UNIVERSIDADES PÚBLICAS DE LA COMUNIDAD DE MADRID - EVALUACIÓN PARA EL
ACCESO A LAS ENSEÑANZAS UNIVERSITARIAS OFICIALES DE GRADO - Curso 2016-2017
MATERIA: LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA II
OPCIÓN A
Leer y comer son dos formas de alimentarse y
también de sobrevivir. No sabría decir qué es más orgánico, más íntimo, más
necesario. Los clásicos lo tenían claro: primero vivir y después filosofar.
Pero sucede que hoy los más refinados creen que comer es también una filosofía
y mastican lentamente los alimentos pensando en su naturaleza ontológica,
imaginando el largo camino que han recorrido hasta llegar a la mesa. Alguien
sembró la semilla, regó las hortalizas, podó los frutales, salió de madrugada a
pescar, apacentó el ganado. Alguien llevó todos esos productos al mercado.
Alguien los cocinó con amor y sabiduría, con la cultura culinaria que arranca
del neolítico. Los que comen así tratan de convertir también la sobremesa en un
ejercicio moral, casi místico y no necesitan ninguna enseñanza de tantos
masters chefs insoportables. Por otra parte existen lectores exquisitos que
leen buscando en cada libro la isla del tesoro y siempre encuentran el cofre
del pirata. Hasta hace bien poco ningún artilugio se interponía en esa
placentera navegación de los sueños que a través de las páginas de los libros
se eleva hasta el cerebro y tampoco ningún cocinero mediático perturbaba el
trayecto que los alimentos naturales recorrían del plato al estómago. Pero hoy
la cocina y la lectura están cambiando de sustancia. La cocina ha caído bajo la
dictadura de los masters chefs que ejercen el papel de intermediarios del gusto
con sus platos estructuralistas y la lectura se ha instalado en soportes
digitales que imponen sus reglas al pensamiento con sus múltiples aplicaciones.
Los artilugios informáticos exigen una lectura rápida, breve, fragmentada,
superficial, líquida e inmediata. Los nuevos cocineros te obligan a admirar sus
instalaciones artísticas en el plato sin preocuparse de lo que suceda después
en el estómago. Así están las cosas.
(Manuel Vicent, “Comer, leer”, en El País,
29/05/2016)
CUESTIONES
1. Haga un comentario de texto del fragmento que se propone contestando
a las preguntas siguientes:
a) enuncie el tema del texto (0,5 puntos)
La
transformación del mundo de la cocina y la lectura en nuestra época.
b) detalle sus características
lingüísticas y estilísticas más sobresalientes (1,25 puntos)
Este
texto de Manuel Vicent, presentado en un párrafo, puede dividirse en tres
partes que tienen que ver con las ideas que aparecen en el mismo. La primera
parte ( desde “Leer y comer son dos formas…” hasta “primero vivir y después
filosofar”) es la presentación del tema, que nos dice cómo la lectura y la
alimentación son importantísimas en el ser humano y no se puede saber cuál de
las dos es más necesaria. La segunda parte, enmarcada en dos apartados por
medio de la conjunción “pero” (“Pero sucede… Pero hoy…”), es el cuerpo de la
argumentación, en donde el autor analiza la situación que desde siempre
(“Génesis”) han vivido estos dos aspectos importantes de la vida. Dentro de
esta primera parte, el autor desarrolla hasta “Por otra parte…”, la evolución y
naturaleza de los alimentos, desde el principio de los tiempos, y desde que son
semilla, hasta que llegan a la mesa. A continuación, nos habla de la aventura
que suponen los libros para los lectores, que hasta hace poco tiempo ningún
objeto tecnológico, como también sucedía en la cocina, se interponía entre
ellos. La tercera parte, desde “Pero hoy la cocina” hasta el final, señala los
cambios más significativos que se han producido en este momento en el arte
culinario y en las nuevas formas de leer, que, en el primer caso, vive de la
imposición de los programas televisivos y, en el segundo, la incorporación de
medios tecnológicos que, en teoría, deberían servir para mejorar o hacer más
fácil la labor del que lee, no son todo lo buenos que parecen.
