martes, 30 de abril de 2013

Características de los textos literarios (pdf) en auladeletras.net

El barroco español: diapositivas para 1º de Bachillerato (Powerpoint)

El barroco (Powerpoint)

etiqueta, mejor que hashtag

El término inglés hashtag puede sustituirse por su equivalente en español etiqueta.
Un hashtag es una palabra, frase o grupo de caracteres alfanuméricos, empleada en la red social Twitter mediante la cual se agrupan varios mensajes sobre un mismo tema; se identifica fácilmente, ya que está compuesto por el símbolo # (hash) y un nombre o etiqueta(tag), por ejemplo: #escribireninternet.
En los medios es frecuente encontrar el empleo de este término inglés: «Los usuarios se divirtieron con un hashtag que se hizo muy popular: #PeliculasEn1Tuit»  o «El hashtag #PrayforBoston (Reza por Boston) se ha colocado en primera posición mundial».
En estos casos es innecesario el empleo de la palabra inglesa hashtag y por ello se recomienda que en su lugar se emplee el términoetiqueta: «Los usuarios se divirtieron con una etiqueta que se hizo muy popular: #PeliculasEn1Tuit» o «La etiqueta #PrayforBoston (Reza por Boston) se ha colocado en primera posición mundial»
En cualquier caso, si se opta por el anglicismo, hashtag debe escribirseen cursiva.

Caperucita, doctora en Manhattan por Tereixa Constenla


Carmen Martín Gaite se ha convertido en un clásico de la literatura española en Estados Unidos


La escritora Carmen Martín Gaite. / ANA TORRALBA

¡Miranfú! Carmen Martín Gaite dijo la palabra mágica de su Caperucita en Manhattan, se abrió la alcantarilla y una corriente gustosa de aire tibio la ascendió hasta la corona de la estatua de la Libertad. Allí sigue, reinando como si no hubiera muerto. En Estados Unidos, donde aman a los reyes con vehemencia republicana, la han entronizado como el gran clásico de la literatura española contemporánea. El único autor de España presente en 56 universidades al norte del Río Grande.
Ni Benet, encumbrado entre la élite como el más singular de su generación y amadrinado por la escritora —como evidencia la correspondencia entre ambos editada recientemente por el profesor José Teruel—, ni Sánchez Ferlosio, su exmarido, han permanecido indemnes al paso del tiempo. “Ella es imprescindible. El cuarto de atráses una novela canónica. Nadie puede doctorarse en Estados Unidos sin haberla leído, sin embargo ya casi nadie enseña a Benet ni El Jarama”, explica la catedrática de la Universidad de Delaware Joan L. Brown.
Y Brown no le dice por admiración —escribió en los setenta la primera tesis sobre Carmiña de su país— ni nostalgia —lo anterior, desde 1974, las convirtió en grandes amigas—. Esta catedrática ha dedicado dos estudios (1998 y 2008) a fijar el canon académico de la literatura española a partir de la investigación del programa de 56 universidades. Después de un complicado proceso de recopilación de datos, descubrió con placer el lugar que ocupaba su amiga escritora. Ni entre visillos, ni envuelta en nubosidad variable, Carmen Martín Gaite (Salamanca, 1925-Madrid, 2000) presidía el frontispicio, a la cabeza de los programas de estudio.
Tal vez sea la secuencia lógica al fenómeno que se había fraguado en vida de aquella autora que en sus últimos años tenía aspecto de reina de las nieves. “EE UU le dio antes que España tres cosas muy importantes: la fama, el dinero y un cuarto propio para escribir”, sostiene Joan L. Brown. No solo el mundo académico se rindió a sus pies, también lo hizo la crítica, incluida la del The New York Times, que celebró sin remilgos El cuarto de atrás. “Los norteamericanos aficionados a lo ibérico han desarrollado una pasión excepcional por Carmen Martín Gaite y, quiéralo o no ella, también se ha convertido en una de las figuras más importantes en el terreno de los estudios feministas actuales”, escribió John W. Kronik, de la Universidad de Cornell, dos años antes de la muerte de la autora de Lo raro es vivir. Los trabajos no cesan. Roberta Johnson, de la Universidad de Kansas, se ha sumado recientemente con un estudio sobre los paralelismos entre dos obras que María Zambrano y Carmen Martín Gaite escribieron enfermas.


