domingo, 30 de septiembre de 2012

Morfología en el Primer Ciclo de la ESO





Morfología de la ESO - Cuadernos digitales - Aula 31 (Editorial SM)

2º ESO / EJERCICIOS DE MORFOLOGÍA / FICHA DE TRABAJO del IES Drago

ACTIVIDADES DE RECUPERACIÓN: MORFOLOGÍA Y SINTAXIS del IES La Azucarera (Zaragoza)

Ovidio


Publio Ovidio Nasón (Publius Ovidius Naso, (Sulmona, 20 de marzo del 43 a. C. – Tomis, actual Constanza, 17 d. C.) fue un poeta romano famoso sobre todo por sus obras Arte de amar y Las metamorfosis, obra esta última en verso en que recoge relatos mitológicos procedentes sobre todo del mundo griego y adoptados por la cultura latina de su época. (Wikipedia)


El remedio del amor de Ovidio


Remedios de amor o El remedio de amor (en latín Remedia amoris o Remedium amoris) es un poema de 814 líneas escrito en latín por el poeta romano Ovidio. En el poema, de carácter estoico, Ovidio ofrece consejos y estrategias para evitar los daños y/o perjuicios que nos pueda producir el amor. El objetivo del poema es enseñar, en particular a hombres jóvenes, cómo evitar la idealización de las mujeres amadas y procurarle ayuda en caso de que el amor les traiga desesperación y desgracia. Ovidio asegura que los suicidios que son producto de amores desafortunados pueden ser evitados mediante el cumplimiento de sus consejos. (Wikipedia)


Nombres contables e incontables (Blog de Lengua española)


