Nota aclaratoria:
Soy perfectamente consciente de que estas soluciones al examen de selectividad no se ajustan al tiempo de la prueba ni al espacio que tienen los alumnos para escribir sus respuestas. Solo pretendo ofrecer un modelo para que los alumnos que lo deseen puedan aclarar las dudas que les haya podido suponer el examen. Aunque esta entrada la pueda utilizar, total o parcialmente, cualquiera que tenga cierto interés por la asignatura, está destinada especialmente a mis alumnos que, desgraciadamente, no han podido aprobar en junio y tienen que presentarse en septiembre; esta opción y la otra, como les prometí, les puede servir como referencia o pauta para el comentario de texto (sobre todo, los "famosos" siete párrafos, en los que insisto tanto). Seguro que salen muchos errores y, por supuesto, no contentará a muchos mis interpretaciones; pero agradecería enormemente que me hicierais llegar estos matices y sugerencias en comentarios a esta entrada. Para empezar, tendré que ajustar los ejemplos del texto con el número de línea que indico (una cosa es la configuración que le doy en el procesador del texto y otra, cómo se ve en pantalla. Espero solucionarlo pronto.
Hay otros métodos y técnicas para aplicar la práctica de comentario, pero pocos ejemplos resueltos. Espero que os sirva. Un saludo.
OPCIÓN B
Aprender a cooperar, a generar capital social, a pechar con las propias responsabilidades y a recibir los beneficios del trabajo común es recomendable para llevar una buena vida, para jugar al parchís de la existencia sin miedo a generar adversarios que sueñen con el propio fracaso y que procuren convertir su sueño en realidad. Apostar por la cooperación es prudente, lo querría hasta un pueblo de demonios con tal de que tuviera sentido común; cuánto más deberían quererlo los pueblos de personas que fueran medianamente inteligentes. Sin embargo, en este juego de toma y daca hay algunos límites que dejan cosas muy importantes fuera del tablero.
En principio, cada uno de los grupos que pretende prosperar en la lucha por la vida lleva incorporada internamente una gran tendencia al conformismo. Por una parte, porque las personas tendemos inconscientemente a imitar las conductas ajenas, pero también porque deseamos ser acogidas en el grupo. Y eso tiene al menos dos consecuencias.
La primera es que rara vez ejercemos la capacidad crítica, rara vez asumimos nuestro propio criterio y estamos dispuestos a poner en cuestión las normas y las actuaciones de nuestro grupo. Nuestras mentes son inconscientemente camaleónicas.
Y, en segundo lugar, que siempre dejamos grupos excluidos, los de aquellos que parecen no tener nada que ofrecer a cambio. En nuestro tiempo pueden ser los discapacitados psíquicos, los enfermos mentales, los pobres de solemnidad, los sin papeles, los sin amigos que tengan un cierto poder. En suma, los que no pueden devolver los bienes que se intercambian en cada grupo, que pueden ser favores, puestos de trabajo, plazas o dinero. Los que no están en condiciones de practicar el eterno “hoy por ti, mañana por mí”.
Esto es lo perverso de fiarlo todo a los pactos, que generan siempre excluidos, porque el principio del Intercambio Infinito deja fuera a los que no parecen tener fichas con las que jugar, ni dados, ni cubilete.
(Adela Cortina, ¿Para qué sirve realmente la ética?, 2013)
CUESTIONES
1. Haga un comentario de texto del fragmento que se propone contestando a las preguntas siguientes:
a) enuncie el tema del texto (0,5 puntos);
La
exclusión de determinados grupos sociales de los beneficios o ventajas de la
vida.
b) detalle sus características lingüísticas y estilísticas más sobresalientes (1,25 puntos);
En
este texto argumentativo, dividido en cinco párrafos, se pueden encontrar tres
partes. La primera parte (líneas 1-6) constituye un planteamiento o introducción
al tema, que se centra en la cooperación, eje fundamental para llevar una buena
vida desde principios solidarios. A partir de “sin embargo”, en la línea 6, la
autora plantea una serie de objeciones o límites a la cuestión de la
cooperación. El primero de ellos es la gran tendencia al conformismo que hay en
el ser humano (segundo párrafo) por dos motivos: las personas tienden a imitar
las conductas ajenas (líneas 9 y 10) y desean ser acogidas en grupo ((línea
10). De estas dos causas, que generan actitudes conformistas, se derivan dos
consecuencias (tercer y cuarto párrafo): no se ejerce capacidad crítica o pensamiento
individual (líneas 12-14) y se quedan excluidos del “reparto” los grupos
sociales que no tienen qué ofrecer al resto de la sociedad: discapacitados
psíquicos, enfermos mentales, pobres, sin papeles, etc. (15-19). Por tanto, el
cuerpo de la argumentación, con sus diferentes apartados se constituye de la
línea 6 a la 19. Para terminar, a modo de conclusión, en las dos últimas líneas
aparece la tesis, en donde la autora critica los pactos sociales ya que son
tremendamente injustos con los más necesitados porque no tienen fichas con las que apostar en el juego de la vida.
