sábado, 28 de agosto de 2010

El origen de los libros que protagonizarán el otoño


Por:
Winston Manrique Sabogal
27/08/2010


Los soprano, Mark Rothko, el mercado del sexo en Tokio, el ataque a un pueblo, robar la idea a un amigo, el miedo a sufrir un accidente. Son los soplos de inspiración de los que surgieron algunos de los libros que van a protagonizar el otoño literario en España. El de los escritores hispanohablantes que mañana en Babelia, la revista cultural de EL PAÍS, desvelarán cuándo, cómo y por qué decidieron escribir la novela o cuentos que darán que hablar la temporada a punto de empezar.

Pocas veces coindiden tantos narradores importantes junto a otros que despiertan gran expectación. En total son 19 autores que evocan aquel instante remoto o próximo en que se les ocurrió el tema. Casi siempre como una centella surgida de algo que acaban de ver, oler, recordar o sentir. El origen suele ser intempestivo, y esa primera idea no siempre tiene que ver con el resultado final del libro. Cobra vida y se transforma, y de aquella inspiración sólo queda el instante que activa una historia secreta. Este es un avance de lo que mañana publicará Babelia:


Mario Vargas Llosa recuerda que el personaje de El sueño del Celta (Alfaguara) surgió al leer una biografía de Josep Conrad.

Rafael Argullol cree que es posible que el tema de Visión desde el fondo del mar (Acantilado) apareciera a partir de la muerte de su padre.

Elvira Lindo ve el origen de Lo que me queda por vivir (Seix Barral) cuando escribió un relato sobre una noche en que llevó a su niño de cinco años al cine y hablaba de la diferencias de los recueros entre ambos.

Juan Eduardo Zúñiga lo que ha hecho para su volumen de cuentos, Brillan monedas oxidadas (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores), es recordar, evocar y rescatar en "las ráfagas del tiempo" esas historias basadas en pequeñas vivencias.

Javier Montes reconoce que Segunda parte (Pre-Textos) se armó de una idea robada a un amigo y de una historia prestada que le contaron.

Almudena Grandes no está muy segura de que se ella quien eligió de Inés y la alegría (Tusquets) sino de que la invasión de Arán, durante el franquismo, la escogió a ella.

Santiago Roncagliolo no tiene dudas de que Tan cerca de la vida (Alfaguara) surge tras su visita al mercado del sexo en Tokio.

Juan José Millás vio su idea de Lo que sé de los hombrecillos (Seix Barral) a los ocho años cuando un día vio salir de uno de sus zapatos a un hombrecillo que "desapareció debajo de la cama".

Ricardo Piglia reconoce que Blanco nocturno (Anagrama) es el resultado de una historia escrita varias veces, y dejada tantas veces a un lado, hasta que hizo la versión definitiva.

Ricardo Menéndez Salmón recuerda que La luz es más antigua que el amor (Seix Barral) procede de un ensayo que empezó a redactar sobre Mark Rothko.

Ángela Vallvey en principio quería escribir algo al estilo de Los soprano y le salió una novela sobre mafias del Este en El hombre de corazón negro (Destino).

Y así hasta 19 escritores que revelan los secretos de aquel instante en que se les aparece la novela en la cabeza. Esos son los derroteros que aborda mañana Babelia con las voces, en primera persona, de los propios autores.

Imagen: Ilustración de Paco Roca.

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