Los sustantivos se dividen en dos categorías dependiendo de si se pueden combinar con numerales o no. En el primer caso, se denominan nombres contables y en el segundo, nombres incontables. Así, son perfectamente aceptables oraciones como las siguientes:
(1) Le pusieron un guisante debajo de diez colchones de lana
(2) Pues a mí me pusieron tres sandías y ni me enteré
(3) Me quedan dos euros hasta final de mes
Esto nos indica que los sustantivos guisante, colchón, sandía y euro son contables. En cambio, las siguientes oraciones no son aceptables:
(4) Le pusieron un trigo debajo de diez lanas
(5) Pues a mí me pusieron tres mantequillas
(6) Me quedan dos dineros hasta final de mes
Los sustantivos trigo, lana, mantequilla y dinero son incontables. Cuando quiero cuantificarlos de algún modo, tengo que recurrir a medios léxicos, es decir, tengo que explicar con una o varias palabras a qué porción de esa realidad me estoy refiriendo. Puedo coger un grano de trigo, cortar un vellón de lana, añadirle a un pastel dos cucharadas de mantequilla o gastar grandes sumas de dinero. Estas combinaciones tienden a convertirse en secuencias típicas y estereotipadas (lo que se conoce como colocaciones y expresiones idiomáticas).
Los sustantivos contables se suelen denominar también discontinuos o discretos. Los incontables, por su parte, también son conocidos como sustantivos de materia ocontinuos. Esto se explica porque, típicamente, los primeros designan realidades que se perciben como individualidades con unos límites definidos. En cambio, los segundos se suelen asociar con realidades que se conciben como una masa en la que no se aprecian límites precisos. Por eso puedo afirmar tranquilamente que mi colchón es cuadrado, pero que me gustaría cambiarlo por un colchón redondo. Incluso, aunque eso no exista en el mundo, no me cuesta trabajo imaginarme una sandía cuadrada o un euro rectangular. El tener una forma definida y unos límites concretos es típico de los objetos a los que se refieren los sustantivos contables. En cambio, resulta como mínimo extraño pensar en lana cuadrada, mantequilla redonda, agua rectangular, etc. (a no ser, naturalmente, que estemos pensando en una porción de esa materia y no en la materia misma).
Sin embargo, no debemos dejarnos llevar por la tentación de confundir cómo está hecha la lengua con cómo está hecho el mundo. Lo anterior es solamente una relación típica. En última instancia, el que un sustantivo sea contable o incontable no depende de cómo sea la realidad que nombra, sino de cómo se categorice lingüísticamente esa realidad. En este sentido, la lengua no es esclava del mundo, sino que le impone sus propias estructuras. Basta con fijarse en los guisantes y el trigo. En el mundo son realidades comparables. Si yo pongo encima de la mesa un montón de guisantes y, al lado, otro de trigo, me encontraré con que ambos están formados por la agregación de unidades de tamaños no demasiado dispares. Las unas serán verdes y las otras amarillas; las unas, redondeadas y las otras, aplanadas; pero por lo demás… Sin embargo, los guisantes son contables y el trigo, incontable.
Es más, la categorización como contable o incontable presenta una gran variabilidad de una lengua a otra. Por ejemplo, mueble es contable en español (prueba, si no, a contar cuántos muebles tienes en el salón). En cambio, su equivalente inglés furniture es incontable y solo admite la cuantificación con ayuda del sustantivo piece (one piece of furniture), de manera semejante a como nosotros hablamos de una pieza de fruta. Al revés, gente es incontable en nuestra lengua, pero un inglés o un irlandés no tienen inconveniente en hablar de two peoplethree people.
La diferenciación entre contables e incontables se complica en la práctica porque sustantivos que, en principio, situaríamos en una de estas categorías pueden reconvertirse para funcionar como si pertenecieran a la otra. Así, los sustantivos incontables se convierten fácilmente en contables para denominar objetos formados de la materia que designan. Es lo que ocurre frecuentemente con pan, que admite su uso contable en oraciones como la siguiente:
(7) Acércate a la tahona y tráete dos panes
Otras veces permiten referirse a ciertas cantidades de la sustancia en cuestión, cantidades que, aunque no estén medidas ni tasadas en ningún sitio, forman parte de las expectativas compartidas por los hablantes dentro de una determinada cultura. Por ejemplo, si voy a la cafetería de la facultad y pido un café, no es de esperar que me sirvan un barreño de café con leche y tampoco sería una excusa válida en ese caso el decir: “Es que usted no me especificó”. Sin embargo, estas expectativas se pueden ver defraudadas rápidamente en cuanto salimos de nuestro ámbito cotidiano. El hablante de español que pida un café con leche en Alemania se puede encontrar con que le sirvan un tazón de café más bien flojito, más apto para sumergir en él magdalenas que para espabilarse.
Al revés, también se puede pasar los sustantivos incontables por una trituradora imaginaria que los convierta en sustantivos de materia. Eso es lo que ha ocurrido en expresiones como las siguientes, donde una serie de sustantivos incontables aparecen asociados a modificadores indefinidos que son típicos de los sustantivos de materia (8, 9) o sin determinación alguna (10) en un contexto en que un sustantivo contable la necesitaría:
(8) Me gusta esa tarta, pero no con demasiado piñón
(9) Un Jaguar es mucho coche para ti
(10) Échale manzana y verás qué rico sale
La diferencia de significado entre Échale manzana y Échale una manzana está en que en el primer caso estamos concibiendo esa fruta como una sustancia (de manera semejante a como podríamos decir Échale whisky). En el segundo, en cambio, se presenta como como una unidad, un todo redondo y acabado.
Estos cambios de categoría acaban por convertir la noción misma de sustantivo contable e incontable en una noción resbaladiza. Por ello se ha propuesto toda una serie de pruebas que nos ayuden a identificarlos, aunque ninguna es definitiva. Por ejemplo, una característica que se utiliza a veces para diferenciar unos y otros es su relación con la noción de ‘mitad’. Cuando los sustantivos son incontables, podemos combinarlos con la idea de ‘mitad’ sin que pierdan su identidad. La mitad del agua sigue siendo agua, la mitad de la gente sigue siendo gente, la mitad del dinero sigue siendo dinero, etc. En cambio, esto mismo no es cierto de los sustantivos contables. La mitad de una mesa ya no es una mesa, la mitad de una cabra deja de ser una cabra, etc. Esta prueba, no obstante, no nos ayuda demasiado con sustantivos que se refieren a realidades abstractas. Resulta complicado pensar en cosas como la mitad de una duda (sustantivo contable) o la mitad de la abnegación (incontable).
En definitiva, la noción de nombre contable e incontable, como tantas veces sucede en lingüística, es intuitivamente clara, pero difícil de acotar con precisión en cuanto descendemos al detalle.

¿Qué son las expresiones idiomáticas? (Blog de Lengua española)