Carmen Martín Gaite.
En 1980 la novelista había reflexionado: “Los críticos y estudiantes norteamericanos repartidos por las más distantes universidades le vienen dedicando a mi obra, a pesar de no estar aún traducida al inglés, una atención mucho más seria y rigurosa de la que ha merecido nunca entre mis compatriotas”. También ella experimentó la recurrente historia del profeta contra su tierra. Sin embargo, no cayó en el resquemor. Pasaba estancias en los campus americanos sin desarraigarse. “No tuvo el menor interés en convertirse en americana, tenía un gran sentido patriótico”, subraya Joan L. Brown.

Brown: "EE UU le dio antes que España fama, dinero y un cuarto propio"
Lo tuvo pese a que, durante años, pagó el peaje de tener aspiraciones en una sociedad nada tolerante hacia las mujeres que rompían lo convencional. “Había mucho machismo y mucho clasismo. Carmiña era feminista, no estaba bien considerada. Para mí fue un gran estímulo, yo estaba muy atrasada. El verano que compartimos fue muy importante porque me abrió cauces”, recuerda Ton Carandell, viuda de José Agustín Goytisolo, en referencia a unas vacaciones en Cataluña con la escritora y Sánchez Ferlosio.
Con el tiempo, Martín Gaite se convertiría en una de las más populares de la generación de los 50, como evidenciaban las colas que desfilaban ante ella en la Feria del Libro, y reconocidas (Nacional de Literatura y Príncipe de Asturias, entre otros). Y, a diferencia del olvido editorial que ha engullido a escritores fallecidos como Ignacio Aldecoa, ella sigue viva. “Acabó dando el salto de novelista buena a novelista popular, que la gente lee en el metro”, afirmó el catedrático de la Universidad de Zaragoza José-Carlos Mainer, en la conferencia que inauguró el congreso internacional Un lugar llamado Carmen Martín Gaite, organizado por la Universidad Autónoma. “No la considero una escritora olvidada, se me escapan las tesis que hay sobre ella. Lo que sí observo son ciertos prejuicios, como si fuera una autora para mujeres, y son erróneos, machistas y revelan el profundo desconocimiento de su obra”, observa el profesor de la Universidad Autónoma y codirector del congreso, José Teruel.
Tanto él como la italiana Maria Vittoria Calvi, editora de Cuadernos de todo, consideran que está pendiente el reconocimiento de su labor ensayística, que incluye más de una decena de títulos, algunos tan exitosos como Usos amorosos de la postguerra española (y su precedente sobre el XVIII) y otros tan documentados como El proceso de Macanaz. Historia de un empapelamiento. La publicación póstuma deCuadernos de todo ha abierto un nuevo mundo a sus investigadores para indagar en la personalidad de Martín Gaite, alguien que se veía cabalgando perpetuamente entre el caos y el equilibrio. Se lo recordaba a sí misma con dos grandes fotografías de James Dean y Greta Garbo en su dormitorio. Queda la incógnita de si viajaban con ella a Estados Unidos, el país que antes la quiso. Un amor sorpresa. Algo diferente. ¡Miranfú!

El Boalo, corazón literario de los 50

Desde su casa de la sierra, Carmen Martín Gaite podía ver que las nieves daban un último suspiro sobre la cima de La Maliciosa, uno de los picos de la sierra que bordea El Boalo (Madrid), la localidad de 7.100 habitantes que su padre, un notario culto y feminista, eligió para jubilarse. Con el mismo granito de la finca que compró, se construyó una casa amplia, sólida y luminosa rodeada de fresnos. Las dos hermanas Martín Gaite, Ana María y Carmen, también se retiraron por temporadas a El Boalo, donde se ha ido concentrando el legado familiar. Tras el fallecimiento de la escritora en 2000, Ana María ofreció su archivo a la Universidad de Salamanca, donde Carmen estudió Filosofía y Letras. Pero no suscitó interés (“No lo quiso, no tenía sitio, ellos ya tienen a Unamuno”, ironiza Ana María), así que los documentos descansan hoy en el Archivo de Valladolid.
Antes de morir, Carmiña —su única hija, Marta, falleció joven— le encargó a su hermana que preservase la memoria. Ana María, de 88 años, tiene una voluntad tan granítica como su casa. Ha concentrado en El Boalo la biblioteca y los objetos que la autora de Irse de casa tenía en otros domicilios. Ahora confía en que alguna institución —la Universidad Autónoma ha mostrado interés— asuma su proyecto para transformar la residencia en un centro de estudios sobre la generación de los cincuenta, en la que se agrupó a autores dispares cuya infancia coincidió con la posguerra (Ferlosio, Laforet, Aldecoa, Benet, García Hortelano, Caballero Bonald, Goytisolo, Matute...). Nada mejor en un lugar consagrado a la esencia de una autora que exploró narrativa, novela y ensayo y que un día se preguntó: “¿Qué haré para escribir, para estrellar todo lo que me bulle? ¿Contra qué muro? ¿Dónde dejar la marca?”.

