viernes, 11 de junio de 2010

Mira Zaide - Lope de Vega

-Para mis alumnos de Bachillerato

-Mira, Zaide, que te digo que no pases por mi calle,
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no hables con mis mujeres, ni con mis cautivos trates,

no preguntes en qué entiendo ni quién viene a visitarme,
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qué fiestas me dan contento ni qué colores me aplacen;

basta que son por tu causa las que en el rostro me salen,
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corrida de haber mirado moro que tan poco sabe.

Confieso que eres valiente, que hiendes, rajas y partes,
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y que has muerto más cristianos que tienes gotas de sangre;

que eres gallardo ginete, que danzas, cantas y tañes,
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gentilhombre, bien criado cuanto puede imaginarse;

blanco, rubio por extremo, señalado entre linajes,
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el gallo de los bravatos, la nata de los donaires;

que pierdo mucho en perderte y gano mucho en ganarte,
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y que si nacieras mudo fuera posible adorarte;

mas por ese inconviniente determino de dejarte,
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que eres pródigo de lengua y amargan tus liviandades;

habrá menester ponerte la que quisiere llevarte
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un alcázar en los pechos y en los labios un alcaide.

Mucho pueden con las damas los galanes de tus partes,
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porque los quieren briosos, que hiendan y que desgarren;

mas con esto, Zaide amigo, si algún banquete les hacen
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del plato de sus favores quieren que coman y callen.

Costoso me fue el que heciste; qué dichoso fueras, Zaide,
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si conservarme supieras como supiste obligarme.

Mas no bien saliste apenas de los jardines de Atarfe,
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cuando heciste de la mía y de tu desdicha alarde.

A un morillo mal nacido he sabido que enseñaste
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la trenza de mis cabellos que te puse en el turbante.

No quiero que me la vuelvas, ni que tampoco la guardes,
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mas quiero que entiendas, moro, que en mi desgracia la traes.

También me certificaron cómo le desafiaste
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por las verdades que dijo, que nunca fueran verdades.

De mala gana me río; ¡qué donoso disparate!
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No guardaste tu secreto ¿y quieres que otro lo guarde?

No puedo admitir disculpa, otra vez tomo [a] avisarte
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que ésta será la postrera que te hable y que me hables--.

Dijo la discreta Zaida al gallardo Abencerraje,
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y al despedirse replica --Quien tal hace, que tal pague.--

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