viernes, 9 de septiembre de 2011

"Teatro español del siglo XX"

Tres sombreros de copa, una de las obras claves del siglo pasado.
1. TEATRO ESPAÑOL HASTA LA GUERRA CIVIL




Al público burgués no le interesan los problemas sociales o ideológicos ni las aventuras formales. Sin espectadores no hay dinero, por lo que se representa lo que el público pedía. Los autores que no cumplieran sus requisitos no se representaban.

La consecuencia es la pobreza del teatro español, entendido como espectáculo. Es un teatro inmovilista que da la espalda a los movimientos renovadores del teatro europeo y mundial.



1.1.1. TEATRO COMERCIAL DE ÉXITO

Benito Pérez Galdós – Realidad 1892, Jacinto Benavente – El nido ajeno 1894, Joaquín Dicenta – Juan José 1895, trataron de introducir un teatro cercano al del naturalismo europeo. Escenarios que reproducían ambientes reales, empleo de un lenguaje más conversacional, un tipo de actuación más natural y temas conflictivos eran algunas de sus características.



1.1.1.1.1. *Comedia benaventina

Jacinto Benavente es un ejemplo de las limitaciones del teatro español. El fracaso le llevó a escribir obras más acordes con el público al que había que halagar. La comida de las fieras (1898) fue su primer gran éxito. Sus tramas presentan problemas poco conflictivos. Predomina el diálogo elegante natural e ingenioso. Su obra incluye comedias burguesas y dramas rurales.



1.1.1.1.2. *Comedia costumbrista

Otra línea teatral son los sainetes, caracterizados por el ambiente pintoresco de determinadas regiones españolas, por los personajes típicos y por su lenguaje humorístico. Carlos Arniches refleja las costumbres madrileñas de los barrios populares con sus chulos y chulapas, El santo de la Isidra (1898). Creó un nuevo género, la tragicomedia grotesca, con personajes caricaturescos y trágicos a la vez, en donde se advierte una cierta crítica social, La señorita de Trevélez (1916).



1.1.1.1.3. *El teatro poético

Es un teatro en verso, influido por el Modernismo y caracterizado por sus temas históricos y su conservadurismo ideológico. Se evocan con nostalgia episodios de un pasado glorioso. Eduardo Marquina, En Flandes se ha puesto el sol (1910).



1.1.2. TEATRO RENOVADOR Y MARGINADO

En la Generación del 98 destaca Jacinto Grau que emplea una prosa poética en obras de temas tradicionales, El burlador que no se burla (1930). Ramón Gómez de la Serna escribió Los medios seres (1929) sobre las frustraciones humanas. Los autores del 27 intentaron crear un nuevo público mediante el acercamiento del teatro al pueblo. Rafael Alberti, Pedro Salinas y Miguel Hernández fueron algunos de los poetas que se acercaron ocasionalmente a la creación teatral.



Alejandro Casona adquiere fama en 1936 con Nuestra Natacha. En el exilio escribió algunas obras famosas que se estrenaron fuera de España, La barca sin pescador (1945). En ellas hay una mezcla de realidad y fantasía, con personajes poco individualizados y un lenguaje retórico y seudo-poético.

Max Aub: Obras vanguardistas y antirrealistas y una gran obra centrada en los horrores de las guerras. San Juan (1943) refleja la deriva de un barco cargado de emigrantes judíos huidos del nazismo que naufraga al no poder atracar en ningún puerto



1.1.3. OBRA TEATRAL DE RAMÓN MARÍA DEL VALLE-INCLÁN

La originalidad audaz de Valle, sus planteamientos radicales y sin concesiones, la riqueza y expresividad de su lenguaje, lo distinto de sus temas y de su estética explican que sus obras permanecieran fuera de los escenarios de su tiempo, relegadas a ser teatro para leer.



Valle fue radical en su crítica de la sociedad, de la cultura y de la política. Su inagotable búsqueda artística le llevó de su inicial modernismo decadente a la creación de un género personal: el esperpento



El primer teatro es de corriente modernista. Los temas de evasión, el estilo brillante y la actitud rebelde se encuadran en unas obras idealizadas y estetizantes que resultan convencionales y retóricas.