Las expresiones idiomáticas son secuencias de palabras cuyo significado no es compositivo, es decir, el significado de la expresión no se deriva del de sus componentes. Por ejemplo, cuando decimos “Manolo, que estás metiendo la pata…”, aunque conozcamos el significado de meter y de pata, seguimos sin entender lo que quiere decir meter la pata (‘cometer un error’).
Las expresiones idiomáticas significan en bloque. Esto se ve enseguida cuando en broma (o en serio, que de todo hay) las traducimos literalmente. Un clásico es:
From lost to the river < De perdidos al río (‘cuando una situación es desesperada, ya podemos permitirnos cualquier cosa’)
Estas expresiones admiten normalmente una interpretación literal y otra figurada, aunque la preferente suele ser la figurada. Cuando alguien dice que el abuelito estiró la pata, por lo general no interpretamos que está haciendo ejercicios para la artrosis, sino que ha muerto (vale, el ejemplo es un poco crudo, pero se entiende la idea).
Las expresiones idiomáticas son vocabulario. Expresiones como tomar el pelo(‘burlarse de alguien’), traer por la calle de la amargura (‘hacer sufrir’) o dar gato por liebre (‘engañar’) son unidades que hay que aprender igual que lo hacemos con subrogar, arremeter o persuadir.
Esta parte del vocabulario es de lo último que se aprende en una lengua extranjera, pero resulta fundamental para expresarse no ya con corrección sino con naturalidad.
Así que ya sabes: si quieres darle sopas con honda en inglés al vecino, ya puedesechar el resto con las expresiones idiomáticas.

¿Qué son las colocaciones? (Blog de Lengua española)



En lingüística, una colocación es una combinación estable de palabras que se emplea de manera preferente, en lugar de otras también posibles, para referirse a un determinado objeto o estado de cosas de la realidad extralingüística. Se trata de combinaciones como vino tinto, pronunciar un discurso, asquerosamente rico ofracasar estrepitosamente, que a cualquier hablante nativo le resultan conocidas, pero que, como veremos, no son en modo alguno evidentes.
El nombre colocación nos puede extrañar en un primer momento porque normalmente significa otra cosa, pero todo tiene su explicación. Colocar viene del latín con y locare y significa, por tanto, etimológicamente ‘poner junto’. En el sentido que nos interesa, lo que se junta son palabras. El término lingüístico se refiere a un fenómeno que se puede constatar en cualquier lengua: de todas las combinaciones de palabras que en principio son posibles para referirse a una realidad dada, en la práctica únicamente se utilizan unas pocas o, incluso, una sola.
Supongamos que un estudiante extranjero se presenta en un bar de Cáceres y pide un vino rojo o un vino colorado. Puede que el camarero le entienda, pero también se dará cuenta inmediatamente de que algo no encaja en la expresión (y si es un hablante nativo quien se lo pide, es probable que no le sirva el vino porque le parecerá que no está en condiciones de tomárselo). El problema consiste en que de todas las expresiones posibles para referirse a esa bebida, la única que de hecho se utiliza es vino tinto, donde aparece un adjetivo tinto que, según el diccionario, significa ‘rojo’, pero que resulta totalmente infrecuente con ese sentido fuera de esa combinación. El español, además, se aparta en esta denominación de otras lenguas, que al vino de color rojo simplemente lo llaman vino rojo; por ejemplo, el francés (vin rouge), el inglés (red wine) o el checo (červené víno).
Se dice a veces que las colocaciones son combinaciones frecuentes, aunque esto se ha de matizar. Por un lado, hay combinaciones que apenas se utilizan, comoacendrada virtud, y que, sin embargo, reconocemos como secuencias prefabricadas que están disponibles en la lengua para expresar una idea determinada. Por otro lado, hay combinaciones enormemente frecuentes, comoojos verdes o una cosa, cuya frecuencia tiene que ver con cómo está hecho el mundo y no con cómo está hecha la lengua, y que, por tanto, carecen de interés para el lingüista.
Las colocaciones son imprevisibles, de ahí la necesidad de aprenderlas. Siguiendo con nuestro ejemplo del vino tinto, no hay forma de adivinar que tinto es precisamente el adjetivo que necesitamos ahí. ¿Y por qué decimos dar un paseo? ¿No sería más lógico hacerlo como los italianos (fare una passeggiata) o los franceses (faire une promenade)? Ahí está la gracia del asunto, en que se dice así y no de otra manera. Y quien quiera hablar correctamente esta lengua tendrá que aprenderlo. Pero es que incluso nombres que presentan rasgos en común en su significado se combinan a veces con verbos diferentes. Así, se dice dar un paseo, dar una vuelta, pero no dar un recorrido o dar una excursión.
Llegados aquí hay que aclarar, no obstante, que no se deben confundir las colocaciones con otras combinaciones de palabras también imprevisibles: las expresiones idiomáticas (por ejemplo, tomar el pelo). El significado de las colocaciones es compositivo, es decir, se puede identificar qué parte del significado del conjunto aporta cada uno de los componentes individuales. Las expresiones idiomáticas, en cambio, significan en bloque, sin que se puedan identificar significados parciales que residan específicamente en cada uno de sus componentes (compara cometer un error con meter la pata).
No se puede hablar correctamente sin un dominio adecuado de las colocaciones. Una de sus características es que presentan de manera inequívoca un concepto, por lo que facilitan una comunicación económica y certera. Por ejemplo, yo puedo decir interrogar a un alumno para comprobar si ha aprendido la materia que tenía que traer estudiada para hoy y me entenderán, pero, desde luego, todo será más fácil si digo tomar la lección. Además, este tipo de expresiones distinguen a menudo niveles de lengua: si me estoy dirigiendo a un amigo, diré: Échame ahí una firma; pero en un reportaje sobre la adhesión de España a la Comunidad Económica Europea probablemente oiremos que El Presidente estampó su firma en el Tratado. Piensa en lo ridículo que sería intercambiar los verbos en estos ejemplos.
Hay diversos tipos de colocaciones, dependiendo de las clases de palabras que se combinan:
Sustantivo y adjetivo: vino tinto, error garrafal, enemigo acérrimo, soltero empedernido
Verbo y sustantivo: dar un paseo, celebrar una reunión, pronunciar un discurso, refrescar la memoria
Verbo y adverbio: saludar efusivamente, discutir acaloradamentenegar taxativamente
Adjetivo y adverbio: asquerosamente rico, gravemente herido, rematadamente loco
Sustantivo, preposición y sustantivo: loncha de jamón, banco de peces
Es fácil comprobar que estas combinaciones son propias de una determinada lengua, en este caso, del español: trata de traducir los ejemplos de arriba a otro idioma y lo verás. De hecho, una dificultad nada desdeñable en el aprendizaje de una lengua extranjera consiste precisamente en el dominio de las colocaciones. Muchos de los errores de los hablantes no nativos son vinos colorados, es decir, combinaciones de palabras que son gramaticalmente correctas, pero que nadie usa.
Y es que la lengua no es un mecano y para aprender a hablar no basta con tener unas cuantas piezas que después se van juntando. Hay que saber además que la gente, luego, solo junta algunas de esas piezas, como hacemos con tantas cosas en esta vida.

