoso “chapapote”; pues también en esta ocasión era más frecuente observar el incesante flujo de jóvenes mochileros que, con escasos recursos económicos, pero con enormes deseos de ayudar y dejarse las energías en ello, acudieron desde cualquier rincón del país en ayuda de nuestro litoral gallego. Esto también es generosidad.  

            Para concluir, creo que es determinante a su vez el hecho de que, al no tener una familia a la que alimentar, suplan esta necesidad ayudando al necesitado. Son menos conservadores y, por tanto, más generosos.


4.a. Analice sintácticamente: Los grupos que pretenden prosperar en la lucha por la vida incorporan una tendencia al conformismo. (1,5 puntos) 

       Se trata de una oración compuesta por subordinación; en la que la proposición principal es Los grupos incorporan una tendencia al conformismo y tiene dos proposiciones subordinadas: una proposición subordinada adjetiva especificativa (que pretenden prosperar en la lucha por la vida) cuyo antecedente es grupos y, dentro de ella, una proposición subordinada sustantiva de infinitivo (prosperar en la lucha por la vida).

     La proposición principal es una oración enunciativa afirmativa y predicativa activa transitiva, cuyo sujeto es Los grupos [Det + N] y el predicado, verbal, incorporan una tendencia al conformismo [NV + CD ( Det + N + CN)].


         La proposición subordinada adjetiva (oración desiderativa y predicativa activa transitiva) se encuentra dentro del sujeto de la oración, acompañando a grupos y consta de los siguientes constituyentes:  el sujeto es el pronombre relativo que y el predicado verbal pretenden prosperar en la lucha por la vida [NV + CD (Prop. Sub. Sustantiva). El sujeto de prosperar en la lucha por la vida (oración enunciativa afirmativa y predicativa activa transitiva) es el mismo que el de pretenden, de ahí que la subordinada sea no flexionada o de infinitivo (grupos /que), y el predicado, verbal, prosperar en la lucha por la vida [NV + C. Reg.]

4.b. Explique el concepto de metáfora y el sentido metafórico de Jugar al parchís de la existencia sin miedo. (1 punto) 

    La metáfora es una figura retórica que consiste en identificar un término real con un término imaginario.

   Creo que Adela Cortina quiere identificar la lucha del ser humano en la vida (término real) con un juego o una partida (el parchís es el término imaginario), en la que no se debe tener miedo, sino confianza en que se va a salir adelante y victorioso.


5.a. El teatro de 1939 a finales del siglo XX. Tendencias, autores y obras principales. (2 puntos) 



  •   Durante los 40 y parte de los 50. El panorama teatral de la España de la inmediata posguerra es bastante pobre. Limitaciones: autores desaparecidos o en el exilio y condicionamientos comerciales e ideológicos (censura).


a)     Domina un tipo de alta comedia en la línea del teatro benaventino, donde predominan las comedias de salón o los dramas de tesis, a veces con una crítica amable de costumbres y lacras morales, unida a una defensa de los valores espirituales tradicionales. Preocupación por la obra “bien hecha”, con un diálogo cuidado y elegante, dentro de estructuras escénicas consagradas, aunque a veces con discreta utilización de técnicas nuevas. Autores: José Mª Pemán, Juan Ignacio Luca de Tena, Claudio de la Torre, Joaquín Calvo Sotelo, José López Rubio y Víctor Ruíz Iriarte.

b)     Teatro cómico. Humor intelectual, próximo a las comedias del absurdo. Las situaciones inverosímiles y los diálogos regidos por una lógica poco corriente entrevén ciertas dosis de amargura. Autores: Enrique Jardiel Poncela, Miguel Mihura*, Alfonso Paso...

c)     Teatro existencial. Teatro “distinto”, inconformista y preocupado. Dos fechas: en 1949 se estrena Historia de una escalera de A. Buero Vallejo y en 1953 Escuadra hacia la muerte de Alfonso Sastre.


  • Teatro realista y social (mediados de los 50 – 60). Disconformidad con el sistema vigente, con dos formas distintas de entender la protesta: política, en el caso de Alfonso Sastre*; social, en el caso de Antonio Buero Vallejo*. Otros autores: José Mª Rodríguez Méndez, Carlos Muñiz, Lauro Olmo, José Martín Recuerda…

  • Teatro poético de Alejandro Casona* y, posteriormente, Antonio Gala.

  • Teatro experimental (décadas de los 60 y 70). Nueva vanguardia. Superación del realismo como sucede con otros géneros. Asimilación de las corrientes nuevas y experimentales del teatro europeo: del teatro del absurdo a las propuestas más avanzadas, pasando por Brecht o Artaud. Autores: José Ruibal, Francisco Nieva, Fernando Arrabal, Luis Riaza...