El ciclo mítico con las Comedias bárbaras es el resultado de la prueba de otras corrientes. La Galicia mítica y rural es el marco en el que se desarrollan estas historias, en las que los personajes actúan gobernados por instintos y pasiones violentas y primitivas (sexo, dinero, poder), en un clima donde las supersticiones y los mitos desempeñan un papel fundamental. Los episodios truculentos se suceden con un ritmo vertiginoso por los continuos cambios de escenario y la abundancia de personajes, Divinas palabras (1920)



Simultáneamente desarrolla una serie de farsas donde lo grotesco y la caricatura convierten a los personajes en fantoches y marionetas ridículas



1.1.3.1.1. El esperpento

En 1920 cuaja las líneas anteriores en el esperpento, un género literario propio basado en la deformación sistemática de personajes y valores, con la que ofrece una denuncia de la sociedad española contemporánea. Luces de bohemia. Lo esperpéntico es un reflejo deformado de una realidad ya deformad que nos revela el verdadero rostro de la vida española. Los personajes son seres grotescos en un mundo grotesco.



Otros rasgos formales es el uso de contrastes entre lo doloroso y lo grotesco, lo tráfico y lo cómico…; la riqueza del lenguaje cuidadosamente elaborado y muy personal en el que hay una estilización de registros diferentes; las acotaciones teatrales muy literarias que adquieren valor en sí mismas; los numerosos personajes y los continuos cambios de espacio y tiempo entre las escenas.



El valor literario de los esperpentos hay que buscarlo en la ruptura que paralela a la de las vanguardias representan frente a la tradición, en su entronque con el expresionismo europeo y en su nexo con reflexiones teatrales de Brecht y del teatro del absurdo: Valle fue un precursor y un guía del moderno teatro crítico.



1.1.4. OBRA TEATRAL DE FEDERICO GARCÍA LORCA

El teatro lorquiano puede llamarse poético por su uso abundante del verso y por la raíz poética de la que nacen sus argumentos y su lenguaje. El tema dominante es el enfrentamiento entre el individuo (deseo, amor, libertad) y la autoridad (tradición, convenciones sociales y colectivas). La mayoría de los protagonistas son femeninos que son amenazados por la frustración. Su primer intento dramático, El maleficio de la mariposa (1919), resultó fallido. La siguiente obra es una farsa de guiñol.



Mariana Pineda (1923), un romance popular en tres estampas, supone la primera tentativa de acercamiento al drama lírico, al representar la historia de la heroína ajusticiada por bordar una bandera republicana.



Lorca da un giro hacia el Surrealismo. Así que pasen cinco años (1931) es una comedia imposible, que anula las convenciones espaciales y temporales del teatro realista. El humor, el lirismo y un ambiente onírico e ilógico son las características dominantes de esta leyenda del tiempo.



De 1935 es la inacabada Comedia sin título, premonición de la Guerra Civil. Esta obra une a sus rasgos surrealistas una intención social y didáctica, con su interpelación directa al público para proponerle la destrucción del teatro.

Las obras más importantes de Lorca forman la llamada trilogía rural: Bodas de sangre (1932), unión de realismo y poesía, de prosa y verso, el clima es denso y dramático; Yerma (1934), trata del drama de la mujer estéril; La casa de Bernarda Alba (1936), es un drama sobrecogedor e intenso.



2. TEATRO ESPAÑOL TRAS LA GUERRA CIVIL



El impacto de la Guerra Civil sobre el teatro fue tremendo. A la muerte y exilio de autores, directores, escenógrafos y actores hay que añadir la pobreza que afecta al teatro desde 1939 por el hábito de la autocensura en los escritores y el alejamiento de los empresarios de la experimentación.



2.1.1. TEATRO EN LOS AÑOS 40

El teatro está condicionado por la sociedad burguesa del momento, dirigido a su ideología. Representa una realidad falsificad. Las corrientes teatrales son: el teatro cómico, heredero del sainete, lleno de situaciones tópicas y chistes lingüísticos; el teatro histórico-político, de evasión, que permitía olvidar la realidad inmediata y que cantaba glorias y héroes del pasado, es un teatro paralelo al cine de la época.

