domingo, 16 de mayo de 2010

Siete traductores para que el cordobés Montilla hable en catalán en el Senado


D. P. MADRID Sábado , 15-05-10


El presidente de la Generalitat, José Montilla, intervendrá el día 24 de mayo en la Comisión General de Comunidades Autónomas en el Senado y lo hará en catalán para reclamar la renovación del Tribunal Constitucional. Una decisión que obligará a contratar a siete traductores: dos de catalán, dos de euskera, dos de gallego y uno de valenciano. Una iniciativa que -según la agencia Efe, que cita fuentes de la Cámara- costará un mínimo de 6.500 euros. Los traductores cobran por horas y ese es el precio por 180 minutos de trabajo. Si Montilla o sus interlocutores se muestran inspirados o irrefrenablemente locuaces la cuenta podría subir considerablemente.
Lo curioso es que Montilla es cordobés. Nació en Iznájar y no pisó suelo catalán hasta los 16 años, que fue cuando se trasladó con su familia a Sant Joan Despí. La lengua materna de Montilla es el castellano . Y en ese castellano se saludarán todos los participantes en la antesala y será ese idioma el que utilicen cuando se saluden fuera.
El café, en español
Todos saben hablar castellano y para la inmensa mayoría o es la única lengua que conocen o en la que hablan en la intimidad. Sin embargo, todos aquellos que no entiendan las cuatro lenguas cooficiales deberán colgarse los auriculares. Esta peripecia ocurre en pleno proceso de recortes sociales, de bajadas de salarios de los funcionarios, de congelación de pensiones y con cerca de cinco millones de parados a los que les costará entender semejante dispendio.
Por los pasillos de la Cámara Alta aún se recuerda el ridículo que se vivió cuando el año pasado se contrataron a otros siete traductores para poder entender al protagonista de aquella mañana, que no era otro que Manuel Chaves. O cuando en 2008 se repitió la cuestión para escuchar a la mismísima Elena Salgado.
En fin, al menos se gastarán 6.500 euros por un hecho aislado que podría convertirse en cotidiano si sale adelante la propuesta de reforma del Reglamento del Senado, que propugna la implantación del uso de las lenguas cooficiales -gallego, catalán, valenciano y euskera- durante los Plenos. En abril, la Cámara aprobó la toma en consideración de esta iniciativa de los nacionalistas, que se encuentra en la fase de enmiendas.
Y queda la gran pregunta: ¿Si tres horas de trabajo cuestan 6.500 euros, cuánto supondrá para el erario la presencia permanente de traductores? De acuerdo con los promotores de la idea: 120.000 euros al año. Pero, según los cálculos del PP, tal como adelantó ABC, la ocurrencia supondría un gasto de 1.224.000 euros «sin contar el soporte de las actas».

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