En fútbol, el término clásico, definido en el Libro de Estilo de Marca como ‘encuentro disputado entre dos equipos de un mismo país,ambos muy laureados y relacionados por una rivalidad que persiste en el tiempo’, se escribe con minúscula y sin comillas.
En las noticias de información futbolística es muy habitual encontrar frases como «El Clásico desde dos puntos de vista», «El “clásico” gana alicientes» o «Tanto culés como merengues, antes de verse las caras en el ‘Clásico’ el próximo sábado…».
La palabra clásico es un sustantivo común, por lo que lo apropiado es escribirlo en minúscula. Además, al hallarse plenamente asentado, lo aconsejable es escribirlo sin comillas ni cursiva.
De este modo, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «El clásico desde dos puntos de vista», «El clásico gana alicientes» o «Tanto culés como merengues, antes de verse las caras en el clásico el próximo sábado…».
En caso de optar por la variante superclásico, lo adecuado es escribirla en una sola palabra y también en minúscula: «Tras el superclásico, Bianchi gana puntos».
Por otra parte, la palabra derbi, mejor que derby, suele emplearse para referirse en concreto al ‘partido de máxima rivalidad disputado generalmente entre dos equipos de una misma ciudad’, por lo que en frases como «Quien quiera presenciar el derbi del próximo 27 de octubre entre el Barcelona y el Real Madrid tendrá que rascarse el bolsillo», habría sido preferible escribir «Quien quiera presenciar el clásico…».
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viernes, 25 de octubre de 2013
el clásico, en minúscula y sin comillas
martes, 22 de octubre de 2013
Las interjecciones se separan con comas (Blog de Lengua española)
Cuando una interjección se inserta en un enunciado, se separa con comas. El número de comas y la posición en que aparecen dependen de dónde se inserte exactamente esa interjección, pero esto ya es una cuestión de lógica. Son tres las posibilidades:
a) La interjección aparece abriendo el enunciado: Se escribe una coma a continuación para separarla del resto:
(1) ¡Ay, que se me han olvidado las llaves!
b) La interjección aparece en el interior del enunciado: Se pone una coma a cada lado para separarla de lo que viene antes y de lo que viene después:
(2) Te tengo dicho, ¡maldita sea!, que me avises si vas a llegar tarde.
c) La interjección aparece en la posición final del enunciado: Se escribe una coma antes de la interjección para separarla de lo que la precede:
(3) También podían habernos consultado, caramba.
La conjunción, en realidad, es un añadido dentro de la unidad en que se inserta, es una especie de cuerpo extraño que aparece allí incrustado. Para señalar esto es para lo que se ponen las comas. Podemos considerar, por tanto, que nos encontramos ante un caso particular dentro del caso más general del uso de la coma en los incisos, del que nos ocuparemos en otro artículo.
Los saludos son interjecciones y por eso hola se separa con comas. También es necesaria la coma en las fórmulas de saludo de los correos electrónicos, aunque esto ya requiere más explicaciones, por lo que te recomiendo que leas el artículo al que conduce el enlace. Así evitarás un uso incorrecto de la coma que resulta muy frecuente.
Cuando las interjecciones aparecen independientes y libres, sin estar sujetas a ninguna unidad superior, la puntuación se adapta a esa situación. Lo normal será entonces separarlas con un punto, pero esto es algo que se deriva de forma lógica y general de las normas de uso del punto.
Cuando aparecen varias interjecciones seguidas, es obligatorio separar las unas de las otras con comas. Nos da lo mismo para esto que sea la misma interjección repetida varias veces (4) o que sean interjecciones diferentes (5):
(4) “¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja“, gritó el gramático con expresión diabólica.
(5) ¡Cáspita, arrea, diantres! No sé cómo no nos hemos matado.
Y esto es, poco más o menos, lo que necesitamos saber para utilizar correctamente la coma con las interjecciones.
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Los emoticonos (Blog de Lengua española)
Los emoticonos o caritas son signos icónicos que se introducen en un escrito (generalmente, electrónico) y que imitan expresiones faciales.
Los primitivos emoticonos eran un conjunto limitado de símbolos que se podían construir combinando caracteres del teclado alfabético, por ejemplo:
(1) :-\
(2) :-O
Enseguida, las aplicaciones informáticas empezaron a introducir la capacidad de sustituir los caracteres en cuestión por un dibujo, de modo que la secuencia de dos puntos y paréntesis de cierre se convierte automáticamente en una cara sonriente o la de dos puntos y paréntesis de apertura en un rostro con expresión enfadada: .