Junto a este teatro comercial, cabe tener en cuenta las representaciones de algunos autores extranjeros (Oscar Wilde). El repertorio clásico español y extranjero se representa con mucha dignidad



En la creación dramática las líneas que sobresalen son: el drama burgués, continuación de la comedia benaventina, Joaquín Calvo-Sotelo, José López Rubio, Edgar Neville y Benavante hasta su fallecimiento, ya sean comedias de evasión o dramas ideológicos, defienden valores conservadores, encuadrados en obras de correcta construcción y elegantes diálogos; el teatro de humor, Enrique Jardiel Poncela creará una comicidad de lo inverosímil, caracterizada por la ruptura con las formas tradicionales del humor, por desasirse de la lógica, por su huida del tópico y por su libre concepción de la técnica teatral y del espacio escénico. Chocará con un público y una crítica cerrada a su originalidad e inventiva lo que le obligará a reducir sus audacias. Un marido de ida y vuelta (1939)



Miguel Mihura escribió en 1932 Tres sombreros de copa, pero la obra permaneció sin ser representada hasta veinte años más tarde. El humor cercano al absurdo, la burla corrosiva de los hábitos burgueses y provincianos y la sonrisa dolorosa que provocan sus situaciones resultaban muy osados cuando fue escrita y también cuando fue representada. Pero entonces Mihura ya había renunciado a esa línea y se había decantado por la escritura de comedias normales.



2.1.2. EL TEATRO REALISTA DE PROTESTA Y DENUNCIA

La década de los cincuenta se abre con tres importantes estrenos: Historia de una escalera (1949) de Antonio Buero Vallejo; Tres sombreros de copa (1952) de Miguel Mihura; Escuadra hacia la muerte (1953) de Alfonso Sastre. Reflejarán los problemas del momento, desde una visión existencialista que derivará después hacia la preocupación social.



Buero y Sastre son los autores claves de esta generación realista que incluye a José María Rodríguez Méndez, Carlos Muñiz, Lauro Olmo y José Martín Recuerda. Sus temas abordan problemas de obreros, estudiantes…, poniendo de relieve las desigualdades sociales y la falta de humanidad. Muchas piezas nunca llegaron al escenario, por lo que puede hablarse de un teatro soterrado.



La estética de la generación realista, a pesar de los elementos comunes difiere de unos escritores a otros. Alfonso Sastre adopta diversas maneras de compromiso con la historia: enfoque metafísico, denuncia del militarismo en Escuadra hacia la muerte (1953), llamada a la revolución e investigación lingüística.



Lauro Olmo, en La camisa (1961), crea un drama proletario con elementos del sainete de Arniches. José María Rodríguez Méndez emplea técnicas esperpénticas. Carlos Muñíz pasa del realismo social al expresionismo. José Martín Recuerda se inspira en Lorca.



2.1.2.1.1. OBRA TEATRAL DE ANTONIO BUERO VALLEJO

Es un teatro realista comprometido que se desarrolla a partir de los años 50.

Se alisto como soldado republicano, fue encarcelado y condenado a muerte pero se le conmuta la pena y sale de la cárcel. Historia de una escalera 1949. Premio Lope de Vega, miembro de la Real Academia, Premio Cervantes y Premio Nacional de literatura.

Su teatro es trágico. La tragedia tiene una doble función: inquietar al plantear problemas sin imponer soluciones y curar señalando la necesidad de una superación personal y colectiva. Su temática es la búsqueda de la felicidad, de la verdad, de la libertad, que se ve obstaculizada por el mundo concreto en el que el hombre vive. Esta temática ha sido enfocada en un doble plano: existencial, meditación sobre el sentido de la vida, sobre la condición humana; y social, denuncia de iniquidades e injusticias sociales.



Las constantes fundamentales de la tragedia son la antonimia de personajes activos y personajes contemplativos, los últimos buscan la verdad absoluta; las taras físicas de sus héroes, muestran las limitaciones humanas y la soledad del hombre; una imagen totalizadora de lo humano; el tema de España, latente o abiertamente enunciado. La estructura responde a un trasfondo mítico siempre presente o la tente y una presencia-ausencia de Dios y la necesidad de recuperarlo. El efecto de inmersión es la participación del espectador en la acción dramática. Tiene un excesivo esquematismo en la construcción de los personajes, cuya vida propia se sacrifica en aras de su significación simbólica en el nivel sociopolítico.



En la primera etapa (1949-19955) hay un enfoque más existencial. Historia de una escalera es el drama de la frustración humana vista a través de tres generaciones de varias familias muy modestas. Supone la restauración de lo trágico en nuestros escenarios. El realismo de la obra es regresivo desde el punto de vista teatral pero era una obra que hablaba en serio de cosas serias y reales combinando la técnica realista tradicional con el simbolismo. Desde el punto de vista técnico, las obras se ajustan con innovaciones a una estética realista y a la construcción cerrada.