  •   Teatro independiente (décadas de los 70 y 80). Grupos que viven al margen de las cadenas establecidas en el mundo del espectáculo, como los antiguos cómicos de la legua. Síntesis de lo experimental y lo popular: Els Joglars, Los Goliardos, Aquelarre...


  • Últimos dramaturgos (décadas de los 80 y 90). José Sanchís Sinisterra, José Luis Alonso de Santos, Fermín Cabal, Fernando Fernán Gómez...

5.b. Comente los aspectos más relevantes de la obra del siglo XX anterior a 1939 que haya leído en relación con su contexto histórico y literario. (1 punto)

   Federico García Lorca escribió La casa de Bernarda Alba en 1936, año de su muerte, pero la obra no fue estrenada hasta 1945. Este drama pertenece a la Generación del 27, grupo en el que nuestro autor juega un papel fundamental. Además de poeta, Lorca es un profundo conocedor del mundo del teatro y unos de los grandes renovadores del género. Fundó la compañía teatral “La Barraca”, cuyo propósito fue difundir el teatro en los espacios rurales y obreros. También cabe destacar el desprecio  que la sociedad española tenía hacia las mujeres durante ese tiempo, hasta después de la Guerra Civil Española. Entre sus rasgos principales se encuentran el gusto por la pureza estética, el interés por lo popular, la influencia de la vanguardia, sobre todo, el surrealismo, la renovación poética y temas como el amor, la naturaleza, la muerte o el compromiso con su tiempo. 

   La casa de Bernarda Alba constituye una de las piezas capitales del teatro lorquiano, ya que presenta temas nuevos como es el principio de autoridad y la gran importancia que adquieren los personajes femeninos.

   Lorca experimenta con el drama surrealista, la tragedia rural y la farsa violenta hacer partícipe al espectador del drama que sufren sus personajes, por lo que el tema central de la obra es el enfrentamiento entre autoridad y libertad, o el conflicto entre la realidad y el deseo, así como las apariencias, honor, la pasión condenada a la soledad o la muerte, y el luto y la frustración. La obra se relaciona con otros dramas del autor como es Doña Rosita la soltera, que también simboliza la frustración femenina, o la tragedia Bodas de sangre, dada por los conflictos familiares que llevan a los protagonistas a la muerte.

   En cuanto al lenguaje, tiene un intenso sabor popular, abundan los diálogos fluidos e intensos, combinados con la prosa, y es frecuente la presencia de canciones populares y de numerosas metáforas e imágenes simbólicas.

   Bernarda es la madre, representa el principio de autoridad, le importan mucho las apariencias y su obsesión es la virginidad; las hijas (Angustias, Magdalena, Amelia, Martirio y Adela) viven entre la reclusión impuesta y el deseo del mundo exterior. Todas ellas están obsesionadas por lo erótico. Angustias es hija del primer matrimonio de Bernarda y heredera de una gran fortuna, por lo que atrae a Pepe el Romano. Adela es la menor y más hermosa, y rebelde, que se convertirá en la querida de Pepe el Romano; María Josefa es la madre de Bernarda y en medio de su demencia expresa grandes verdades; La Poncia es una vieja criada que aconseja a Bernarda, y se caracteriza por su sabiduría y la ironía con que habla; Pepe el Romano no aparece en escena pero está omnipresente, representa el objeto del deseo, y por él se desatan las envidias.


   La estructura recuerda a la del teatro clásico; la trama está dividida en tres actos (exposición de los acontecimientos y presentación; enfrentamiento entre las hermanas; y misterio y final trágico). La acción transcurre en la casa, un espacio cerrado y asfixiante plagado de símbolos. El vestuario viene marcado por la represión y la ausencia de color, salvo el de Adela, y el decorado es sencillo, concediéndole mucha importancia a la blancura y a los gruesos muros.

Examen de Lengua castellana y Literatura. Comunidad de Madrid. Junio. 2016. Opción A

Nota aclaratoria: 

Soy perfectamente consciente de que estas soluciones al examen de selectividad no se ajustan al tiempo de la prueba ni al espacio que tienen los alumnos para escribir sus respuestas. Solo pretendo ofrecer un modelo para que los alumnos que lo deseen puedan aclarar las dudas que les haya podido suponer el examen. Aunque esta entrada la pueda utilizar, total o parcialmente, cualquiera que tenga cierto interés por la asignatura, está destinada especialmente a mis alumnos que, desgraciadamente, no han podido aprobar en junio y tienen que presentarse en septiembre; esta opción y la otra, como les prometí, les puede servir como referencia o pauta para el comentario de texto (sobre todo, los "famosos" siete párrafos, en los que insisto tanto). Seguro que salen muchos errores y, por supuesto, no contentará a muchos mis interpretaciones; pero agradecería enormemente que me hicierais llegar estos matices y sugerencias en comentarios a esta entrada. Para empezar, tendré que ajustar los ejemplos del texto con el número de línea que indico (una cosa es la configuración que le doy en el procesador del texto y otra, cómo se ve en pantalla. Espero solucionarlo pronto.

