lunes, 13 de agosto de 2012

‘La injusticia’, de Dámaso Alonso, el erudito de la Generación del Veintisiete por Luis Martínez González


Un poema estremecedor perteneciente a Hijos de la ira



Si bien es cierto que casi todos los integrantes de la Generación o Grupo Poético del Veintisiete destacan por su alto nivel cultural y por su labor docente –Pedro SalinasGerardo Diego o Jorge Guillén, por ejemplo, fueron profesores de Literatura-, uno de ellos sobresale en esta faceta respecto a los demás, ya que a ello añade una ingente labor de crítica literaria e investigación lingüística. Se trata de Dámaso Alonso (Madrid, 1898-1990), quién, además, como poeta constituye una figura original dentro del grupo.
Dámaso Alonso nació en Madrid (en la foto)
Dámaso Alonso nació en Madrid (en la foto, la famosa Gran Vía)
Y ello no sólo por lo personal de su producción lírica sino también porque siempre fue un tanto independiente del mismo. Él lo reconocía en 1948 al decir: “he acompañado a esta generación como crítico, apenas como poeta….las doctrinas estéticas de hacia 1927, que para otros fueron estimables, a mí me resultaron heladoras de todo impulso creativo. Para expresarme en libertad necesité la terrible sacudida de la guerra española”.
En efecto, si bien fue compañero de los autores del Grupo del Veintisiete y estudió su obra, la labor lírica de Dámaso Alonso desborda con mucho los límites estéticos de aquéllos para abrir nuevos cauces y desembocar en otras preocupaciones. Así, tras dos libros –Poemas puros, poemillas de la ciudad y El viento y el verso- que podrían calificarse como poesía pura (en el sentido de sencilla, no de deshumanizada), publica Hijos de la ira. Este volumen, aparecido en 1944 es realmente estremecedor. Tras la sacudida de la Guerra Civil española y en plena contienda mundial, constituye un enorme grito de protesta contra un mundo presidido por el caos y la angustia. Al tono existencial contribuye en gran medida la forma: está escrito en versículos, que presentan un ritmo obsesivo, y con un lenguaje brutal y alucinante. No es casual que el propio Alonso calificara la obra como “poesía desarraigada”.

A este libro pertenece el impresionante poema ‘La injusticia’, cuyo sólo principio –”¿De qué sima te yergues, sombra negra?”- nos da idea de su contenido, que, no obstante, se divide en dos partes bien diferenciadas: la primera compuesta por versos exaltados que califican terriblemente a la propia injusticia y la segunda, en que el poeta se erige en muro contra ella al oponerle el amor (“no apagarás la brasa del gran amor que fulge dentro del corazón, bestia maldita”).
Dámaso Alonso fue profesor en Oxford
Dámaso Alonso fue profesor de la Universidad de Oxford (en la foto)
Por tanto, el autor halla, aún dentro de tanta maldad, un hueco para la esperanza. Destacan igualmente en la composición las imágenes, verdaderamente espléndidas y, en cierta forma, próximas al Surrealismo. Es ‘La injusticia’ en concreto e ‘Hijos de la ira’ en general una obra impresionante, uno de los poemarios fundamentalesde la lírica española del siglo XX.
No en balde, inicia una tendencia llamada, precisamente, “Poesía desarraigada” a la que se adscriben autores de la talla de Eugenio de Nora o Victoriano Cremer, que tendrá su órgano de expresión en la revista ‘Espadaña’ y que se opondrá tajantemente a ese otro tipo de lírica que se complace en la descripción de la belleza. Es en este sentido en el que puede considerarse a Dámaso Alonso como un creador que supera los gustos estéticos del Grupo del Veintisiete para erigirse en puente entre varias generaciones de poetas. Y ello por no mencionar su excepcional labor de crítica literaria, no sólo como lúcido analista de la obra de grandes escritores, sino también como introductor de la Estilística en España. Todo ello le convierte en una figura esencial para las letras castellanas.

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