Si
tenemos en cuenta que el texto es argumentativo, basado fundamentalmente en
argumentos de la propia experiencia personal del autor y del sentir de la
sociedad, que no es inmune al influjo mediático de la televisión ni a los
avances tecnológicos del siglo, el texto, con un marcado carácter subjetivo,
presenta una estructura encuadrada, ya que el tema y la tesis (que aparecen muy
relacionados) aparecen tanto al principio como al final del párrafo; en un
principio, en un marco más general y objetivo, aparecen la lectura y la comida
como elementos importantes en la vida del hombre, sin establecer jerarquías
(tema); y, al final, el nuevo estado de cosas, donde “leer” y “comer” han
experimentado una serie de cambios debido a la tecnología y a la televisión, se
ve desde un lado más personal y crítico que ambas facetas han perdido sus
atributos principales y, por tanto, más importantes (tesis). Teniendo en cuenta
la posición de la tesis en el texto, se podría hablar de estructura inductiva.
En
relación al nivel lingüístico, el texto claramente pertenece al nivel estándar
o español correcto, ya que no presenta dificultades en cuanto a su comprensión,
aunque en algún momento puede aparecer algún cultismo como es el caso de
“ontológica” o “culinaria”.
Dentro
de las funciones del lenguaje, destaca, sobre todo, la función expresiva, ya
que el autor a lo largo de la columna manifiesta su opinión y su punto de vista
más subjetivo en relación con el tema. También está presente el carácter
persuasivo del autor en todo el texto y, por tanto, la función apelativa; está
claro que para el autor hay otras formas, llamémoslas tradicionales, de
entender el arte de la buena mesa y la literatura, y de ello pretende
convencernos a los lectores. Además, como corresponde a un escritor de su
talento literario como es Vicent, está presente la función poética, dado el
carácter literario de la prosa del autor, con un marcado empleo de recursos
estilísticos como la ironía (“Los nuevos cocineros te obligan a admirar sus
instalaciones artísticas en el plato sin preocuparse de lo que suceda después
en el estómago”) o la metáfora (“buscando en cada libro la isla del tesoro”),
por poner dos ejemplos.
En
cuanto al nivel morfosintáctico, es un texto muy rico en matices. Predominio de
oraciones enunciativas y, muchas de ellas, atributivas (“Leer y comer son dos
formas de alimentarse y también de sobrevivir” o “Así están las cosas”), que
abren y cierran el texto. Destaca el uso de formas no personales, tan
característico en el escritor valenciano (además de los infinitivos
anteriormente citados en el anterior paréntesis, “vivir”, “filosofar”,
“pensando”, “imaginando”, “buscando”, “cambiando”, “admirar”, “preocuparse”,
que dotan de cierta impersonalidad y distanciamiento al texto. Este
distanciamiento también lo consigue el autor con el uso casi exclusivo de la
tercera persona (“sucede”, “creen”, “mastican”…). La única marca de
subjetividad en relación a las personas gramaticales la da el pronombre “te”,
casi al final del texto (“te obligan a admirar”). A nivel sintáctico, cabe
destacar el empleo de una sintaxis muy variada, que va desde la oración simple
(por ejemplo, la oración última), a la oración coordinada (“primero vivir y
después filosofar”), pasando por la yuxtaposición (“Alguien sembró la semilla,
regó las hortalizas, podó los frutales, salió de madrugada a pescar, apacentó
el ganado”), hasta un empleo muy variado de oraciones subordinadas, en donde
destacan las subordinadas adjetivas para matizar y precisar significados
(“lectores exquisitos que van buscando…”, “los master chefs que ejercen el
papel…”).
Desde
el punto de vista del nivel léxico-semántico, la acumulación de rasgos
lingüísticos es todavía más llamativa. Manuel Vicent es un maestro a la hora de
cohesionar sus textos, sobre todo a partir de recurrencias o repeticiones,
tanto de tipo léxico “leer”, “comer”, “vivir”-“sobrevivir”,
“recorrido”-“recorrían”, “cocinero”-”cocina”, etc., como de tipo semántico, en
casos de sinonimia (“camino”-“trayecto”), de antonimia (“se eleva”-“han caído”)
o campos asociativos como el de la alimentación (“comer”, “alimenta”, “sembró
la semilla”, “regó las hortalizas”, “podó los frutales”, “pescar”, “apacentó el
ganado”, “mercado”…) o los libros (“leer”, “lectores”, “libros”, “lectura”…).
Es un texto, además, con un marcado carácter connotativo, que se observa por
ejemplo en el empleo variado de adjetivos valorativos como “místico”, referido
a ejercicio, “placentera”, referido a navegación, o “exquisitos”, referido a lectores. En esta
línea, están los sustantivos ponderativos (“amor”, “sabiduría”…) o denostadores
(“dictadura”, “artilugios informativos”…).