Hay otros métodos y técnicas para aplicar la práctica de comentario, pero pocos ejemplos resueltos. Espero que os sirva. Un saludo.


OPCIÓN A 

          Como saben, hoy los niños nacionales son una especie de idolillos a los que todo se debe y por los que se desviven incontables padres estúpidos. Están sobreprotegidos y no hay que llevarles la contraria, ni permitir que corran el menor peligro. Son muchos los casos de padres-vándalos que le arman una bronca o pegan directamente al profesor que con razón ha suspendido o castigado a sus vástagos. Pues bien, visité un lugar con muralla larga y enormemente elevada. El adarve es bastante ancho, pero en algunos tramos no hay antepecho por uno de los lados, y los huecos entre las almenas son lo bastante grandes para que por ellos quepa sin dificultad un niño de cinco años, no digamos de menos. El suelo es irregular, con escalones a ratos. Es fácil tropezar y salir disparado. Al comienzo del recorrido, un cartel advierte que ese adarve no cumple las medidas de seguridad, y que pasear por él queda al criterio y a la responsabilidad de quienes se atrevan. Si yo tuviera niños no los llevaría allí ni loco, con ellos soy muy aprensivo, y los sitios altos y sin parapeto me imponen respeto, si es que no vértigo propio y ajeno.  

       Aquella muralla, sin embargo, era una romería de criaturas correteantes de todas las edades, y de cochecitos y sillitas con bebés o casi, no siempre sujetos con cinturón o correa. Algunos cañones jalonan el trayecto, luego los padres alentaban a los niños a encaramarse a ellos (y quedar por tanto por encima de las almenas) para hacerles las imbéciles fotos de turno. Miren que me gusta caminar por adarves, recorrer murallas. Pero cada paseo se me convertía en un sufrimiento por las decenas de críos que triscaban por allí sueltos como cabras, sobre todo en los tramos sin parapeto a un lado. A veces pienso que estos padres lo que no toleran es que a sus hijos les pase nada a manos de otros; pero cuando dependen de ellos, que se partan la crisma. Ya echarán la culpa a alguien, que eso es lo que más importa. 

(Javier Marías, “Escenas veraniegas”, en El País Semanal, 20/09/2015) 


CUESTIONES 

1. Haga un comentario de texto del fragmento que se propone contestando a las preguntas siguientes:

a) enuncie el tema del texto (0,5 puntos);

La doble moral de los padres ante los peligros de sus hijos.

b) detalle sus características lingüísticas y estilísticas más sobresalientes (1,25 puntos); 

Este texto argumentativo, dividido en dos párrafos, se puede estructurar en tres partes. La primera parte (líneas 1-5) es una introducción al tema que se va a tratar: la sobreprotección que los padres ofrecen a sus hijos a los que tienen en un pedestal (“idolillos”), en contra de los profesores o todo aquel que les lleve la contraria o se enfrente a ellos. A continuación, la segunda parte (l.5-20), el cuerpo de la argumentación, que se basa en una anécdota que nos cuenta Javier Marías que tiene que ver con la visita que realizó a un lugar amurallado que le sirvió para observar ciertas cosas. Esta segunda parte se divide en dos subapartados.  El primero de ellos (5-13) es una descripción del lugar, que no ofrece las suficientes garantías de seguridad, que van desde una considerable altura hasta el hecho de ser un terreno muy irregular. El segundo subapartado (14-20) es la incorporación a este paisaje peligroso y de difícil tránsito de multitud de niños sueltos, expuestos al peligro que ofrece el adarve y el sufrimiento que este peligro causa en la mirada del autor. La tercera parte (20-22) corresponde a la conclusión del texto y a la idea que el autor nos quiere transmitir; es decir, la tesis del texto: cuando la seguridad de los niños depende directamente de los padres, estos no hacen apenas nada por mantenerla; aunque siempre buscarán un culpable externo, si a sus hijos les pasa algo.