La segunda etapa (1955-1968) tiene un enfoque más social. Los problemas existenciales aparecen acompañados de unos condicionamientos sociales más precisos. Posteriormente cultivó el drama histórico. La técnica teatral fue la construcción abierta, lo que supone una superación de la escenificación realista: un escenario múltiple, nuevas técnicas de decorado y luminotecnia; ruptura en el desarrollo temporal; y recursos de participación (efectos de inmersión). El tragaluz. La anécdota histórica o el personaje del pasado son el pretexto para plantear problemas actuales.



Tercera etapa desde 1968. Buero se une a las inquietudes experimentales dominantes en los 70, incorpora algunas innovaciones técnicas e intensifica los rasgos de la etapa anterior. Predominan los temas sociales y políticos, Caimán.



2.1.3. DÉCADA DE LOS 60

Avanzada la década de los sesenta surge un movimiento de renovación caracterizado por un acercamiento al teatro extranjero, a las corrientes renovadoras que durante el siglo se habían producido y se estaban desarrollando en Europa y el mundo: el teatro épico de Bertolt Brecht, el teatro underground, el teatro del absurdo…. Una mayor valoración del teatro independiente frente al comercial y la búsqueda de nuevas formas y técnicas sacarán al teatro español del aislamiento y la rutina.



Las experiencias más interesantes surgen de los grupos de teatro independiente. Características generales de estos grupos son: la creación colectiva de la obra, en la que la improvisación desempeña un papel importante; la infravaloración del texto en detrimento de los aspectos más espectaculares del teatro; el enfoque crítico que no se limita a lo político y lo social; la ruptura de las convenciones escénicas de espacio y tiempo, trasladando el escenario al patio de butacas y buscando la participación del espectador. Durante la transición, la mayoría de estos grupos fueron desapareciendo, reconvirtiéndose en teatros estables.



Los autores individuales se encontraron muchos obstáculos por seguir siendo fuertemente críticos, sus novedades estéticas no fueron comprendidas ni aceptadas por un público y una crítica muy conservadores. De ahí que se siga manteniendo un teatro soterrado o subterráneo.



Francisco Nieva ha etiquetado su creación como teatro furioso, el simbolismo los elementos oníricos y la raíz dadaísta caracterizan sus obras como La carroza de plomo candente (1971). Fernando Arrabal desarrolló el teatro pánico, provocador y rebelde, de gran libertad formal, recoge elementos de las vanguardias de entreguerras y del teatro del absurdo. El cementerio de automóviles (1966)



2.1.4. EL TEATRO DESDE 1975

Tras es fin de la dictadura se producen dos tendencias en el teatro: montar obras de autores clásicos exóticos; restituir los textos silenciados. Con la democracia se podía hacer un teatro en libertad, con representaciones de autores malditos, pero el público no asimila los cambios, deserta de los teatros y rechaza los montajes que se hacen de Lorca, Valle, Alberti y otros.



Antonio Gala alterna el simbolismo con dramas realistas o recreaciones históricas. Sus protagonistas son mujeres y sus temas tratan sobre conflictos individuales: amor, soledad…, Anillos para una dama (1973).

José Luis Alonso de Santos cultiva la comedia humorística que refleja la sociedad actual en Bajarse al moro (1985). Fernando Fernán Gómez también dentro del realismo triunfó con Las bicicletas son para el verano (1982).



Los teatros independientes se profesionalizan y se convierten en grupos estables, con las consiguientes concesiones. La aparición de una forma de teatro estatal e institucionalizado ha acabado por imponerse como modelo, a costa del apartamiento de las propuestas más innovadoras del teatro alternativo. Nos encontramos en los últimos años carteleras sorprendentes por su poca novedad.



De los nuevos autores destaca la presencia de mujeres dramaturgas como Paloma Pedrero y Yolanda Pallín; de hombres: Ernesto Caballero, Eduardo Galán e Ignacio García May.



Abundan los grupos teatrales y hay un gran auge del teatro musical que adapta frecuentemente obras de éxito internacional. En los últimos años se difuminan los contornos del teatro frente a otros géneros. El lenguaje teatral de signo popular y asequible tiene su vehículo en la pantalla de televisión. La heterogeneidad estética y la recuperación de la confianza en el teatro de autor son los dos factores que justifican una mirada optimista sobre el futuro del teatro español.

1 comentario:

  1. Un breve repaso por los autores y obras más representativos de nuestra escena en el siglo XX.

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