sábado, 29 de septiembre de 2012

portaviones, mejor que portaaviones


Portaviones, escrito con una sola a, es la grafía recomendada frente a portaaviones, y así  figurará en la próxima edición del Diccionario académico, según señalan fuentes de la RAE.
De acuerdo con la Ortografía de la lengua española, «en todos los casos se recomienda que, si la reducción vocálica se halla generalizada en la lengua oral, se empleen preferentemente las grafías simplificadas, que son las que han acabado triunfando históricamente en situaciones similares, como se ve en aguardiente, drogadicto, hexángulo paraguas, voces que hoy solo se escriben en esas formas».
Por lo tanto, el nombre de este tipo de buque está adecuadamente escrito en informaciones como «China pone en servicio su primer portaviones» o «China presentó su primer portaviones en medio de una tensa disputa con Japón».

La Educación Prohibida - Película Completa HD por Germán Doin




Hola a todos, hoy viene este artículo en El País. Me han hablado de esta película-documental, la podéis descargar sin problemas en internet porque el autor así lo quiere....espero que podamos difundirlo cuanto más mejor y que este sistema cambie para que todo vaya mejor.
Un abrazo

Una película para derribar la escuela
Un documental difundido en la Red revela el malestar con un sistema anclado en el siglo XIX

Fotograma del documental 'La educación prohibida'.