           Teniendo en cuenta la disposición de las ideas, el texto tiene una estructura inductiva, ya que la tesis aparece al final. Antes el autor se ha valido de argumentos de experiencia personal que tienen que ver con el conocimiento que tiene de las actuales relaciones que tienen los padres con sus hijos, en cuento a la curiosa jerarquía que tienen, y con la visita que realizó a ese entorno amurallado.

            En cuanto al nivel lingüístico, el texto pertenece al nivel estándar (o español correcto) de la lengua. No ofrece dificultades en cuanto al léxico que aparece (salvo “vástagos”, en la línea 5, o “adarve”, en la línea 6) e incluso se hace más fácil su comprensión con expresiones propias del habla coloquial como “un loco” (11), “como cabras” (19-20), “salir disparada” (9).

            Por lo que respecta a las funciones del lenguaje, predominan las funciones expresiva y apelativa, ya que el texto tiene numerosas marcas de subjetividad, que se irán viendo más adelante, y está destinado para influir en la opinión del receptor, persuadirle de una idea. También conviene destacar la función poética, desde el momento en que aparece alguna figura retórica, como la metáfora “romería de criaturas correteantes” (15), referida a la concurrida muralla.

            Dentro del nivel morfosintáctico, el texto destaca por el uso de oraciones copulativas; el tipo de oración propio de la reflexión y no de la acción (“los niños nacionales son una especie de idolillos”, línea 1; están sobreprotegidos”, línea 2; “aquella muralla era una romería de criaturas correteantes…”, en la línea 15). La modalidad oracional que predominante es la enunciativa, tanto afirmativa (“son muchos los casos de padres-vándalos”, 3) como negativa (“no hay que llevarles la contraria”,2). En cuanto a los tiempos verbales, el autor combina las formas en presente (“son”, 1; “se debe”, 1; “es”, 6; “gusta”, 18; “dependen”, 21) con las formas en pasado, tanto en pretérito perfecto simple, propio de la narración (“visité”,5), como el pretérito imperfecto, propio de la descripción (“era”, 14; “alentaban”, 16; “se convertía” (18-19); “triscaban”, 19). Como se observa, aparecen dos personas gramaticales principalmente: la tercera, tanto en singular (“ha suspendido”, 4; “advierte”, 10) como en plural (“toleran”, 21; “partan” y echarán”, 22) y la primera persona, que es la principal marca de subjetividad del texto, tanto en verbos (“visité”, 5; “tuviera”, 11; “soy”, 12; “pienso”, 20; y el plural “digamos” de la línea 8) como en otro tipo de palabras (“yo”,11; “me”, 12 y 18). En cuanto a la sintaxis, es un texto de una gran variedad: se encuentran oraciones simples (“El suelo es irregular, con escalones a ratos.”, 9); uso muy frecuente de oraciones coordinadas, sobre todo copulativas (“Es fácil tropezar y salir disparado”, 9), con algún ejemplo de adversativas (“El adarve es bastante ancho, pero en algunos tramos no hay antepecho…”, 6); y, en cuanto a la subordinación, hay ejemplos de sustantivas (“Miren que me gusta caminar por adarves…”, 18), adjetivas (“Padres-vándalos que le arman una bronca”, 4) y adverbiales, como la condicional del final del primer párrafo, “si yo tuviera niños…”, en la línea 11.

      En cuanto al nivel léxico-semántico, el texto destaca por su subjetividad y el valor connotativo que adquieren las palabras. Además del empleo de la primera persona, en el texto aparecen otras marcas de subjetividad, como el empleo de diminutivos (“idolillos”, 1; “cochecitos” y “sillitas”, 15, aunque estos dos últimos ejemplos están muy lexicalizados), adjetivos valorativos (“estúpidos”, 2; “imbéciles”, 17), sustantivos denostadores (“padres-vándalos”, 4; “sufrimiento”, 19) o expresiones propias del habla coloquial o acervo común como “armar una bronca”, en la línea 4, o “partirse la crisma”, en la línea 22. En contraste con los adjetivos valorativos citados antes, aparecen adjetivos especificativos, cuando se nos describe la muralla, como “larga” (5), “elevada” (6) o “ancho” (6). En cuanto a las figuras retóricas, además de la metáfora “romería de criaturas correteantes”, hay una comparación que también dice poco de la serenidad y calma de los niños españoles (“como cabras”, 19 y 20) y acumulación de rasgos irónicos, sobre todo a partir del segundo párrafo (“con bebés o casi”, 15; “los padres alentaban a los niños a encaramarse a los cañones, 16). Por otro lado, el texto, en este nivel, está perfectamente cohesionado, como se puede observar en el caso de las recurrencias, tanto léxicas (“niños”, 1, 8 y 16; “parapeto”, 12 y 20; “muralla”, 5 y 14; “adarve”, 6, 10 y 18; “padres”, 16 y 20) como semánticas, en casos de sinonimia (“niños” – “críos” – “criaturas” – “vástagos”, en las líneas 1,19,14 y 5, respectivamente; “cinturón” – “correa”, 15; “lugar” – “sitio”, 5 y 12), antonimia (“padres” – “hijos”, 16 y 21; “propio” – “ajeno”, 13). Presencia de un campo semántico relacionado con la muralla visitada con palabras como “adarve” (6), “almenas” (7) y “cañones” 16 o el campo asociativo de los niños y su educación con palabras como “ha suspendido o castigado” (5), “profesor” (4), “cochecitos y sillitas” (15).