El nombre procede del inglés y combina dos raíces:
Emotion + icon = emoticon
Se trata, por tanto, de símbolos que tienen como función el introducir factores emocionales y subjetivos en el texto escrito. Su aportación se sitúa en el ámbito de la función expresiva dentro del modelo del lenguaje de Bühler. Es decir, los emoticonos no están ahí para transmitirnos una información objetiva sobre la realidad extralingüística, sino que sirven para dejar traslucir las emociones y la subjetividad de quien escribe, para que este se posicione respecto de lo que dice.
Estos signos intentan compensar carencias del código escrito en comunicaciones escritas que están permeadas de características de lo oral. Llenan una laguna y resultan de utilidad porque guían al lector en la interpretación del mensaje, sobre todo en lo que atañe a la intención de quien lo escribió.
Los emoticonos son independientes de cualquier lengua porque no representan una palabra concreta de una lengua concreta, sino una idea completa del tipo ‘me alegra esto’ o ‘me dejas de piedra’ . Constituyen, como tales, una manifestación de la escritura ideográfica que, curiosamente, la tecnología ha reintroducido en las lenguas de escritura alfabética al cabo de miles de años.
En los últimos años el conjunto ha ido ampliándose hasta desbordar el ámbito de lo que propiamente podemos denominar emoticonos. Las modernas aplicaciones de mensajería instantánea incorporan amplios conjuntos de iconos que ya no se introducen tecleando, sino seleccionándolos directamente y que van más allá de las expresiones faciales. Así es como nuestra comunicación electrónica se ha ido poblando de jarras de cerveza, manos aplaudiendo y coches de carreras.
Esto supone avanzar en el desarrollo de un sistema paralelo de escritura ideográfica que complementa las posibilidades de la escritura alfabética. Los nuevos signos trascienden lo puramente expresivo y se van adentrando en la representación de realidades del mundo, a la manera de los primitivos sistemas pictográficos, en que los símbolos mantenían una relación icónica de semejanza con los objetos representados. Además, de manera análoga a lo que sucedía con estos antiguos sistemas de escritura, el icono es ambivalente, pues puede representar el objeto que allí aparece o alguna actividad en que interviene de manera prototípica dicho objeto. Por ejemplo, si yo inserto en un mensaje un coche de carreras rojo, será el destinatario quien tenga que decidir por el contexto y por su conocimiento del mundo si quiero decir que me he comprado un Ferrari o que acudo raudo y veloz.
Es también interesante constatar que estas innovaciones en la escritura, con su paso de lo subjetivo a lo objetivo, repiten a escala colectiva el mismo recorrido que hace cada ser humano como individuo. Un niño, antes de poder comunicarnos nada sobre las cosas del mundo, nos manifiesta con llantos y carantoñas sus estados de ánimo, sus sentimientos, lo que se mueve en su interior. Todo parece indicar que esta es la secuencia que se tiene que dar necesariamente cada vez que se emprende la aventura del representar.
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vaporear, mejor que vapear
Vaporear, mejor que vapear, es la forma recomendada para referirse a la acción de aspirar y despedir el vapor de los cigarrillos electrónicos.
Sin embargo, la forma que se suele emplear en los medios de comunicación es vapear, como puede verse en los siguientes ejemplos: «En vez de fumar se llama vapear, por el vapor que emite simulando en apariencia el humo del cigarro» o «Cada vez son más los fumadores que se pasan a la moda de vapear o fumar cigarrillos electrónicos».
El Diccionario académico ya recoge el verbo vaporear con el significado cercano de ‘exhalar vapores’, de modo que el uso de este verbo en el contexto de los cigarrillos electrónicos puede considerarse una ampliación léxica de esta acepción.
Además, en aquellos casos en los que a un sustantivo terminado en -orse le añade el sufijo -ear, el sustantivo permanece inalterado: de sabor y color se forman saborear y colorear, no sabear ni colear. De acuerdo con este criterio, a partir de vapor se deriva vaporear, no vapear(posible adaptación de vaping, que es la palabra que se está usando en inglés).
Por otro lado, los verbos vaporizar y evaporar no serían adecuados, pues tienen otros significados (vaporizar, en concreto es lo que hace el cigarro electrónico: ‘convertir un líquido en vapor’).