¿Y si el problema de la escuela no es cómo enseñar más matemáticas, más lengua o más inglés, repetir curso o no? ¿Y si se trata de un problema de raíz, de que la escuela, tal y como está concebida, dividida y fragmentada por edades y por materias estancas, no funciona, con sus exámenes que acaban condicionando unas enseñanzas anacrónicas y alejadas de la realidad, aburridas y artificiales? ¿Y si la escuela inventada en la era industrial para dar unas instrucciones mínimas y la transmisión de una cultura básica, simplemente ya no sirve en la era de Internet? Y no solo eso, ¿y si encima está matando la creatividad de los niños?
En el documental dirigido por el argentino Germán Doin y titulado La educación prohibida se da una respuesta afirmativa a todas esas preguntas: según decenas de expertos de varios países latinoamericanos, incluido España, la escuela no sirve y hay que cambiarla, hay que derribarla para empezar de cero. “Si no estuviéramos haciendo las cosas como las estamos haciendo porque siempre las hicimos así, ¿cómo las haríamos hoy?”, dice en la película el director de escuela Ginés del Castillo.
El director del filme, de 24 años, busca ampliar el debate educativo
Sobre todo, cuenta por teléfono el joven director de 24 años, la película trata de trasladar a toda la sociedad el debate que durante décadas ha estado vivo, dentro de los ámbitos educativos académicos, con unos postulados que cuentan con tantos entusiastas defensores como aguerridos detractores que no ven más que cháchara e ilusas alternativas al modelo actual.
De momento, parece que ese primer objetivo de extender el debate va por buen camino: desde que se estrenó el pasado 13 de agosto, se ha visto 2,2 millones de veces en la página web oficial y 3,6 millones en YouTube; ha tenido más de 229.000 descargas, y se ha proyectado o se va a proyectar en 712 pantallas de todo el mundo. El proyecto se ha financiando con aportaciones voluntarias a través de la Red (crowdfunding) y se ofrece su resultado de forma libre bajo la idea del copyleft. Una licencia libre es copyleft cuando además de otorgar permisos de uso, copia, modificación y redistribución de la obra protegida, contiene una cláusula que impone una licencia similar a las copias y obras derivadas.
Richard Gerver: “Es la clase de provocación que necesitamos”
Además de fomentar la discusión, Doin y su equipo buscan dar a conocer las propuestas alternativas a ese modelo mayoritario de escuela, muchas veces, asegura, marginadas y poco conocidas: desde el método Montessori, Waldorf, la pedagogía Sistémica o democrática, la libertaria, incluso la educación en casa (esta última está prohibida en algunos países, entre ellos España). En general, la idea es rechazar una escuela igualadora (todos los niños a cierta edad deben saber unas ciertas cosas), rígida, que impone ideas y educa en una competencia feroz, para proponer otra centrada “en el amor y en los vínculos humanos”, en respeto hacia los niños y las experiencias vivenciales.
Pero a mucha gente todo esto les puede sonar a chino, a cháchara vacía: “Me he visto la primera media hora o así y lo he dejado por aburrimiento. A primera vista, parece pura demagogia con muy poca chicha”, dice el economista del CSIC y de la Autónoma de Barcelona Ángel de la Fuente, que ha hecho muchos trabajos en el ámbito educativo. Sin embargo, el también economista en la Universidad de Barcelona, con amplia trayectoria en la investigación educativa, Jorge Calero, cree que “la película marca un camino y creo que es un buen camino”. “Me ha gustado mucho en el fondo y en la forma. Creo que son muy necesarias estas aproximaciones. Y muy interesante el proceso de producción, financiación y distribución”, añade.

