sábado, 12 de noviembre de 2011

Plural de modestia



El plural de modestia es un artificio retórico que consiste en utilizar un nosotros que encubre un yo. La primera persona singular se convierte en plural para que el individuo responsable de aseveraciones, juicios, propuestas, etc. pase a un segundo plano y quede oculto tras una pluralidad ficticia. Se trata de dar un paso atrás lingüísticamente para no atribuirse demasiada importancia a uno mismo.
Este particular empleo de la primera persona del plural se asocia típicamente con textos académicos y científicos. Encontramos un magnífico ejemplo en la nota preliminar que redacta Francisco Ruiz Ramón en 1971 para la segunda edición de su Historia del teatro español:
Nuestra intención al preparar la revisión de este libro para su segunda edición ha sido mantener la que presidía la primera redacción. Sin embargo, nuestra conciencia de la insuficiente presentación de algunos temas, la crítica amistosa, y por ello mismo severa de algunos amigos y colegas, aquellas reseñas en donde con espíritu objetivo —que agradecemos—se hacían reparos y se señalaban errores y erratas, la consideración más detenida de algunos puntos y nuevas lecturas, nos han decidido a rechazar páginas enteras y a escribirlas de nuevo, cambiando, en la medida en que nuestros puntos de vista habían cambiado, su enfoque, y esto, a veces, de modo sustantivo, sin que nos detuviera el expresar ideas distintas a las sostenidas antes si estas nos parecían incorrectas o insuficientes.
Quien habla en el párrafo anterior es el autor individual de un manual universitario. Podría expresar perfectamente los mismos contenidos en singular: Mi intención al preparar la revisión de este libro… mi conciencia de la insuficiente presentación de algunos temas… con espíritu objetivo —que agradezco—… me han decidido a rechazar páginas enteras. Sin embargo, prefiere ocultar pudorosamente su persona amparándose en el plural. Como se aprecia también en el ejemplo, el plural de modestia no afecta solamente a las formas verbales, sino, en general, a las palabras y expresiones capaces de expresar persona, como determinantes posesivos (nuestra intención) o pronombres (nosparecían incorrectas).
El plural de modestia no es, ni mucho menos, exclusivo del lenguaje académico, sino que puede presentarse en cualquier tipo de discurso. Sin embargo, la tradición y las convenciones de la producción científica, con sus exigencias de objetividad, parecían empujar al autor a adoptar el plural en la expresión. En las últimas décadas, no obstante, se aprecia una tendencia a emplear un estilo más directo, por lo que cada vez más se prefiere el yo a la hora de redactar un artículo o realizar una presentación en un foro científico. Ambas posibilidades entran por igual en lo que hoy día se considera una buena redacción. Son opciones diferentes que el autor tiene a su disposición y entre las cuales habrá de escoger dependiendo de si quiere situar el foco de atención sobre sí mismo o más bien apartarlo.
Otro uso particular del plural relacionado con este, aunque con motivaciones muy diferentes, es el del denominado plural mayestático, del que nos ocuparemos en otra ocasión.

El plural en el DRAE

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