       Para terminar, dentro del nivel textual, sigue habiendo elementos de cohesión, como las continuas anáforas (“ellos”, 17, referidos a “cañones”; “eso”, 22, referido a la oración anterior; “los que”, 1 y 2, referido a “niños”, al igual que “les”, en la línea 3; “él”, 10, a “adarve”; “ellos”, 22, a “padres”. Hay casos de elipsis, como “[advierte] que” (10) o “[ha] castigado” (5). Es frecuente el uso de deícticos: temporales (“hoy”,1), espaciales (“allí”, 11 y 19; “aquella”, 14) y personales (“yo”, 11). En cuanto a los marcadores discursivos, en función pragmática, que tienen que ver con juicios y opiniones del emisor, aparecen “o casi” (15), “(y quedar por tanto por encima de las almenas)” (17), “no digamos de menos” (8) y, en función textual, el digresivo “pues bien” (5), los contraargumentativos “pero” (6 y 21) y “sin embargo” (14) o el ordenador del discurso “luego” (16).

c) indique qué tipo de texto es (0,25 puntos). 

            El presente texto pertenece al campo del periodismo de opinión; es un artículo de opinión de Javier Marías, colaborador habitual del diario “El País” y de su suplemento de fin de semana “El País Semanal”. Como es propio delos artículos de opinión, el texto tiene matices literarios inherentes a localidad del escritor que los firma. Teniendo en cuenta la tipología textual, el texto básicamente utiliza la argumentación, pero se pueden observar tintes descriptivos, en el primer párrafo, incluso narrativos, en el segundo.


2. Redacte un resumen del contenido del texto. (1 punto)

En la actualidad los padres sobreprotegen de tal manera a sus hijos que son capaces de atacar a aquellos que puedan ponerles en peligro o discutan sus opiniones, especialmente los profesores. El autor, tras visitar un lugar amurallado, cuyo adarve no ofrecía las medidas de seguridad suficientes, comprueba cómo multitud de niños ponían en peligro su integridad ante la pasividad de sus padres.


3. Elabore un texto argumentativo a favor o en contra de que los castigos ayuden a educar a los niños. (1,5 puntos) 

            En la actualidad,  el tema de los castigos a los niños es una cuestión muy problemática que genera mucho debate en la sociedad.

            Tradicionalmente, la disciplina y el castigo ejemplar han sido los mecanismos y modos más utilizados para conseguir educar al niño. La sociedad, además, ha visto con buenos ojos la actuación enérgica de padres, profesores y educadores en general con los pequeños, a la hora de corregir sus errores y comportamientos inadecuados.

            Estas medidas correctoras con el tiempo se han ido revisando. Ahora los castigos se ponen en cuestión, no están bien vistos, y no se consideran que ayuden a la educación de los menores. El cachete aleccionador, que antes era aplaudido por la mayoría, ahora es vigilado, juzgado y condenado por casi todo el mundo.

            En mi opinión, castigar a un niño es necesario. Pero nunca empleando energía física o a golpes. El pequeño tiene que saber los límites que hay, lo que es correcto y lo que no y, sobre todo, que su comportamiento inadecuado tendrá unas consecuencias. Imponer y hacer cumplir con estos castigos son unas pilares fundamentales para la educación de los niños en esta sociedad.


4.a. Analice sintácticamente: Son muchos los casos de padres-vándalos que le arman la bronca. (1,5 puntos) 

         Se trata de una oración compuesta por subordinación; en la que la proposición principal es Son muchos los casos de padres-vándalos y la proposición subordinada es que le arman la bronca, que es una proposición subordinada adjetiva especificativa cuyo antecedente es padres-vándalos.

       La proposición principal es una oración enunciativa afirmativa y atributiva, cuyo sujeto es los casos de padres-vándalos [Det + N + CN] y el predicado, nominal, son muchos [VC + At].