Por
último, para terminar, en el nivel textual, destaca el empleo de marcadores del
discurso como el contraargumentativo “pero” o el de orden del discurso y
tematización “por otra parte”. Hay un uso variado de anáforas (desde los
relativos hasta pronombre átonos como “los”, referido a productos) y catáforas
como “lo”, referido a “primero vivir y después filosofar”. Hay varios ejemplos
de deícticos: adverbios como “así”, demostrativos como “esa” o posesivos como
“sus”, que también dan cohesión al texto.
c) indique qué tipo de texto es
(0,25 puntos).
Se trata de
un artículo de opinión o
columna del diario El País, que por tanto se engloba dentro de los textos
periodísticos y también de los textos de las disciplinas humanísticas, ya que
está próximo al ensayo por su carácter persuasivo, su estructura libre y por el
propósito de reflexionar sobre los problemas que atañen al ser humano. Por esto
último y porque se centra en un problema que genera debate dentro de la
sociedad es un texto sociológico.
También es un texto argumentativo puesto
que el autor pretende darnos un punto de vista personal y subjetivo sobre el
tema tratado. Según el receptor a quien va dirigido, es un texto de carácter divulgativo, puesto
que utiliza un lenguaje sencillo, no demasiado elaborado, que pretende llegar a
un amplio número de personas.
2. Redacte un resumen del contenido del texto. (1 punto)
Hoy
en día, la naturaleza de la comida y de la lectura ha cambiado. La sociedad, en
continua transformación, ha evolucionado a nivel tecnológico y mediático,
haciendo que ámbitos de la vida tan importantes como la alimentación y los
libros se adapten a los nuevos tiempos y cambien sus formatos tradicionales por
otros como el de los concursos televisivos o los libros en soporte digital.
3. Elabore un texto argumentativo a favor o en contra de que sea mejor
leer en papel que en formato digital. (1,5 puntos)
En
la actualidad, el peso del mundo tecnológico es tan grande que sectores como el
librero sucumben ante los nuevos avances. Con el comienzo de siglo, asistimos
al nacimiento del ebook o libro electrónico; al principio un ente extraño, pero
ya familiar en las casas y calles de las ciudades y pueblos de todo el planeta.
A
pesar de este empuje, muchos somos de momento los que nos resistimos a aparcar
el libro tradicional de papel. Nos sentimos cómodos acariciando las hojas,
subrayando en algunos casos una palabra o una cita del autor que estamos
conociendo o, simplemente, una vez culminada la tarea de la lectura, colocando
el libro en un lugar destacado o proscrito, de nuestra librería.
Es
indudable que el libro electrónico supone un ahorro de espacio (tan necesario
en estos momentos), cómodo para utilizar en determinadas ocasiones o lugares,
que ofrece, además, una enorme batería de posibilidades con sus inagotables
ventajas tecnológicas (tamaño de letra, luminosidad, diccionarios, etc.). Pero,
¿qué haríamos los bibliófilos sin la existencia de nuestras ferias del libro en
todo el mundo?, ¿en qué resquicio de este artilugio podrían estampar sus firmas
los autores de estas obras? En este instante, las bibliotecas perderían su
funcionalidad, se convertirían en lugares de culto o peregrinación para ser
visitadas por fanáticos o proselitistas del libro.
En
conclusión, sigo manteniéndome en la corriente o bando de los partidarios del
libro impreso con sus inconvenientes, que siempre existieron, pero que han
hecho grande a uno de los mayores inventos de la humanidad.
4.a. Analice sintácticamente: Existen
lectores exquisitos que siempre encuentran el cofre del pirata. (1,5
puntos)
Se trata de una oración compuesta
por subordinación formada por dos proposiciones:
- La proposición principal es “Existen lectores exquisitos”; se
trata de una oración personal; predicativa, activa y intransitiva y enunciativa
afirmativa. Tiene, por tanto, un predicado verbal, en el que “existen” es el verbo predicativo.
El sujeto de la oración es “lectores
exquisitos”, junto con la proposición subordinada adjetiva. A pesar de
haberla analizado como personal, en cuanto al significado de la oración,
yo la veo con cierto matiz de impersonalidad, equivalente a “Hay lectores
exquisitos”.
