Juan Carrión, el profesor en el que se inspira 'Vivir con los ojos cerrados', ha decidido acabar su diario y contar su encuentro con el artista
Hay otra historia detrás de la historia que ha arrasado en los Goya, Vivir con los ojos cerrados. Una historia de un profesor que enseñaba inglés en la España de Franco con letras de John Lennon y que decidió viajar de a Almería en 1966 para encontrarse con el cantante de los Beatles. Juan Carrión, de 89 años, que ayer recibió (temporalmente) el Goya de manos del director David Trueba, es el protagonista de esa historia. Y ayer, mientras veía pasar la gala desde su butaca en el Hotel Auditoriumen Madrid, decidió que quería terminar de contarla por su cuenta: "Había escrito un diario contando lo que pasó. Pero lo dejé justo antes del día que conocí a Lennon. Ahora he decidido que voy a recuperar todas mis notas y terminar ese diario".
Ese diario relatará un viaje insólito en el que un maestro de escuela en Cartagena decidió viajar al rodaje en Almería de Cómo gané la guerra(1967), una comedia bélica del director predilecto de los Beatles, Richard Lester. Su objetivo, académico. Quería que John Lennon incluyera las letras en todos los discos de los Beatles y corrigiera las transcripciones de Eleanor Rigby o Yellow Submarine. Y lo consiguió. También, que Lennon le regalara Magical Mistery Tour, el álbum derivado del telefilm navideño que dirigió Bernard Knowles y el cuarteto de músicos. "Yo le envié una carta con el dinero para que me mandara el disco. Y el me respondió con otra con el dinero de vuelta y el álbum. Lo tengo por casa. Supongo que ahora valdrá algo".
Más ha valido su historia para David Trueba, que se ha llevado tres de los Goya más codiciados —mejor película, mejor director y mejor guion— inspirándose en el viaje de Carrión que había leído en EL PAÍS. Carrión reconoce que la ficción se desvía de lo que ocurrió en realidad: "No fue en un coche, fue en autobús, así que no pude recoger a ningún autoestopista. Pero otras cosas sí están cogidas de lo que pasó. Como ese alumno que me dijo por chinchar en el Santiago Bernabéu que era del Atlético de Madrid. ¡Y era del Madrid! Me enfadé mucho con él".
Juan Carrión, al borde de los 90, vive estresado el teléfono. Mientras habla al móvil, se escucha a uno de los familiares, "¡tienes otra entrevista en el otro móvil!", "pues que esperen, ¡que no me puedo multiplicar". La presión periodística le vienen de protagonizar el gran momento de ayer, cuando David Trueba le dio su Goya al mejor guion. "Pero no es para que me lo quede, como se ha dicho. Se lo di al hijo pequeño de David, de siete años, cuando nos fuimos a su casa después de la fiesta. ¡Pero me hubiera encantado quedármelo!". De Lennon le queda ahora el recuerdo de un hombre "afable" que le riñó, con buen humor, por haber llegado tarde a su cita con él en Almería.
Ayer se atrevió a vivir la fiesta trasnochadora de los Goya hasta las cinco de la madrugada. "Lo he llevado bien, porque me siento a hablar con la gente y me entretengo". Una de sus conversaciones de la noche la tuvo con la madre de su "amigo de toda la vida" David Trueba, Pilar Trueba: "Hablamos de sus siete nueras y de un ciclista de mi época, Fermín Trueba, que ganó el tour de Francia. Era de su familia, aunque me dijo que no lo conocía muy bien". Lo que quiere conocer Carrión es el alcance de su memoria, para terminar de una vez ese diario que ahora ya es parte del legado del cine español. "Quiero recordarlo todo. Hasta el último detalle".
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