    La proposición subordinada adjetiva es una oración enunciativa afirmativa y predicativa activa transitiva y se encuentra dentro del sujeto de la oración, acompañando a padres-vándalos y consta de los siguientes constituyentes:  el sujeto es el pronombre relativo que y el predicado verbal le arman la bronca [CI + NV + CD]. También se puede interpretar armar la bronca como una locución verbal; es decir, el NV de la proposición.


4.b. Indique a qué categoría gramatical o clase de palabra pertenece incontables, analice su estructura morfológica y señale a qué proceso de formación de palabras responde. (1 punto) 

            La palabra incontables es una palabra que puede descomponerse en varias unidades menores o monemas. In- (morfema derivativo prefijo), -cont- (lexema), -a- (vocal temática o de unión), -ble (morfema derivativo sufijo) y -s (morfema flexivo de número plural).

          Según su proceso de formación, la palabra analizada es una palabra derivada, formada a partir del verbo contar.

         La palabra incontables es una palabra variable cuya categoría es la de adjetivo. Es un adjetivo calificativo, en grado positivo, de dos terminaciones y, en el texto, masculino y plural.


5.a. La novela española de 1975 a finales del siglo XX. Tendencias, autores y obras principales. (2 puntos) 

        El ambiente de libertad en el que comenzó a desarrollarse la cultura española tras la muerte del general Franco (20 de noviembre de 1975), permitió un mejor conocimiento de la literatura española en Europa y de la literatura occidental en España. A ello contribuyó significativamente la desaparición de la censura (lo que supuso la publicación de novelas españolas prohibidas en nuestro país y editadas en el extranjero, expurgadas o inéditas), la recuperación de la obra de los escritores exiliados y un mayor conocimiento de la narrativa de otros países.

         Hacia 1975 ha desaparecido la narrativa social, y los autores están cansados de tanta experimentación formal, que no se sabe muy bien a dónde conduce. Tampoco podemos vincular las nuevas historias a los modelos inmediatos, ni siquiera hablar de un proyecto común, salvo ese rechazo al experimentalismo agresivo que conduce a un callejón sin salida.

           A finales de 1980, Rafael Conte explicaba así  la situación:   
  
           No hay novelas de transición, ni la desaparición de Franco supuso la aparición irrefrenable de grandes obras maestras que la censura o la estulticia cultural del régimen anterior hubieran amordazado en el interior de sacrosantos cajones clandestinos. Hay que culminar la reflexión: no había obras maestras. Tenemos lo que teníamos, aparte de una mayor dosis de libertad.

            Es difícil establecer objetivos o propósitos comunes en los novelistas de las dos últimas décadas del siglo XX. Entre otras razones, debido a la proliferación de obras, la convivencia de diversas generaciones y tendencias y la falta de perspectiva histórica. De manera muy general se puede observar un alejamiento del experimentalismo y una vuelta al interés por la anécdota, la recreación de tipos y la reconstrucción de ambientes; recuperación de la narratividad, encabezada por Eduardo Mendoza en La verdad sobre el caso Savolta (1975).  La novela se desarrolla en la Barcelona de 1917-1918, en la cual Javier Miranda – el protagonista – se ve envuelto en la muerte del industrial Savolta. Mendoza utiliza tres puntos de vista diferentes: el del protagonista (1ª persona), el narrador omnisciente, y los documentos del juicio.

                Señalamos a continuación brevemente las principales líneas de la novela a partir de 1975 hasta nuestros días, así como algunos de los autores y títulos más significativos:      

a) Metanovela. Simbiosis entre la narración de la historia (creación) y el proceso seguido para la construcción de la misma (crítica). Esta manifestación de la literatura dentro de la literatura define la mayoría de las novelas de Juan Goytisolo (Juan sin Tierra) y de su hermano Luis (La cólera de Aquiles), de José María Merino (La orilla oscura), Juan José Millás (El desorden de tu nombre) o Carmen Martín Gaite (El cuarto de atrás), entre otros.

b) Lirismo. La novela lírica o poemática centra su interés en un mundo más sugerente que concreto, con personaje-símbolo y una mayor tendencia al lenguaje poético. Es la modalidad preferida por Francisco Umbral (Mortal y rosa) y la característica esencial de la narrativa de Julio Llamazares (La lluvia amarilla). Dentro de ese mismo género podemos encontrar otros afines, como el relato de aprendizaje, el memorialismo y la autobiografía. Aspectos a los que responden muchas de las novelas de Javier Marías (Todas las almas, Corazón tan blanco).

