Estas calas fueron apareciendo durante el curso 2009-2010 en el periódico Le Puig del IES Matemático Puig Adam.
A este modesto apartado acude Julio Cortázar, el gran narrador argentino, que tan de actualidad está en estos momentos (hace unos días se cumplieron 25 años de la muerte de este insigne escritor). Si tuviera que colocar a tres argentinos en un pódium, aquéllos que más me han marcado, por su brillantez e ingenio, colocaría en el centro a Maradona (el 10) y a cada uno de los lados a dos escritores, Jorge Luis Borges y Julio Cortázar (a ver si a Diego se le pegaba algo de ellos). Más difícil es que Julio, con su corpachón, emule los regates a Inglaterra en el Mundial de México o que Jorge (no Valdano) utilice “la mano de Dios” para algo más que para escribir, que Maradona coja un libro, a pesar de todo.
Este breve texto pertenece a un librito (por su volumen) que mas huella te pueden deja como lector, Historias de Cronopios y de Famas; la imaginación, la paradoja y el tino, que nos enseña Cortázar, no dejará en ningún caso indiferente al lector. Si puedes sigue estas instrucciones: después de leer una de sus historias, contempla el techo o la pared más blanca, con menos distracciones, de tu casa, hotel, aula o taberna donde estés leyendo el libro (si te pilla en un entrono natural, mucho mejor: cierra los ojos y escucha el replicar cortaziano y la lluvia de gritos a tu alrededor).
Aquí dejo uno de los menos “populares”, pero aquéllos que estéis interesados acudid al libro y aprended a “dar cuerda a un reloj”, “llorar” o, simplemente, sabed “el camino que sigue un pelo en el lavabo”.
¿Qué eres tú: un cronopio, un fama o un esperanza?
EMH
Viajes
Cuando los famas salen de viaje, sus costumbres al pernoctar en una ciudad son las siguientes: Un fama va al hotel y averigua cautelosamente los precios, la calidad de las sábanas y el color de las alfombras. El segundo se traslada a la comisaría y labra un acta declarando los muebles e inmuebles de los tres, así como el inventario del contenido de sus valijas. El tercer fama va al hospital y copia las listas de los médicos de guardia y sus especialidades.
Terminadas estas diligencias, los viajeros se reúnen en la plaza mayor de la ciudad, se comunican sus observaciones, y entran en el café a beber un aperitivo. Pero antes se toman de las manos y danzan en ronda. Esta danza recibe el nombre de "Alegría de los famas".
Cuando los cronopios van de viaje, encuentran los hoteles llenos, los trenes ya se han marchado, llueve a gritos, y los taxis no quieren llevarlos o les cobran precios altísimos. Los cronopios no se desaniman porque creen firmemente que estas cosas les ocurren a todos, y a la hora de dormir se dicen unos a otros: "La hermosa ciudad, la hermosísima ciudad". Y sueñan toda la noche que en la ciudad hay grandes fiestas y que ellos están invitados. Al otro día se levantan contentísimos, y así es como viajan los cronopios.
Las esperanzas, sedentarias, se dejan viajar por las cosas y los hombres, y son como las estatuas que hay que ir a verlas porque ellas ni se molestan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario