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domingo, 25 de marzo de 2012

Tema 10 (pregunta 5 de Selectividad) - La poesía de 1939 a finales de la década de 1970. Tendencias, autores y obras principales



·         La poesía como arma de propaganda y de combate durante la Guerra Civil. Dos bandos. Escasa calidad.

·         Poetas en el exilio, fieles a la República: Juan Ramón Jiménez, León Felipe, Salinas, Guillén, Cernuda, Alberti, Prados, Altolaguirre... España como patria perdida fue el tema clave y ante él dos actitudes, correspondientes a dos momentos temporales: tono apasionado al principio y tono nostálgico con el paso del tiempo.

·         Poesía de posguerra – “Generación del 36”. Los poetas que siguen en España se orientan por diversos caminos que Dámaso Alonso redujo a dos: una poesía arraigada y una poesía desarraigada.
  1. Poesía arraigada. Poetas que se agrupan en torno a la revistas Escorial, fundada en 1940 y Garcilaso, fundada en 1943; de ahí que se les llamara también los “garcilasistas”. Han salido de la contienda con un afán optimista de claridad, de perfección, de orden. En puras formas clásicas, encierran una visión del mundo coherente, ordenada y serena. Arte por el arte. Uno de los temas dominantes es su firme sentimiento religioso, junto con temas tradicionales (el amor, el paisaje, las cosas bellas...).
Poetas: Luis Rosales, Leopoldo Panero, Luis Felipe Vivanco, Dionisio Ridruejo, Rafael Morales, José García Nieto, etc.
  1. Poesía desarraigada (existencial). Reacción contra los garcilasistas. Rehumanización de la poesía. Poesía comprometida. Hijos de la ira (1944) de Dámaso Alonso (“Para otros, el mundo nos es un caos y una angustia, y la poesía una frenética búsqueda de ordenación y de ancla. Sí, otros estamos muy lejos de toda armonía y de toda serenidad.”) y la revista Espadaña, fundada en 1944, en León, por Victoriano Crémer y Eugenio de Nora. Estilo bronco, directo, más sencillo y menos preocupado por los primores estéticos.

·         La poesía social. Parte de la poesía desarraigada. La poesía debe “tomar partido” ante los problemas del mundo que le rodea. El poeta se hace “solidario” de los demás hombres; antepone a las metas estéticas los objetivos más inmediatos para transformar el mundo. El tema principal es el “tema de España” y, junto a él, la injusticia social, la alienación, el mundo del trabajo, el anhelo de libertad y de un mundo mejor... Lenguaje claro, prosaico muchas veces, y empleo sistemático del tono coloquial para llegar mejor al pueblo. Poesía = comunicación.
Poetas: Blas de Otero, Gabriel Celaya, José Hierro...
Grupos disidentes: el grupo Cántico de Córdoba (preocupaciones estéticas) y el Postismo (de carácter experimental, surrealista).

·         De la poesía social a una nueva poética (los años 60). Preocupación por el hombre que, en parte, enlaza con el “humanismo existencial”, pero huyen de todo tratamiento patético. Dan frecuentes muestras de inconformismo frente al mundo en que viven, pero cierto escepticismo les aleja de la poesía social. Consolidación de una poesía de la experiencia personal, cuya temática se caracteriza por un retorno a lo íntimo: el fluir del tiempo, la evocación nostálgica de la infancia, lo familiar, el amor y el erotismo, la amistad, el marco cotidiano... Renace el interés por los valores estéticos y por las posibilidades del lenguaje. Influencia de Vicente Aleixandre.
Autores: Ángel González, Jaime Gil de Biedma, José Agustín Goytisolo, Carlos Barral, José Ángel Valente, Claudio Rodríguez, Francisco Brines, José María Valverde...

·         Los “novísimos” y la poesía experimental (años 70). Exhibicionismo cultural y esteticismo. Una nueva vanguardia, vuelven la espalda al prosaísmo y a las formas tradicionales, se encuentran de nuevo con el Surrealismo. Pere Gimferrer, Antonio Martínez Sarrión, Manuel Vázquez Montalbán, Leopoldo Mª Panero, Guillermo Carnero...

·         “Postnovísimos” (años 80). Dispersión de tendencias. Luis García Montero, Blanca Andreu, Felipe Benítez Reyes...

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