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muy muy pronto, sin comas, mejor que muy, muy pronto
Las construcciones en las que se duplica una palabra para enfatizar un mensaje, como en «Llegará muy muy pronto», se escriben sin coma entre las palabras repetidas, tal como recoge la Ortografía académica.
Es, sin embargo, muy común encontrar frases en artículos y noticias de los medios que incluyen esa coma: «Draghi advierte de que la recuperación está muy, muy verde», «No esperábamos empezar tan, tan bien» o «Me gusta el café, café».
En estos casos, de acuerdo con la última edición (2010) de la Ortografía de la lengua española, habría sido conveniente evitar las comas y haber escrito «Draghi advierte de que la recuperación está muy muy verde», «No esperábamos empezar tan tan bien» y «Me gusta el café café».
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fechas: claves de escritura
Es frecuente que la expresión de las fechas plantee dudas, por lo que a continuación se aportan algunas claves para su correcta escritura.
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cíborg, adaptación española del inglés cyborg
Cíborg, y en lugar de cyborg, es la escritura recomendada en español de esta palabra que se refiere a los seres compuestos de elementos orgánicos y cibernéticos.
En las noticias relacionadas con la cibernética y la ciencia ficción aparece a menudo esta voz escrita en su forma inglesa: «En esa sociedad futurista la tecnología ‘cyborg’ es un modo de vida», «Es el primer ciudadano del mundo en obtener el estatus de ‘cyborg’».
Esta palabra se ha formado en inglés a partir de cyber y organism, y puede adaptarse sin problema alguno a la ortografía española como cíborg, sobre todo si se tiene en cuenta que ya existe ciber-, usado en palabras como cibernauta y ciberespacio.
La palabra se escribe con tilde en la i, según la reciente Ortografía de las Academias de la Lengua, como le corresponde por la pronunciación mayoritaria.
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virus FIFA, en minúscula y sin cursiva ni comillas
La expresión virus FIFA, con la que se alude a las secuelas que sufren los equipos de los clubes deportivos cuando sus jugadores regresan lesionados o sobrecargados tras un partido con sus selecciones respectivas, se escribe con virus en minúscula y sin necesidad de cursivas ni comillas.
Sin embargo, en los medios de comunicación se encuentran frases como «El Madrid esquiva el Virus FIFA», «El ‘virus FIFA’ apunta al insustituible Rakitic» o «Afortunadamente, Marcelo llegará indemne del ‘VIRUS FIFA’».
El sustantivo virus es común, motivo por el cual lo apropiado es escribirlo en minúscula; por otra parte, aunque los neologismos sí se marquen con algún tipo de resalte, la expresión virus FIFA se halla plenamente asentada y documentada desde hace años en las noticias de información futbolística, de modo que ya no resulta necesario destacarla con cursivas o comillas.
Así pues, en los ejemplos anteriores lo apropiado habría sido escribir «El Madrid esquiva el virus FIFA», «El virus FIFA apunta al insustituible Rakitic» y «Afortunadamente, Marcelo llegará indemne del virus FIFA».
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prevenir algo no es lo mismo que prevenir de algo
La expresión prevenir de algo, con la preposición de, significa ‘avisar o advertir de que algo puede ocurrir’ y por ello no es apropiado su uso en lugar de prevenir algo, sin la preposición, que significa ‘tratar de evitar o impedir un daño’.
En las noticias se pueden encontrar ejemplos donde aparece este giro usado de modo inapropiado: «El ejercicio se presenta como la vacuna que previene de las enfermedades» o «Se han instalado zócalos que previenen de rozaduras y el ensuciamiento de las paredes».
Tal como señala el Diccionario del estudiante de la Real Academia Española, cuando prevenir significa ‘prever o tratar de evitar un daño o peligro’ o ‘prever un acontecimiento y tomar medidas y precauciones’, no se usa la preposición de, que sí puede emplearse con el sentido de ‘informar con anticipación’.
Atendiendo a lo que se quiere expresar, las frases anteriores se podrían haber redactado del siguiente modo: «El ejercicio se presenta como la vacuna que previene las enfermedades» o «Se han instalado zócalos que protegen de rozaduras y el ensuciamiento de las paredes».
Sí se puede decir prevenir de algo cuando tiene los sentidos de ‘avisar’ y ‘alertar’, como en «Sus compañeros le han prevenido de las consecuencias que tendría para su carrera», así como cuando se usa con pronombre, con el sentido de ‘protegerse ante alguien o algo’, como en «Se aconseja la vacunación para prevenirse de (o contra) la gripe».
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