- La proposición subordinada es “que siempre encuentran el cofre del
pirata”. Se trata de una proposición subordinada adjetiva
especificativa cuyo antecedente es “lectores”.
Es una oración personal; predicativa, activa, transitiva; enunciativa
afirmativa. El relativo “que” cumple la función de sujeto de la
subordinada, cuyo verbo es “encuentran”,
que tiene un CD que es “el cofre del
pirata” y un complemento circunstancial de tiempo que es el adverbio “siempre”.
4.b. Explique el concepto de antonimia y busque un antónimo adecuado
para superficial en el contexto de “una lectura superficial”. (1 punto)
La antonimia
es la relación de oposición o contraste en el significado de palabras
diferentes. El carácter polisémico de las palabras hace que la antonimia sea un
fenómeno complejo.
En
el caso del adjetivo “superficial”,
referido a “lectura”, su significado viene a ser “sin profundidad”, “por encima”
o incluso “frívola”. Se podrían utilizar los antónimos “profunda” , “activa”, "rigurosa", "seria" o “concienzuda”.
5.a. La poesía de 1939 a finales del siglo XX. Tendencias, autores y
obras principales. (2 puntos)
La
poesía es utilizada como arma de propaganda y de combate durante la
Guerra Civil. Dos bandos. Escasa calidad.
· Poetas
en el exilio, fieles a la República: Juan Ramón Jiménez, León Felipe,
Salinas, Guillén, Cernuda, Alberti, Prados, Altolaguirre... España como patria perdida fue el tema clave y
ante él dos actitudes, correspondientes a dos momentos temporales: tono
apasionado al principio y tono nostálgico con el paso del tiempo.
· Poesía
de posguerra – “Generación del 36”. Los poetas que siguen en España se
orientan por diversos caminos que Dámaso Alonso redujo a dos: una poesía
arraigada y una poesía desarraigada.
- Poesía arraigada. Poetas que se agrupan en
torno a la revistas Escorial, fundada en 1940 y Garcilaso,
fundada en 1943; de ahí que se les llamara también los “garcilasistas”.
Han salido de la contienda con un afán optimista de claridad, de
perfección, de orden. En puras formas clásicas, encierran una
visión del mundo coherente, ordenada y serena. Arte por el arte.
Uno de los temas dominantes es su firme sentimiento
religioso, junto con temas tradicionales (el amor, el paisaje, las cosas
bellas...).
Poetas: Luis Rosales, Leopoldo
Panero, Luis Felipe Vivanco, Dionisio Ridruejo, Rafael Morales, José García
Nieto, etc.
- Poesía desarraigada (existencial).
Reacción contra los garcilasistas. Rehumanización de la poesía. Poesía
comprometida. Hijos de la ira (1944) de Dámaso Alonso
(“Para otros, el mundo nos es un caos y una angustia, y la poesía una
frenética búsqueda de ordenación y de ancla. Sí, otros estamos muy lejos
de toda armonía y de toda serenidad.”) y la revista Espadaña,
fundada en 1944, en León, por Victoriano Crémer y
Eugenio de Nora. Estilo bronco, directo, más sencillo y menos preocupado
por los primores estéticos.
· La
poesía social (años 50). Parte de la poesía desarraigada. La poesía
debe “tomar partido” ante los problemas del mundo que le rodea. El poeta se
hace “solidario” de los demás hombres; antepone a las metas estéticas los
objetivos más inmediatos para transformar el mundo. El tema principal es el
“tema de España” y, junto a él, la injusticia social, la alienación, el mundo
del trabajo, el anhelo de libertad y de un mundo mejor... Lenguaje claro,
prosaico muchas veces, y empleo sistemático del tono coloquial para llegar
mejor al pueblo. Poesía = comunicación.
Poetas: Blas de Otero, Gabriel
Celaya, José Hierro...
Grupos disidentes: el grupo Cántico de
Córdoba (preocupaciones estéticas) y el Postismo (de carácter
experimental, surrealista).
· De
la poesía social a una nueva poética (los años 60). Preocupación por
el hombre que, en parte, enlaza con el “humanismo existencial”, pero huyen de
todo tratamiento patético. Dan frecuentes muestras de inconformismo frente al
mundo en que viven, pero cierto escepticismo les aleja de la poesía social.