domingo, 28 de abril de 2013

Vidas al límite (título orginal: Total Eclipse) de Agnieszka Holland

En 1871, el reconocido poeta Paul Verlaine (27) invita a Arthur Rimbaud (16), (L.di Caprio, Titanic), a vivir con él. Con sus promesas de nuevas visiones de la vida, Rimbaud seducirá a Verlaine e iniciarán un romance destructivo.

Dirección: Agnieszka Holland
Interpretación: Leonardo Dicaprio, David Thewlis, Romane Bohringer
Música: Jan A.P. Kaczmarek 
Fotografía: Yorgos Arvanitis


Francia, siglo XIX. Cuando Verlaine (David Thewlis) ve por primera vez al joven Rimbaud (Leonardo DiCaprio), queda impresionado por su belleza juvenil y su aire arrogante. Pero no imagina la posibilidad de que este chico es el mismo poeta que le ha estado enviando muestras de su poesía, que Verlaine considera genial. Con la aparición de Rimbaud, Verlaine vislumbra una escapatoria de su penosa vida a través de la postura rebelde, intransigente y única de su compañero. (FILMAFFINITY)



Muerte en Venecia de Luchino Visconti (Basada en la novela de Thomas Mann)

Muerte en Venecia (título original: Morte a Venezia) es una película franco-italiana dirigida por Luchino Visconti. Adapta la novela corta La muerte en Venecia del escritor alemán Thomas Mann.






gentrificación, neologismo válido en español

Gentrificación es una adaptación adecuada al español del término inglés gentrification, con el que se alude al proceso mediante el cual la población original de un sector o barrio, generalmente céntrico y popular, es progresivamente desplazada por otra de un nivel adquisitivo mayor.
La palabra inglesa gentrification deriva del sustantivo gentry (‘alta burguesía, pequeña aristocracia, familia bien o gente de bien’).  Se trata de un término que también se ha adaptado al francés (gentrification), al alemán (Gentrifizierung ) y al portugués (gentrificação).
Aunque inicialmente su uso estaba circunscrito al mundo de la sociología y el urbanismo, la palabra gentrificación ha comenzado a emplearse en los medios de comunicación, en los que pueden verse frases como «Chueca es un ejemplo clásico de gentrificación: el barrio se ‘limpió’ en todos los sentidos, el tejido social cambió y se revalorizó el suelo», «Para los vecinos, más hoteles supondrán un aumento del riesgo de gentrificación» y «Clinton Hill en Nueva York y Clerkenwell en Londres son ejemplos claros de gentrificación».
De las alternativas propuestas hasta ahora en español, elitización o, más precisamente elitización residencial, es la que más se ajusta al sentido del término original, frente a aburguesamientorecualificación social aristocratización, que no recogen los matices de la palabra en inglés.

