1. LÍRICA MEDIEVAL
1.1. Jarchas
1.2. Lírica gallego-portuguesa
1.3. Las cantigas de amigo
galaico-portuguesas
1.4. Poesía lírica castellana del
siglo XV
1.4.1. Poesía lírica
cancioneril (características)
1.4.2. El Marqués de Santillana,
Juan de Mena y Jorge Manrique
… … …
1. LÍRICA MEDIEVAL
1.1. LAS JARCHAS
Hay que distinguir en la Edad
Media un fondo de lírica popular caracterizado por canciones propias del mundo
del campo (a veces cantadas también en la ciudad). De este fondo popular es muy
posible que procedan los testimonios literarios poéticos más antiguos escritos
en castellano: las jarchas. Estos
poemitas son breves composiciones poéticas que se encuentran al final de
determinados poemas escritos en árabe o hebreo, llamados moaxajas, cuyos
autores se sitúan, salvo contadísimas excepciones, entre mediados del siglo XI
y finales del XII.
Las jarchas eran cantadas por los
cristianos que habían quedado en territorio árabe (mozárabes). Pero algunos
poetas musulmanes o judíos, prendados de su tierna y sencilla belleza, gustaban
de insertarlas sin traducir (es decir, en mozárabe) en sus moaxajas. Estas
jarchas romances son, fundamentalmente, cantos de amor puestos en boca de una
mujer desconsolada, que se queja ante su madre por la ausencia del amado, y por
los sufrimientos que padece por culpa del amor. Como veremos más adelante, la
similitud temática con las cantigas de amigo gallego-portuguesas es evidente,
aunque se ha señalado con acierto que el tono es muy distinto, ya que las
jarchas expresan un “amor gozoso”, frente al sentimiento triste que se
desprende de las cantigas.
1.2. LÍRICA GALLEGO-PORTUGUESA
En los siglos XII y XIII se
desarrolló en las cortes de Provenza (sur de Francia) una poesía de amor y de
sátira cultivada por los trovadores (poetas y recitadores-cantores), que se
difundió por toda Europa y que ejerció mucho influjo en Cataluña y Galicia. A
esta última región es muy probable que llegara esta poesía gracias a la gran
vía cultural que suponía entonces el Camino de Santiago. Los poetas gallegos la
imitaron en el siglo XIII en su propia lengua, el gallego-portugués, creando
sus cantigas de amor y cantigas de maldecir.
Características de esta poesía:
- La doctrina amorosa de los trovadores
proyecta sobre esta poesía los sentimientos y el lenguaje del feudalismo: el
poeta es vasallo de su dama (a esta la llama habitualmente “mi señora”).
- La dama a la que se alude en el poema
siempre está casada.
- El poeta, pues, ha de ser discreto en su
canción, ya que la dama está casada, y procurará no decir el nombre de esta. Ha
de mantener en secreto el amor, pues se trata de un amor adulterino.
- Este amor puede alcanzar gran
espiritualidad, pero no se descarta la sensualidad. De hecho el poeta suele
pedir en su poema el “galardón” (una prenda u objeto de la dama, o incluso el
favor sexual).
- El poeta suele también manifestar su
amor en su poema sin ni siquiera conocer a la dama (“amor de oídas).
Esta poesía trovadoresca empezó a
cultivarse también por poetas castellanos; pero, contrariamente a lo esperable,
la cultivan en gallego y no en castellano. Los castellanos tenían como referente
poético a los poetas gallegos, y utilizaban el gallego porque creían que este
idioma era el más apropiado para expresarse líricamente. Así, por ejemplo, la
cultiva, en gallego, el mismísimo rey Alfonso X el Sabio en su corte (s. XIII),
especialmente a través de sus cantigas devotas. Más tarde, el gallego será
sustituido por el castellano, pero esto ocurrirá en el siglo XV, cuando emerja
la poesía de tipo trovadoresco en la lírica de cancionero.
1.3. LAS CANTIGAS DE AMIGO GALAICO-PORTUGUESAS
-
Ya hemos visto cómo en Galicia tuvo especial importancia la lírica de
los trovadores provenzales. Los poetas gallegos imitaron a los trovadores.
Pero, paralelamente al fenómeno poético anteriormente descrito, surge también
en Galicia una poesía propia de esta región y que nada tiene que ver con la
lírica que llegó a través del Camino de Santiago: las cantigas de amigo
galaico-portuguesas. Éstas son propias de Galicia y nada deben a la poesía
provenzal. Son genuinamente gallegas.
- Además, curiosamente son muy cercanas a
las jarchas mozárabes. Como en las jarchas, la voz poética es también la de una
mujer que canta y lamenta la ausencia de su amado (las cantigas de amor o
maldecir anteriormente descritas en el punto 2.3.2. no manifestaban esta voz
femenina, ya que era el trovador el que cantaba). Esto permite atisbar un fondo
lírico común peninsular al que pertenecerían, con sus diferencias evidentes,
tanto las jarchas como las cantigas de amigo galaico-portuguesas.
- Pero las conservadas están escritas por
hombres. Por ejemplo, el rey Denís de Portugal o Martín Codax.
- Con respecto a la técnica
poética, las cantigas de amigo se caracterizan por la repetición de la misma estructura oracional. Esta
técnica se lleva a cabo gracias a dos recursos: el paralelismo y el leixa-pren.