Teniendo
en cuenta el análisis de las ideas del anterior párrafo, el texto posee una
estructura inductiva, ya que la autora deja para el final la idea o tesis que
quiere defender. Los tipos de argumentos que emplea son de experiencia
personal, que tienen que ver con los conocimientos que tiene sobre el
funcionamiento de la sociedad y el comportamiento ético que arrastra. La autora
apela a la sensibilidad del lector sobre cómo los grupos más desfavorecidos se
quedan fuera de todo tipo de ayudas y beneficios sociales.
En
cuanto al nivel lingüístico, este ensayo tiene carácter divulgativo, pretende
estar al alcance de un lector medio y posee un nivel estándar (o español
correcto), aunque emplee ciertas palabras caídas en desuso como “pechar” (línea
1) y algún que otro cultismo como “solemnidad” (17). También se debe comentar el
empleo de ciertas expresiones coloquiales como “toma y daca” (6) u “hoy por ti,
mañana por mí” (19), que hacen más asequible el texto.
En
relación a las funciones del lenguaje, en mi opinión, destacan fundamentalmente
dos. La función apelativa, sobre todo en el primer y en el último párrafo,
donde Adela Cortina le dice al lector lo que es recomendable y lo que es prudente
en relación a la cooperación, además de darle una conclusión final en relación
a los excluidos. Y, por otro lado, la función expresiva, sobre todo en la parte
central del texto, en la que aparece el plural asociativo y, con él, los
sentimientos más profundos de la autora sobre el tema. También se da la función
poética con la metáfora la vida como un juego en el que hay que apostar y
luchar por el triunfo, que es el hilo conductor del texto.
Dentro
del nivel morfosintáctico, las oraciones que aparecen, según la intención del
hablante, son básicamente enunciativas, tanto afirmativas (“en este juego de
toma y daca hay algunos límites…”, en la línea 6) como negativas (“los que no
están en condiciones…”, l.19). En el cuarto párrafo, se da en varias ocasiones
el empleo de la perífrasis de probabilidad “poder + infinitivo” que, más que un
matiz de duda, aporta un toque de respeto y prudencia con los grupos más
necesitados. Destaca el uso de oraciones copulativas, en tiempo presente (un
presente con valor atemporal o gnómico, de verdades absolutas y carácter
sentencioso: “Esto es lo perverso de fiarlo todo a los pactos” (20). Las formas
verbales de presente van acompañadas del uso de la tercera persona: “es” (2,4 y
12), “generan” (20), “parecen” (21), y la primera del plural: “tendemos” (9),
“deseamos” (10) y “asumimos” (12). En cuanto a la sintaxis, dado el carácter
reflexivo del texto, predomina la subordinación, sobre todo destaca el uso de
subordinadas adjetivas, que precisan o matizan el significado de determinadas
ideas: “grupos que pretenden prosperar…” (8), “aquellos que parecen…” (17),
“amigos que tengan un cierto poder…” (17). En el primer párrafo, aparecen
varios ejemplos de subordinadas sustantivas de infinitivo en función de sujeto
y complemento de régimen: “Aprender a cooperar, [aprender] a generar …,
[aprender] a pechar … y [aprender] a recibir …”
(1 y 2). Y, a continuación, subordinadas adverbiales de finalidad: “para
llevar una buena vida, para jugar al parchís” (2 y 3). Son solo algunos
ejemplos; evidentemente, hay más.