c) La novela histórica. Novelas ambientadas en el pasado, desde el más lejano (El maestro de esgrima, de Pérez Reverte) al más próximo: la Guerra Civil (Octubre, octubre, de José Luis Sampedro), los años de la dictadura franquista (El río de la luna, de José Mª  Guelbanzu) y, la transición política (Los dioses de sí mismos, de Juan José Armas Marcelo)

d) La novela de intriga. Mezcla esquemas policíacos con aspectos políticos e históricos. La serie de novelas sobre el detective Carvalho o Galíndez (1990) convierten a Manuel Vázquez Montalbán en el escritor más representativo; aunque no es el único, ya que de algunos elementos de este género también se han servido Eduardo Mendoza (La ciudad de los prodigios) y Antonio Muñoz Molina (El invierno en Lisboa y Beltenebros).

e) Enfoque realista. Tras el furor del experimentalismo, algunos autores han vuelto a recuperar para la novela el arte de narrar. Eso sí, desde una perspectiva mucho más amplia y abierta, que abarca también el mundo onírico, irracional o absurdo… En esta línea cabría mencionar a Luis Mateo Díez (La fuente de la edad) o a Luis Landero (Juegos de la edad tardía).

f) Novela culturalista. En los últimos años han aparecido una serie de autores jóvenes que hacen una novela que se ocupa de analizar y explicar diferentes aspectos de la cultura occidental desde unas posturas bastante eruditas. Eso es lo que hace Juan Manuel de Prada con Las máscaras del héroe o La tempestad

g) Otra tendencia en la novela de los autores más jóvenes es la de hacer una novela que trata los problemas de la juventud urbana con una estética muy cercana a la contracultura (Historias del Kronen, de José Ángel Mañas, Ray Loriga con Héroes o Lucía Etxebarría en Sexo, prozac y dudas).

Debemos tener en cuenta que muchas de las novelas y novelistas citados participan, a la vez, de más de una de las características señaladas, por lo que se les podría incluir en más de una tendencia.

              En suma, dos son los aspectos más significativos de la novela española en los últimos treinta años:

a) El carácter aglutinador. Acoge prácticamente todas las tendencias, modalidades, discursos, temas, experiencias y preocupaciones personales.

b) La individualidad. Cada novelista elegirá la orientación que le resulte más adecuada para encontrar un estilo propio con el que expresar su mundo personal y su particular visión de la realidad.

No debemos olvidar que la mujer adquiere cada vez más importancia en el terreno de la narrativa; aunque pertenecientes a distintas generaciones, podemos destacar nombres como Ana María Matute, Rosa Montero, Josefina Aldecoa, Almudena Grandes, Dulce Chacón, Maruja Torres, Soledad Puértolas, Alicia Giménez Barlett, etc.

Hay que tener en cuenta además la convivencia de varias generaciones: desde nuestro centenario -y recientemente fallecido Francisco Ayala- cuyas obras se han reeditado- , o Camilo J. Cela -último premio Nobel español-, Miguel Delibes, Sánchez Ferlosio, Juan Marsé, a escritores como Javier Marías, Juan José Millás, Luis Landero... hasta el más joven de los actuales “bloggers”.

El libro se convierte en objeto de consumo y las editoriales no sólo atienden a los lectores, sino que además deben crearlos; de ahí la abundancia de publicidad, la proliferación de premios literarios, las listas de libros más vendidos, los suplementos literarios de los periódicos, las ferias del libro, las firmas de libros en grandes almacenes y la incorporación al mundo de la narrativa de conocidos periodistas, políticos o presentadores de televisión.

También descubren las editoriales el mercado infantil y juvenil que se desarrollará extraordinariamente a partir de los años 80.



5.b. Comente los aspectos más relevantes de la obra de los siglos XVIII o XIX que haya leído en relación con su contexto histórico y literario. (1 punto)

Cuando Galdós escribió Doña Perfecta (1876) ya había aparecido la primera serie de los Episodios Nacionales. Era un escritor conocido, que había ganado dinero, y la novela le convirtió en un personaje polémico. Se ganó a la vez el odio de los conservadores y la admiración de los liberales.

Doña Perfecta pertenece a las “novelas de primera época”, llamadas novelas de tesis, porque en ellas se cuenta una historia para defender unas determinadas ideas políticas y religiosas (reflejan el enfrentamiento entre las mentalidades conservadora y progresista de la época). En la novela vemos claramente diferenciadas las dos Españas, encarnadas en dos tipos de personajes. Pepe Rey, joven preparado y moderno, que ha estudiado en el extranjero, y representa lo urbano, y doña Perfecta, don Inocencio y su séquito, como la España católica y conservadora, el mundo rural que se opone al avance y el progreso.