defensor del pueblo: institución, cargo y persona

La expresión defensor del pueblo designa en España tanto a una institución como un cargo y a la persona que lo desempeña, y  su género y ortografía dependen de a cuál de estos tres conceptos se haga referencia.
Es bastante habitual encontrar esta expresión en los medios informativos escrita de diferentes formas: «La oficina del defensor del pueblo ha reclamado este jueves la puesta en marcha de un arbitraje universal sobre las participaciones preferentes», «Comienza la búsqueda de candidatos a defensor del Pueblo» o «La Defensora del Pueblo abre de oficio una investigación sobre la mina de oro».
La Real Academia Española señala en su Informe sobre la expresión defensor del pueblo que, cuando se hace referencia a la instituciónha de escribirse con mayúscula, por tratarse de un nombre propio, y en masculino, como en «La oficina del Defensor del Pueblo ha reclamado este jueves la puesta en marcha de un arbitraje universal sobre las participaciones preferentes».
En el caso de que la expresión se utilice para aludir al cargose escribe con minúscula y se utiliza el masculino genérico«Comienza la búsqueda de candidatos a defensor del pueblo».
Por último, cuando defensor del pueblo se refiera a la persona que desempeña dicho cargo, se escribe con minúscula y en masculino o femenino atendiendo al sexo de su titular: «La defensora del pueblo abre de oficio una investigación sobre la mina de oro».
Se recuerda asimismo que en América se utiliza el término Defensoría del Pueblo para aludir a la institución y diferenciarlo así del cargo y de la persona que lleva a cabo esa labor. En España, sin embargo, esta expresión no tiene apenas uso.

Bangladés, topónimo adaptado

Bangladés, en lugar de Bangladesh, es el topónimo propuesto por  la Ortografía de la lengua española para referirse a este país asiático.
En las noticias sobre el edificio que se ha derrumbado en Bangladés, se está escribiendo mayoritariamente Bangladesh. Si bien se trata de la grafía más extendida, se aconseja optar, tal como señala la Academia, por la adaptación española Bangladéscapital Daca, con una sola ce, en lugar de Dacca.
Así pues, en lugar de «El derrumbe de un edificio en Bangladesh deja más de un centenar de muertos» o «El derrumbe de un edificio de fábricas textiles deja 110 muertos en Bangladesh», lo apropiado habría sido escribir Bangladés.
El gentilicio correspondiente es bangladesí, plural culto bangladesíes.

simulación o exageración, mejor que flopping

La palabra inglesa flopping, referida a la sobreactuación de algunos jugadores de baloncesto al contacto con un contrincante para tratar de engañar al árbitro y lograr que pite una falta, puede sustituirse en español por simulación o exageración.
Desde que la liga profesional norteamericana de baloncesto (NBA) aprobó al principio de la temporada normas para castigar ese tipo de actuación, es frecuente ver en los medios deportivos frases como «¿Falta personal a Rudy o ‘flopping’ del madridista?», «Reggie Evans recibe un nuevo aviso por ‘flopping’» o «Jarrett Jack, primera víctima de la nueva norma ‘anti-flopping’».
Para referirse a la norma que trata de erradicar este tipo de actuaciones en las canchas de baloncesto, pueden emplearse los términos españoles normativa antisimulación normativa antiexageración en lugar del inglés anti-flopping.
Así, en los ejemplos anteriores habría sido mejor escribir «¿Falta personal a Rudy o exageración del madridista?», «Reggie Evans recibe un nuevo aviso por simulación», «Jarrett Jack, primera víctima de la nueva norma antisimulación».
Si se opta por emplear la palabra inglesa, debe escribirse en cursiva o, si no se dispone de este tipo de letra, entrecomillada, por tratarse de un extranjerismo.

miércoles, 24 de abril de 2013

encimar, pero también presionar y marcar

El verbo encimar puede emplearse en el ámbito deportivo para describir el modo en que un jugador o un equipo  marca muy de cerca al contrario o ataca insistentemente su portería.
Se trata de un uso frecuente en las noticias deportivas, en especial las futbolísticas,  como en los siguientes ejemplos:  «Hasta tres jugadores encimaban al vasco cada vez que recibía el balón» o «El conjunto universitario tomó la iniciativa y encimó al cuadro regiomontano».
El Diccionario académico recoge el uso pronominal de encimar con el significado de ‘echarse contra algo, acosarlo’, como en «Gremio se encimó con peligro al área ecuatoriana». También puede considerarse aceptable el uso transitivo de ese verbo en frases como «Varane estuvo rápido al corte, veloz para encimar a Messi».
No obstante, hay otras palabras equivalentes asentadas en el uso, comopresionar, apretar o marcar muy de cerca.

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