1.4. POESÍA CASTELLANA DEL SIGLO XV
En el siglo XV se ha extinguido por
completo el Mester de clerecía, y los juglares ofrecen otro tipo de poesía que
el público prefiere a los largos cantares de gesta: los romances, que veremos
más adelante. Junto a estos, se desarrolla en los palacios otro tipo de lírica
destinada a lectores y oyentes cultos, que llamamos POESÍA CORTESANA
(cancioneril o de cancionero, porque se ha conservado en varias recopilaciones
o cancioneros, como el Cancionero de Baena, el más famoso de todos).
1.4.1. CARACTERÍSTICAS:
- Se trata de una poesía
cortesana, desarrollada en general en torno a las cortes de los nobles y reyes.
Es aquí donde se empieza a fraguar un ideal de caballero que tendrá su máximo
auge en pleno Renacimiento.
- La poesía cancioneril se puede
situar, desde el punto de vista cronológico, entre el Cancionero de Baena, colección de poemas pertenecientes a los
reinados de Juan I, Enrique III y Juan II y el Cancionero general de Hernando del Castillo (primer cancionero
impreso, en 1511).
- Los temas tratados: Los poetas
cancioneriles tratan temas de amor, de burlas o de tipo mundano (como al
ocuparse de temas muy solemnes).
- Actitud del poeta: Más que
expresar sus sentimientos, los poetas, en general, se lucen en los salones
exhibiendo su ingenio mediante un empleo artificioso del lenguaje.
- Forma de la poesía cancioneril:
Los poetas de cancionero utilizan principalmente dos formas métricas:
a) Versos cortos (octosílabos) para temas de
amor, debates, elogios, sátiras y burlas.
b) Versos de arte mayor castellano, con medida
variable entre 14 y 16 sílabas. El arte mayor se consagraba a temas graves de
historia, doctrina, religión, etc.
1.4.2. PRINCIPALES POETAS
Hay que destacar sobre todo a tres
grandes poetas: El Marqués de Santillana, Juan de Mena y Jorge Manrique.
- Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana (1398-1458): Fue
un noble importante que intervino de forma activa en la vida política del
reinado de Juan II. Pero le importaron también los estudios y las letras, a
tenor de lo que sabemos de su biblioteca, conservada en la actualidad en la
Biblioteca Nacional.
Escribe poesía siguiendo los dos
registros formales de la poesía de cancionero, es decir, en verso corto,
especialmente recordado por sus serranillas, y en verso de arte mayor, con un
gran poema titulado La comedieta de Ponza.
Otra faceta que encontramos en este poeta es su aproximación al mundo italiano
con sus Sonetos fechos al itálico modo:
cuarenta y dos sonetos que tratan de introducir por vez primera en España el
soneto como estrofa y el verso endecasílabo, característicamente italianos y no
empleados por nuestros autores hasta entonces; pero fue un intento fallido, ya
que nuestra lírica ni los lectores estaban preparados para tan radical innovación.
La aclimatación del soneto y del endecasílabo en España se producirá más tarde,
en el siglo XVI, con Garcilaso de la Vega.
- Juan de Mena: Cordobés 1411-1456), fue
secretario de Juan II. Su poema principal es el titulado Laberinto de Fortuna o Las trescientas (por tener casi este número
de estrofas). Es la obra más importante escrita en el arte mayor castellano.
- JORGE MANRIQUE: Es el poeta más importante del reinado de los Reyes
Católicos, hijo de don Rodrigo, defensor de los derechos de Isabel la Católica
al trono, frente a la Beltraneja que se los disputaba. Al fallecer este, Jorge
escribió el maravilloso poema elegíaco que los ha inmortalizado a ambos: las Coplas a la muerte de su padre. Es
autor, además, de varios poemas cancioneriles escritos en versos cortos
(octosílabos) inspirados en la moda cortesana de la época (temas amorosos,
burlescos y morales).
Coplas a la muerte de su padre:
a) Frente a esta lírica de convenciones
cortesanas que se produce en el siglo XV de manera generalizada, las Coplas a
la muerte de su padre sobrecogen todavía al lector actual: los sentimientos
afloran por encima de los tópicos.
b) Forma: Se trata de un poema elegíaco
compuesto en cuarenta estrofas (coplas de pie quebrado, de 12 versos).
c) Contenido: las Coplas se pueden dividir en
cuatro partes: 1) Fugacidad de la vida e insensatez de lo mundano. 2) Grandes
personajes contemporáneos que, a pesar de ser importantes, mueren. 3) Evocación
de hechos notables. 4) Muerte de don Rodrigo. A través de estas cuatro partes,
el poema sigue una línea de lo general a lo particular (la muerte se presenta
desde un punto de vista general, para terminar particularizándose en el padre
del poeta)
d) El tiempo y su inevitable curso, la fortuna
y la muerte son temas que atraen a los poetas del momento. Ambas se superan
gracias a la aceptación y resignación cristianas. En el poema la muerte es
aceptada; pero se acepta sobre todo si la muerte ocurre tras una vida digna.
Por otra parte, dos vías se abren para aquel que vive y muere en paz: el
paraíso prometido por la religión cristiana y la tercera vida, la de la fama
(grata al hombre renacentista). De esta manera, Jorge Manrique logra, gracias a
su poema, que el gran varón que fue su padre permanezca en el recuerdo.
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