Algunos docentes creen que se ataca injustamente la enseñanza pública
Lo cierto es que la película ha causado una gran controversia, sobre todo, en Argentina, sede de la producción. Allí, muchos docentes la han tachado de injusta con la escuela pública, ya que insiste mucho en el autoritarismo escolar. Además, debajo de una fachada libertaria, ven un auténtico apoyo a la educación privada que en el fondo abraza los postulados neoliberales de la libertad de elección de centro. Sin contar, claro, con aquellos padres que no quieren oír hablar de educaciones emocionales y desarrollos de la personalidad, sino de sistemas en los que sus hijos aprendan a calcular muy bien, a leer y escribir mejor que sus compañeros, las reglas de la física, la historia y la geografía que les enseñaron a ellos.
Si, como defienden expertos como los del Colectivo Lorenzo Luzuriaga, la escuela pública, plural y laica que no separe es la única que puede garantizar la cohesión social, cultural y territorial de un país, es evidente que cada vez esa institución encontrará más dificultades para dar respuesta en un solo espacio a aspiraciones cada vez más diferentes de unos y otros padres.
El especialista británico Richard Gerver lleva años haciendo críticas muy parecidas a las que se ven en el documental, y cuando se le plantea esta cuestión de las distintas aspiraciones de los padres, suele contestar que, aunque no sepan muy bien cómo tiene que ser para que funcione, cada vez más familias tienen la firme impresión de que el sistema hoy no está funcionando. “Creo que La educación prohibida contiene la clase de provocación que necesitamos para desviar el debate desde los sistemas y las estructuras hacia la enseñanzas y los aprendizajes necesarios para preparar a los niños para los desafíos del futuro. No tiene ningún sentido diseñar un sistema pensando en los desafíos de hoy y creo que esta película enciende el debate, aunque en realidad lo que tenemos es que dejar de hablar y empezar a actuar”, escribe Gerver por correo electrónico.
El ‘copyleft’ y el poder de Internet
A través de la financiación colectiva vía Internet (crowdfunding), “704 coproductores” han puesto dinero para hacer el documental La educación prohibida, dice el material de prensa de la película. Y añade: “Podrás verla libremente, podrás descargarla, podrás copiarla, podrás reeditarla, podrás acceder a todo el material documental, podrás distribuirla gratuitamente. Disponible en Internet, DVD, Bluray, televisión y cine”. Es decir, que además de verla en YouTube, se puede ver y descargar en la web http://www.educacionprohibida.com/ y se puede solicitar una copia para proyectarla (en España, esto ya ha ocurrido en varias ciudades, Vigo y Zaragoza, entre otras). Aparte de provocar el debate educativo, el documental tenía otros objetivos: “Nos movía también la idea de que otra forma de hacer cine es posible. Y la del copyleft [que permite la libre distribución y modificación de los contenidos, siempre que se respete la autoría] es una. La lógica es que también se puede proteger la cultura compartiéndola”, asegura el promotor del proyecto y director de la película Germán Doin.
Además, el proyecto continúa después del documental, al convertirse en una iniciativa colectiva llamada Red de Educación Viva (Reevo), que intenta ser una especie de contenedor y difusor de esas otras formas de hacer educación. “Colgaremos y compartiremos las entrevistas enteras con los distintos especialistas”, cuenta el joven director.
De hecho, los productos audiovisuales, muchas veces difundidos a través de la web, se han convertido en una poderosísima herramienta para sacar de los ámbitos académicos el debate educativo (como tantos otros) y llevarlo hasta la población en general. Si el especialista Richard Gerver saltó a la fama por sus vídeos en YouTube, también se han hecho enormemente famosos algunos de los protagonizados por Ken Robinson. En especial, ha logrado una amplia difusión uno en el que sostiene que las escuelas están matando la creatividad de los jóvenes.
Se trata de un vídeo realizado en 2010 por la Real Sociedad de las Artes británica en el que, sobre la voz en off del discurso de Robinson, los dibujos de Andrew Park van explicando los argumentos con imágenes. De hecho, Germán Doin reconoce la fuerte influencia de Robinson y de este vídeo en los argumentos desplegados en su filme.
También es cierto, en todo caso, que probablemente puede suscitar mucho más acuerdo la parte de las críticas contenidas en el documental que la de las alternativas, donde siempre acecha el vacío, la pregunta de si alguno de esos métodos dispersos (hoy en escuelas privadas, aunque excepcionalmente en algunas concertadas e incluso algún instituto público) podría generalizarse y conformar un nuevo sistema. O la pregunta del padre pragmático que, ante las teorías de seguir los deseos y las motivaciones y la creatividad del niño, dice: muy bien, eso es muy bonito, pero para ser ingeniero hay que saber muchas matemáticas.
Doin responde: su apuesta es por el debate y por la libertad, no por una fórmula cerrada, y admite que muchas de las ideas “nuevas” que aporta ya se aplican en numerosos colegios. En la película, el médico y psicoterapeuta argentino Carlos G. Wernicke habla de la eterna dicotomía entre la pedagogía de izquierdas (adaptar la escuela al niño) y la de derechas (el niño a la escuela): “Probablemente la respuesta está en algún lugar en el medio”.
El especialista y exministro de Educación argentino Juan Carlos Tedesco pide cuidado para no derribar todo un sistema sin tener clara la alternativa y da la vuelta a la cuestión: si durante tantos años todas esas alternativas no han cuajado y no se han generalizado, quizá es que, en verdad, hay algo en ese sistema tan denostado que realmente funciona.
El año pasado, en un artículo publicado en la revista Escuela, cuestionaba incluso la idea de que todas esas teorías fueran alternativas, pues son en realidad el discurso dominante en los ámbitos académicos: “Desde hace ya varias décadas, la literatura utilizada en las universidades y en los centros de formación docente está basada en líneas teóricas que cuestionan las jerarquías tradicionales, promueven la necesidad de la innovación y el cambio, reivindican el papel de la dimensión local frente a los poderes centrales y, como sucede en el conjunto de las ciencias sociales, suelen ser muy críticas con el orden social dominante”, escribe.
De hecho, dedica el artículo a cuestionar algunos de los postulados que considera que se han convertido en lugares comunes educativos, por ejemplo, la idea de las bondades de la libertad y la descentralización frente a la imposición de modelos únicos y homogeneizadores, la falta de pertinencia de los contenidos y de participación. Todas esas cosas, según los contextos, pueden significar avances y mejoras “o, al contrario, pueden estar asociadas a mayor fragmentación, desigualdad, privatización, aislamiento cultural o, mucho peor, control cultural o político tradicional”, advierte Tedesco.
También alerta contra el continuo reformismo y contra el rechazo a toda la tradición pedagógica sin una parte de la cual es imposible que ningún cambio sea efectivo en la escuela.