Aunque Doña Perfecta trata el problema de la intolerancia, lo que surge como el verdadero tema de la novela es la hipocresía. Esa hipocresía tiene como foco Orbajosa, el espacio de la novela. Al contrario de muchas de sus novelas, localizadas en lugares reales (Madrid, en muchos casos), Galdós sitúa la acción en una ciudad que no puede encontrase en el mapa. La ciudad de Orbajosa sirvió a Galdós para retratar el conflicto de la obra: lo nuevo contra lo viejo, el progreso frente al conservadurismo. Le sirve también para hacer patente la corrupción política en España. Orbajosa es una ciudad corrupta que manejan unos pocos poderosos. Una de las cosas que más llaman la atención es el amplio complejo de superioridad que sufren los orbajosenses, muy orgullosos de sus tradiciones y de ser impermeables a lo de fuera.

Para poder comprender la novela es necesario tener en cuenta sus características realistas y naturalistas:

En cuanto al realismo, se busca la imitación de la realidad, un acercamiento a lo cotidiano o concreto, pero no lo exótico, como lo hacía el romanticismo. Ejemplos de esto son las guerras civiles o guerras carlistas que son mencionadas en la obra y que incluían a Orbajosa, o las disputas familiares, como la de doña Perfecta con Pepe Rey.

También es relevante mencionar que el escritor pone la mirada en el otro, y se mantiene fuera de esa realidad, como un mero observador, se mantiene neutral. Se le considera como un periodista. Esto es demostrable en la novela, ya que el escritor contrapone dos ideologías, lo rural (doña Perfecta) y lo urbano (Pepe Rey), pero no se sitúa a sí mismo en ninguna de ella, deja actuar a sus personajes y es el lector quien se crea una opinión.
Los naturalistas desarrollaron la novela de tesis. La tesis que trata de demostrar Galdós en su novela es que en las aldeas se encuentra lo peor de la sociedad española. Esto se ve en la novela a través de doña Perfecta y don Inocencio, quienes sin llegar a conocer a Pepe Rey, y prejuzgándolo, hacen un plan para que no se case con Rosarito y deje la ciudad, Participan en esto también el obispo de la iglesia quien lo juzga por haberle faltado el respeto a la institución.

Pepe Rey es el protagonista de la obra y representa la sociedad urbana proveniente de la capital española, que recibe de ella el pensamiento liberal y centralista, con una diferente visión de la Iglesia y un espíritu científico y progresista. Estas ideas están representadas en sus discusiones con su tía y sus allegados. Su principal defecto es la falta de tacto y demasiada franqueza con sus “enemigos”.  

Por otro lado,  doña Perfecta, como todo habitante de Orbajosa,  heredaba ese gran fanatismo religioso que los caracterizaba; por ejemplo, con su catedral la cual creía que era la mejor de todas y donde ella iba a misa todos los días. Asimismo, ella adquiere de esta ciudad rural el carácter tradicionalista y anti progresista que consistía en mantener las costumbres y no aceptar las nuevas ideas provenientes del exterior. Esto último aparece en doña Perfecta cuando a Pepe Rey es criticado por insultar a su catedral por no seguir sus tradiciones y cuando se lo acusa de ateo a este por tener una idea diferente de la Iglesia.

Otro personaje muy representativo de esa sociedad rural es Caballuco que simboliza lo peor de este ruralismo, hombre cercano a un animal (de allí su nombre), mercenario, violento. Es uno de los elementos naturalistas más evidentes de la novela. Este es el hijo de la tierra, según Galdós, es bruto y de suma intolerancia a la autoridad central, que se observa cuando este lidera el levantamiento de tropas contra Madrid.

Por último, don Inocencio es también representante de los funcionarios eclesiásticos del interior de España, donde además su nombre es alegórico ya que en sus acciones no demuestra ningún tipo de inocencia sino todo lo contrario. Este no participa realmente de las maldades que le ocurren a Pepe Rey, pero él las idealiza y las aconseja a doña Perfecta.


Benito Pérez Galdós en la novela de Doña Perfecta se muestra anticlerical al modo de aquella época y refleja en su obra la hostilidad provinciana conservadora a las ideas modernas recién llegadas a España. Aunque esta sea anticlerical no es antirreligiosa, ya que él no cuestiona los dogmas de la Iglesia sino la participación excesiva de esta en los aspectos políticos y como, en el interior de España los habitantes mal interpretaban la religión como una serie de rígidos preceptos, al ser estos almas exentas de caridad y corazones duros.