En
el plano léxico-semántico, el texto destaca por el empleo de la connotación y
los rasgos de subjetividad. Así, hay palabras que están marcadas por su
connotación negativa, como, por ejemplo, el adjetivo “perverso” (20) o los sustantivos
denostadores “fracaso” (3) o “demonios” (4). Dada su condición de texto
humanístico, abunda el empleo de vocabulario o sustantivos abstractos:
“responsabilidades” (1), “vida” (2), “existencia” (3), “miedo” (3), “fracaso”
(3), “sueño” (4), “realidad” (4). Alguno de estos sustantivos son utilizados en
recurrencias semánticas, como en casos de sinonimia (“vida” -“existencia”,
líneas 2 y 3; “pueblos” – “grupos”, 5 y 8), de antonimia (“sueño” – “realidad”)
o hiperonimia (“bienes”, en la línea 18, es el hiperónimo de “favores”, “puestos de trabajo”, “plazas” y “dinero”, en
las líneas 18 y 19). Junto con estas repeticiones, se encuentran ejemplos de
recurrencias léxicas, que también sirven para dar cohesión al texto: “cooperar”
– “cooperación” (1 y 4), “común” (2 y 5), “pueblo” (4 y 5), “jugar” – “juego”
(2 y 6), “excluidos” (15 y 20). El texto, además, es rico en campos semánticos
o asociaciones de palabras. Así, el campo semántico de los grupos excluidos
(línea 16), que he citado en el primer párrafo de este comentario, o el campo
asociativo del juego, con palabras como “jugar” (2), “parchís” (2), “juego”
(6), y “fichas”, “dados” y “cubiletes”, en la última línea del texto.
Para
terminar, en cuanto al nivel textual, aparece también aquí un texto perfectamente
cohesionado. Ejemplos de elementos de cohesión son el uso de deícticos: deixis
temporal (“hoy” y “mañana”, línea 19), personal (“nuestro”, líneas 12, 13 y 16;
“su”, 3; “ti” y “mí”, 19) o espacial, como el demostrativo “este”, referido a
“juego”, en la línea 6. Hay ejemplos de elipsis, como señalé antes con el verbo
“aprender”, al comienzo del texto. Aparecen varios casos de anáfora: por
ejemplo, los pronombres “lo” de las líneas 4 y 5 sustituyen a la oración
anterior (“Apostar por la cooperación es prudente”; al igual que “eso”, en la
línea 11 (dos oraciones anteriores). En cuanto a los marcadores del discurso,
hay ejemplos de marcadores en función pragmática, que tienen que ver con los
juicios o puntos de vista del emisor: “rara vez” (12), incluso el adverbio
“inconscientemente”, repetido en las líneas 10 y 14, y el entrecomillado en el
texto “hoy por ti, mañana por mí”, de la línea 19. En relación a los marcadores
en función textual, destacan los de orden en el discurso (“en principio”, línea
8; “por una parte”, 9; “la primera”, 12; “en segundo lugar”, 15), los
contraargumentativos “sin embargo” (6) y “pero” (10) y el de recapitulación “en
suma” (17).
c) indique qué tipo de texto es (0,25 puntos).
Se trata de un texto que
pertenece a las disciplinas humanísticas, un pequeño ensayo que tiene un
componente ético en relación a los peligros de la cooperación y cómo los grupos
sociales más desfavorecidos sufren exclusión social. Entra de lleno, como se
observa, en la problemática social del ser humano, que es el objeto de estudio de
los textos humanísticos. En cuanto a la tipología textual es un texto
argumentativo, en el que la intención de la autora es persuadir al lector en
torno a una idea que quiere defender.
2. Redacte un resumen del contenido del texto. (1 punto)
La cooperación es una de las bases del funcionamiento de los pueblos más desarrollados. A pesar de ello, hay una serie de objeciones que deben plantearse para no fiarse demasiado de los beneficios del bien común. Por un lado, existe una tendencia muy general en el ser humano hacia el conformismo que tiene como consecuencias la inexistencia de espíritu crítico y, fundamentalmente, la exclusión de determinados grupos desfavorecidos que no tienen con qué aportar en el intercambio social de bienes.
3. Elabore un texto argumentativo a favor o en contra de que las personas jóvenes sean más generosas que las personas mayores. (1,5 puntos)
Tradicionalmente, la
juventud encierra una serie de valores que la diferencian, para bien, de los
adultos. En su afán por disfrutar de la vida y de las relaciones sociales, el
joven es siempre más solidario y comparte con los demás lo mucho, o casi
siempre, lo poco que tiene.