mandamás: plural, mandamases


El plural del término mandamás ('persona que tiene el mando o la autoridad') es mandamases, y es común en cuanto al género: el/la mandamástal como se señala en el Diccionario panhispánico de dudas de las Academias de la Lengua.
Sin embargo, se pueden ver ejemplos de uso inapropiado del plural de mandamás en algunos medios: «Puede que suene a broma, pero el documento está firmado por una de las mandamás de Google», «El jugador navarro trata de hacerse un hueco entre los mandamás del panorama de la pelota a mano».
En todos estos ejemplos lo apropiado habría sido escribir los las mandamases, no los las mandamás.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Las metamorfosis de Ovidio


 

Las metamorfosis (Metamorphoseon, en latín; del griego μεταμόρφωσις, ‘transformaciones’), del poeta romano Ovidio, es un poema en quince libros que narra la historia del mundo desde su creación hasta la deificación de Julio Cesar, combinando con libertad mitología e historia. Terminada en el año 8 d. C., es considerada como una obra maestra de la edad de oro de la literatura latina. Una de las obras clásicas más leídas durante la Edad Media, Las metamorfosis continúa ejerciendo una profunda influencia en la cultura Occidental. (Wikipedia)



sábado, 22 de septiembre de 2012

Presentación de La ciudad y los perros (vídeo)


El 20 de junio de 2012 se celebró en la Real Academia Española la presentación institucional de la edición conmemorativa del cincuentenario de La ciudad y los perros, primera novela del académico y Premio Nobel Mario Vargas Llosa.

Mario Vargas Llosa en Lenliblog
La ciudad y los perros en Lenliblog

"Amor constante, más allá de la muerte" de Quevedo (vídeo - recitado por José Luis Gómez)




"Amor constante, más allá de la muerte"
Francisco de Quevedo


Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera;

mas no, de esotra parte, en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama la agua fría, 
y perder el respeto a ley severa.

Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido,

su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.

[Quevedo, Francisco de: Obra poética, tomo I, ed. de José Manuel Blecua 
Teijeiro. Madrid, Castalia, 1969-1971, pág. 657.]

El actor y académico electo José Luis Gómez leyó este poema de Francisco de Quevedo el 20.12.2011 en la sede de la RAE, con motivo de la presentación de la "Fonética y fonología" de la Nueva gramática de la lengua española.

Texto del poema de Quevedo: http://bit.ly/U2aWXW
Grabación íntegra del acto: http://youtu.be/Vx0YN_8WFQE

Presentación en la RAE de Escribir en internet. Guía para los nuevos medios y las redes sociales

El director de la Real Academia Española y presidente de la Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA), José Manuel Blecua, ha presidido hoy en la sede académica la presentación del primer manual práctico de uso del español en internet: Escribir en internetGuía para los nuevos medios y las redes sociales, editado por Galaxia Gutenberg.
En el acto, han intervenido, junto al director, el presidente de la Agencia Efe, José Antonio Vera; el director general de Fundéu BBVA, Joaquín Müller; el periodista Mario Tascón, director y coordonador del libro, y el músico Julián Hernández, cantante y letrista del grupo Siniestro Total.
El director de la RAE ha dado la bienvenida a los asistentes y a los hispanohablantes que han seguido el acto a través de Internet: «A todos nos une el deseo de escribir bien, lo mejor posible, en esta lengua que compartimos cerca de 500 millones de personas. Por eso, lejos de cualquier mensaje catastrofista, creemos en la gran oportunidad que nos brindan los nuevos medios».
En la misma línea, todos los participantes han querido destacar que el futuro del español en Internet goza de buena salud, pues el carácter público de lo que allí se escribe repercute directamente en la reputación del autor y esto hace que crezca el interés por la corrección, la buena escritura y las buenas formas.
Escribir en internet. Guía para los nuevos medios y las redes sociales recoge recomendaciones y estudios de más de cuarenta expertos sobre cortesía en la red, correspondencia electrónica, reputación online, español global, escritura colectiva, redacción para blogs, mensajería instantánea, gestión de comentarios, redes sociales, emoticonos, accesibilidad… y todo lo que hoy resulta necesario para trabajar con corrección en la Red.
«Nunca se ha escrito tanto como ahora, pero quizá, más relevante, nunca se ha publicado tanto como ahora. Cuando nos preguntan a los académicos si estos medios empeoran la lengua solemos contestar que no necesariamente», ha afirmado el director de la RAE. El buen aprovechamiento de ellos depende de cada uno, ha añadido, y, por ello, «quien recibe una buena enseñananza y luego se preocupa por la buena utilización de la herramienta que es el idioma sabrá distinguir perfectamente las distintas situaciones, los diferentes contextos».
El manual Escribir en internet. Guía para los nuevos medios y las redes sociales también se puede consultar gratuitamente en el portal de Fundéu.