Consolidación de una poesía de la experiencia personal, cuya temática se
caracteriza por un retorno a lo íntimo: el fluir del tiempo, la evocación
nostálgica de la infancia, lo familiar, el amor y el erotismo, la amistad, el
marco cotidiano... Renace el interés por los valores estéticos y por las
posibilidades del lenguaje. Influencia de Vicente Aleixandre.
Autores: Ángel González, Jaime
Gil de Biedma, José Agustín Goytisolo, Carlos Barral, José Ángel Valente,
Claudio Rodríguez, Francisco Brines, José María Valverde...
· Los
“novísimos” y la poesía experimental (años 70). Exhibicionismo
cultural y esteticismo. Una nueva vanguardia, vuelven la espalda al prosaísmo y
a las formas tradicionales, se encuentran de nuevo con el Surrealismo.
Pere Gimferrer, Antonio Martínez Sarrión, Manuel Vázquez Montalbán, Leopoldo Mª
Panero, Guillermo Carnero...
· “Postnovísimos”
(años 80). Dispersión de tendencias. Luis García Montero, Blanca Andreu,
Felipe Benítez Reyes...
5.b. Comente los aspectos más relevantes de la obra española del siglo
XX anterior a 1940 que haya leído en relación con su contexto histórico y
literario. (1 punto)
Federico García Lorca escribió La casa de Bernarda Alba en
1936, año de su muerte, pero la obra no fue estrenada hasta 1945. Este drama
pertenece a la Generación del 27, grupo en el que nuestro autor juega un papel
fundamental. Además de poeta, Lorca es un profundo conocedor del mundo del
teatro y unos de los grandes renovadores del género. Fundó la compañía teatral
“La Barraca”, cuyo propósito fue difundir el teatro en los espacios rurales y
obreros. También cabe destacar el desprecio que la sociedad española
tenía hacia las mujeres durante ese tiempo, hasta después de la Guerra Civil
Española. Entre sus rasgos principales se encuentran el gusto por la pureza
estética, el interés por lo popular, la influencia de la vanguardia, sobre
todo, el surrealismo, la renovación poética y temas como el amor, la
naturaleza, la muerte o el compromiso con su tiempo.
La casa de Bernarda Alba constituye una de las
piezas capitales del teatro lorquiano, ya que presenta temas nuevos como es el
principio de autoridad y la gran importancia que adquieren los personajes
femeninos.
Lorca experimenta con el drama surrealista, la tragedia rural y la
farsa violenta hacer partícipe al espectador del drama que sufren sus
personajes, por lo que el tema central de la obra es el enfrentamiento entre
autoridad y libertad, o el conflicto entre la realidad y el deseo, así como las
apariencias, honor, la pasión condenada a la soledad o la muerte, y el luto y
la frustración. La obra se relaciona con otros dramas del autor como es Doña
Rosita la soltera, que también simboliza la frustración femenina, o la
tragedia Bodas de sangre, dada por los conflictos familiares que
llevan a los protagonistas a la muerte.
En cuanto al lenguaje, tiene un intenso sabor popular, abundan los
diálogos fluidos e intensos, combinados con la prosa, y es frecuente la
presencia de canciones populares y de numerosas metáforas e imágenes
simbólicas.
Bernarda es la madre, representa el principio de autoridad, le
importan mucho las apariencias y su obsesión es la virginidad; las hijas
(Angustias, Magdalena, Amelia, Martirio y Adela) viven entre la reclusión
impuesta y el deseo del mundo exterior. Todas ellas están obsesionadas por lo
erótico. Angustias es hija del primer matrimonio de Bernarda y heredera de una
gran fortuna, por lo que atrae a Pepe el Romano. Adela es la menor y más
hermosa, y rebelde, que se convertirá en la querida de Pepe el Romano; María
Josefa es la madre de Bernarda y en medio de su demencia expresa grandes
verdades; La Poncia es una vieja criada que aconseja a Bernarda, y se
caracteriza por su sabiduría y la ironía con que habla; Pepe el Romano no
aparece en escena pero está omnipresente, representa el objeto del deseo, y por
él se desatan las envidias.
La estructura
recuerda a la del teatro clásico; la trama está dividida en tres actos
(exposición de los acontecimientos y presentación; enfrentamiento entre las
hermanas; y misterio y final trágico). La acción transcurre en la casa, un
espacio cerrado y asfixiante plagado de símbolos. El vestuario viene marcado
por la represión y la ausencia de color, salvo el de Adela, y el decorado es
sencillo, concediéndole mucha importancia a la blancura y a los gruesos muros.