En las noticias sobre desastres naturales de origen geológico, en especial en las referidas a volcanes, terremotos y maremotos, se observan una serie de vacilaciones en el tratamiento de algunos términos y expresiones que conviene aclarar.
- Sismo y seísmo. Ambas formas son apropiadas para nombrar a un terremoto o sacudida de la tierra. La primera es más común en Hispanoamérica y la segunda, en España.
- Hipocentro y epicentro. No deben confundirse: mientras que el hipocentro, también llamado foco sísmico, es el lugar en el interior de la corteza terrestre donde tiene origen un sismo, el epicentro es el punto en la superficie terrestre —aunque puede estar sumergido— donde el terremoto es más intenso. Además, puesto que no son hechos o eventos, sino lugares o puntos de la corteza terrestre, lo apropiado es decir que se localizan, no que ocurren o se producen.
- Maremoto y tsunami. Dos términos que no hay que confundir, pues no son sinónimos. Mientras que un maremoto es un terremoto cuyo epicentro se localiza en el fondo del mar, un tsunami es la ola gigantesca producida por un maremoto o por la erupción de un volcán submarino.
- Escalas de Richter y de Mercalli. Mientras que la primera mide la magnitud de un movimiento sísmico, la energía que libera («una magnitud de 6,5 en la escala de Richter»), la escala de Mercalli mide su intensidad, los efectos que produce («una intensidad de grado VII en la escala de Mercalli»).
- Asolar, conjugación correcta. El verbo asolar, cuando significa ‘destruir o arrasar’, puede conjugarse de forma regular o irregular, tal como recoge la Gramática académica. Así, se puede decir asuelo, asuelas, asuela, asuelen…, pero también asolo, asolas, asola, asolen..., siendo esta última la única conjugación apropiada del verbo asolar cuando significa ‘secar los campos o causar sequía’.
- Devastar, no desvastar. El verbo devastar es ‘destruir’, ‘arrasar un territorio’, y no hay que confundirlo con desbastar, que significa ‘quitar lo basto’ o ‘debilitar, gastar’, ni con desvastar, que es una forma híbrida inexistente en español y que, por tanto, debe evitarse.
- El adjetivo severo. El uso del adjetivo severo con el significado de ‘grave’ o ‘serio’ es un calco inapropiado de la palabra inglesa severe, por lo que lo adecuado es hablar de graves daños odaños serios, no de severos daños.
- Segar vidas, no sesgar vidas. Cuando se quiere significar ‘matar, acabar con la vida de alguien’, lo apropiado es emplear el verbo segar, no sesgar; por ello, la expresión adecuada es segar vidas, nosesgar vidas.
- Tsunamirresistente y tsunamirresiliente. Estos dos neologismos, que aluden a la propiedad que tienen algunas construcciones de ser resistentes a los tsunamis, se escriben en una sola palabra, en redonda y con doble erre.
- Tremor, no trémor. En sismología, tremor alude a ‘un terremoto característico de los volcanes que refleja modificaciones en su estado interno’. Hay que tener en cuenta que se trata de una palabra aguda, es decir, que en su pronunciación se acentúa la última sílaba, /tremór/, y que no está justificado pronunciarla como llana, /trémor/.
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