A ver / haber (RAE y otros enlace)

  Aunque a ver y haber se pronuncian de la misma forma, deben distinguirse adecuadamente en la escritura.
  a) a ver
  Se trata de la secuencia constituida por la preposición a y el infinitivo verbal ver:
  Vete a ver qué nota te han puesto.
  Los llevaron a ver los monumentos de la ciudad.
  Como expresión fija, presenta distintos valores y usos:
  • En tono interrogativo, se emplea para solicitar al interlocutor que nos deje ver o comprobar algo:
  —Mira lo que he comprado. —¿A ver?
  • Expresa, en general, expectación o interés por saber algo, y va normalmente seguida de una interrogativa indirecta:
  A ver cuándo nos dan los resultados.
  • Se utiliza para llamar la atención del interlocutor antes de preguntarle, pedirle u ordenarle algo:
  A ver, ¿has hecho lo que te dije?
  A ver, trae el cuaderno.
  • Equivale a claro o naturalmente, como aceptación de algo que se considera inevitable:
  —Pero ¿al final os vais? —¡A ver! Si no lo hacemos, perdemos el dinero de la reserva.
  • Delante de una oración introducida por la conjunción si, expresa, bien expectación, curiosidad o interés, a veces en forma de reto; bien temor o sospecha; bien deseo o mandato:
  ¡A ver si adivinas lo que estoy pensando!
  A ver si te caes.
  A ver si eres más organizado de ahora en adelante.
  En muchos de estos casos la secuencia a ver puede reemplazarse por veamos, lo que pone de manifiesto su relación con el verbo ver y no con el verbo haber:
  A ver con quién aparece mañana en la fiesta [= Veamos con quién aparece mañana en la fiesta].
  A ver si te atreves a decírselo a la cara [= Veamos si te atreves a decírselo a la cara].
  b) haber
  Puede ser un verbo o un sustantivo:
  • Como verbo, haber se usa como auxiliar, seguido de un participio, para formar los infinitivos compuestos de la conjugación:
  Haber venido antes.
  Tiene que haber sucedido algo.
  Sigo sin haber entendido lo que ha pasado.
  También se emplea como infinitivo del verbo impersonal que denota la presencia o existencia de lo designado por el sustantivo que lo acompaña:
  Parece haber un chico esperándote en la puerta.
  Tiene que haber muchas cosas en el frigorífico.

   
  • Como sustantivo, haber es masculino y significa, en general, ‘conjunto de bienes o caudales de una persona’:
  Su haber era más bien escaso.
   

Halla / haya / aya (RAE y otras entradas)



  a) haya
  Puede ser un verbo o un sustantivo:
  • Como verbo, es la forma de primera o tercera persona del singular del presente de subjuntivo del verbo haber. Con este valor se utiliza, bien seguida de un participio para formar el pretérito perfecto (o antepresente) de subjuntivo del verbo que se esté conjugando (haya visto, haya mirado, etc.), bien como verbo de una oración impersonal:
  Espero que Luis haya aprobado.
  No cree que el niño se haya vestido solo.
  Quizá haya algo que podamos hacer.
  Si estas oraciones se expresasen en otro tiempo verbal, la forma haya sería reemplazada por otra forma del verbo haber:
  Esperaba que esta vez Luis hubiese aprobado.
  No creía que el niño se hubiese vestido solo.
  Quizá habría algo que pudiéramos hacer.
  • Como sustantivo, es femenino y designa un tipo de árbol:
  Hay que podar el haya del jardín.
  Se sentó a la sombra de una frondosa haya.
  b) halla
  Es la forma de la tercera persona del singular del presente de indicativo, o la segunda persona (tú) del singular del imperativo, del verbo hallar(se), que significa ‘encontrar(se)’:
  No sé cómo lo hace, pero halla siempre una excusa perfecta para no ir.
  La sede de la organización se halla en París.
  La flora se halla constituida por diferentes especies.
  Halla la hipotenusa del siguiente triángulo rectángulo.
  Obsérvese que en estos casos la palabra halla se puede sustituir por la forma encuentra:
  No sé cómo lo hace, pero encuentra siempre una excusa perfecta para no ir.
  La sede de la organización se encuentra en París.
  La flora se encuentra constituida por diferentes especies.
  Encuentra la hipotenusa del siguiente triángulo rectángulo.
  c) aya
  Es un sustantivo femenino que significa ‘mujer encargada en una casa del cuidado y educación de los niños o jóvenes’:
  Aún se acordaba del aya sabia y cariñosa de su infancia.
  La vieja aya seguía llevando a los niños al parque.

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