No solamente con el dinero los jóvenes se muestran
solidarios y generosos con el prójimo. Soy donante de sangre y he de reconocer
que en los hospitales donde suelo acudir es mayor el número de muchachos y
muchachas entre los veinte y treinta años que personas de mi generación, más
entrada en años. Otro argumento es el respeto a la naturaleza. Considero que
aquí también son más generosos con las desgracias que periódicamente sufre
nuestro planeta. Recuerdo, como ya hace unos años, la sociedad española se
volcó en la labor de limpieza de las costas gallegas con el famoso “chapapote”;
pues también en esta ocasión era más frecuente observar el incesante flujo de
jóvenes mochileros que, con escasos recursos económicos, pero con enormes
deseos de ayudar y dejarse las energías en ello, acudieron desde cualquier
rincón del país en ayuda de nuestro litoral gallego. Esto también es
generosidad.
Para concluir, creo que es determinante a su vez el hecho
de que, al no tener una familia a la que alimentar, suplan esta necesidad
ayudando al necesitado. Son menos conservadores y, por tanto, más generosos.
Se trata de una oración compuesta por subordinación; en la que la proposición principal es Los grupos incorporan una tendencia al conformismo y tiene dos proposiciones subordinadas: una proposición subordinada adjetiva especificativa (que pretenden prosperar en la lucha por la vida) cuyo antecedente es grupos y, dentro de ella, una proposición subordinada sustantiva de infinitivo (prosperar en la lucha por la vida).
La proposición principal es una oración enunciativa afirmativa y predicativa activa transitiva, cuyo sujeto es Los grupos [Det + N] y el predicado, verbal, incorporan una tendencia al conformismo [NV + CD ( Det + N + CN)].
La proposición subordinada adjetiva (oración desiderativa y predicativa activa transitiva) se encuentra dentro del sujeto de la oración, acompañando a grupos y consta de los siguientes constituyentes: el sujeto es el pronombre relativo que y el predicado verbal pretenden prosperar en la lucha por la vida [NV + CD (Prop. Sub. Sustantiva). El sujeto de prosperar en la lucha por la vida (oración enunciativa afirmativa y predicativa activa transitiva) es el mismo que el de pretenden, de ahí que la subordinada sea no flexionada o de infinitivo (grupos /que), y el predicado, verbal, prosperar en la lucha por la vida [NV + C. Reg.]
4.b. Explique el concepto de metáfora y el sentido metafórico de Jugar al parchís de la existencia sin miedo. (1 punto)
La metáfora es una figura retórica que consiste en identificar un término real con un término imaginario.
Creo que Adela Cortina quiere identificar la lucha del ser humano en la vida (término real) con un juego o una partida (el parchís es el término imaginario), en la que no se debe tener miedo, sino confianza en que se va a salir adelante y victorioso.
5.a. El teatro de 1939 a finales del siglo XX. Tendencias, autores y obras principales. (2 puntos)
- Durante los 40 y parte de los 50. El panorama teatral de la España de la inmediata posguerra es bastante pobre. Limitaciones: autores desaparecidos o en el exilio y condicionamientos comerciales e ideológicos (censura).
a) Domina un tipo de alta comedia en la línea del teatro benaventino, donde predominan las comedias de salón o los dramas de tesis, a veces con una crítica amable de costumbres y lacras morales, unida a una defensa de los valores espirituales tradicionales. Preocupación por la obra “bien hecha”, con un diálogo cuidado y elegante, dentro de estructuras escénicas consagradas, aunque a veces con discreta utilización de técnicas nuevas. Autores: José Mª Pemán, Juan Ignacio Luca de Tena, Claudio de la Torre, Joaquín Calvo Sotelo, José López Rubio y Víctor Ruíz Iriarte.
b) Teatro cómico. Humor intelectual, próximo a las comedias del absurdo. Las situaciones inverosímiles y los diálogos regidos por una lógica poco corriente entrevén ciertas dosis de amargura. Autores: Enrique Jardiel Poncela, Miguel Mihura*, Alfonso Paso...
c) Teatro existencial. Teatro “distinto”, inconformista y preocupado. Dos fechas: en 1949 se estrena Historia de una escalera de A. Buero Vallejo y en 1953 Escuadra hacia la muerte de Alfonso Sastre.
- Teatro realista y social (mediados de los 50 – 60). Disconformidad con el sistema vigente, con dos formas distintas de entender la protesta: política, en el caso de Alfonso Sastre*; social, en el caso de Antonio Buero Vallejo*. Otros autores: José Mª Rodríguez Méndez, Carlos Muñiz, Lauro Olmo, José Martín Recuerda…
- Teatro poético de Alejandro Casona* y, posteriormente, Antonio Gala.
- Teatro experimental (décadas de los 60 y 70). Nueva vanguardia. Superación del realismo como sucede con otros géneros. Asimilación de las corrientes nuevas y experimentales del teatro europeo: del teatro del absurdo a las propuestas más avanzadas, pasando por Brecht o Artaud. Autores: José Ruibal, Francisco Nieva, Fernando Arrabal, Luis Riaza...
- Teatro independiente (décadas de los 70 y 80). Grupos que viven al margen de las cadenas establecidas en el mundo del espectáculo, como los antiguos cómicos de la legua. Síntesis de lo experimental y lo popular: Els Joglars, Los Goliardos, Aquelarre...
- Últimos dramaturgos (décadas de los 80 y 90). José Sanchís Sinisterra, José Luis Alonso de Santos, Fermín Cabal, Fernando Fernán Gómez...
5.b. Comente los aspectos más relevantes de la obra del siglo XX anterior a 1939 que haya leído en relación con su contexto histórico y literario. (1 punto)
Federico García Lorca escribió La casa de Bernarda Alba en 1936, año de su muerte, pero la obra no fue estrenada hasta 1945. Este drama pertenece a la Generación del 27, grupo en el que nuestro autor juega un papel fundamental. Además de poeta, Lorca es un profundo conocedor del mundo del teatro y unos de los grandes renovadores del género. Fundó la compañía teatral “La Barraca”, cuyo propósito fue difundir el teatro en los espacios rurales y obreros. También cabe destacar el desprecio que la sociedad española tenía hacia las mujeres durante ese tiempo, hasta después de la Guerra Civil Española. Entre sus rasgos principales se encuentran el gusto por la pureza estética, el interés por lo popular, la influencia de la vanguardia, sobre todo, el surrealismo, la renovación poética y temas como el amor, la naturaleza, la muerte o el compromiso con su tiempo.
La casa de Bernarda Alba constituye una de las piezas capitales del teatro lorquiano, ya que presenta temas nuevos como es el principio de autoridad y la gran importancia que adquieren los personajes femeninos.
Lorca experimenta con el drama surrealista, la tragedia rural y la farsa violenta hacer partícipe al espectador del drama que sufren sus personajes, por lo que el tema central de la obra es el enfrentamiento entre autoridad y libertad, o el conflicto entre la realidad y el deseo, así como las apariencias, honor, la pasión condenada a la soledad o la muerte, y el luto y la frustración. La obra se relaciona con otros dramas del autor como es Doña Rosita la soltera, que también simboliza la frustración femenina, o la tragedia Bodas de sangre, dada por los conflictos familiares que llevan a los protagonistas a la muerte.
En cuanto al lenguaje, tiene un intenso sabor popular, abundan los diálogos fluidos e intensos, combinados con la prosa, y es frecuente la presencia de canciones populares y de numerosas metáforas e imágenes simbólicas.
Bernarda es la madre, representa el principio de autoridad, le importan mucho las apariencias y su obsesión es la virginidad; las hijas (Angustias, Magdalena, Amelia, Martirio y Adela) viven entre la reclusión impuesta y el deseo del mundo exterior. Todas ellas están obsesionadas por lo erótico. Angustias es hija del primer matrimonio de Bernarda y heredera de una gran fortuna, por lo que atrae a Pepe el Romano. Adela es la menor y más hermosa, y rebelde, que se convertirá en la querida de Pepe el Romano; María Josefa es la madre de Bernarda y en medio de su demencia expresa grandes verdades; La Poncia es una vieja criada que aconseja a Bernarda, y se caracteriza por su sabiduría y la ironía con que habla; Pepe el Romano no aparece en escena pero está omnipresente, representa el objeto del deseo, y por él se desatan las envidias.
La estructura recuerda a la del teatro clásico; la trama está dividida en tres actos (exposición de los acontecimientos y presentación; enfrentamiento entre las hermanas; y misterio y final trágico). La acción transcurre en la casa, un espacio cerrado y asfixiante plagado de símbolos. El vestuario viene marcado por la represión y la ausencia de color, salvo el de Adela, y el decorado es sencillo, concediéndole mucha importancia a la blancura y a los gruesos muros.