La política,
señores —sigue hablando
Mairena—, es una
actividad importantísima… Yo no os
aconsejaré nunca
el apoliticismo, sino, en último término, el desdeño de la política mala que
hacen
trepadores y
cucañistas, sin otro propósito que el de obtener ganancia y colocar parientes.
Vosotros debéis
hacer política,
aunque otra cosa os digan los que pretenden hacerla sin vosotros, y,
naturalmente, contra
5 vosotros. Sólo
me atrevo a aconsejaros que la hagáis a cara descubierta; en el peor caso con
máscara
política, sin
disfraz de otra cosa; por ejemplo: de literatura, de filosofía, de religión.
Porque de otro modo
contribuiréis a
degradar actividades tan excelentes, por lo menos, como la política, y a
enturbiar la política
de tal suerte que
ya no podamos nunca entendernos.
Y a quien os eche
en cara vuestros pocos años, bien podéis responderle que la política no ha de
ser,
10 necesariamente,
cosa de viejos. Hay movimientos políticos que tienen su punto de arranque en
una
justificada
rebelión de menores contra la inepcia* de los sedicentes** padres de la patria.
Esta política,
vista desde el barullo
juvenil, puede parecer demasiado revolucionaria, siendo, en el fondo,
perfectamente
conservadora.
Hasta las madres —¿hay algo más
conservador que una madre?— pudieran
aconsejarla con
15 estas palabras: “Toma
el volante, niño, porque estoy viendo que tu papá nos va a estrellar a todos —de
una vez— en la cuneta del camino”. (Antonio
Machado, Juan de Mairena.)
*inepcia: ineptitud, falta
de aptitud o capacidad.
**sedicente: dicho de una persona, que se da
a sí misma tal o cual nombre, sin convenirle el título o condición que se
atribuye.
CUESTIONES
1. Haga un comentario de texto del
fragmento que se propone contestando a las preguntas siguientes:
a) Enuncie el tema (0,5 puntos);
La necesaria participación de los jóvenes en la política.
b) detalle las características
lingüísticas y estilísticas del texto (1,25 puntos);
Es un texto argumentativo, que tiene estructura deductiva, ya
que la tesis va al comienzo del texto (la
política es una actividad importantísima, línea 1). Machado va argumentando
con razonamientos esta idea inicial, básicamente con argumentos de
generalización, mezclados con los de experiencia personal, con el fin de dar
mayor validez a las ideas que está desarrollando: “¿hay
algo más conservador que una madre?” (línea 13).
En cuanto a su estructura, el texto se puede dividir en dos
partes: la primera parte es la primera oración, hasta “importantísima”, siendo
la idea principal del texto, la tesis; la segunda parte es el resto del texto,
que lo podemos dividir en dos subapartados: el primero de ellos sería el resto del primer párrafo, desde “yo” (línea
1) hasta “entendemos” (línea 9), en donde se habla de los consejos y
advertencias para que actúen en política los jóvenes; la segunda subparte es el
segundo párrafo (líneas 9-15), en donde argumenta que no es necesario ser viejo
para actuar en política, y que hay que salvar a la patria.
Destaca el uso de un vocabulario estándar-culto, ya que va
alternando palabras relativamente normales como “parientes” (línea 3), “política”
(línea 8) o “papá” (línea 14), junto a otras que indican el carácter literario,
y por tanto culto, del texto como “apoliticismo” (línea 2), “desdeño” (línea 2),
“inepcia” (línea 11) o “sedientes” (línea 11), alguna de ellas comentadas a pie
de página. El texto, por tanto, va dirigido a un lector de algo más de mediana
cultura.
El texto tiene rasgos conversacionales, propios de la charla
que se plantea. Hay un tratamiento del tuteo pos parte del emisor (autor) al
receptor (lector), ya que utiliza palabras y expresiones como “no os aconsejaré”
(línea 1), “a quien os eche en cara” (línea 9), a pesar de que había utilizado
anteriormente el vocativo “señores” (línea 1). Por otra parte, la relación
entre el autor y el lector es claramente asimétrica, ya que el autor nos va “guiando”
en todo momento por el tema de la intervención de la política.
Respecto a las funciones lingüísticas en el texto, la más
importante es la representativa o referencial, que el autor utiliza para
expresar las distintas ideas que quiere dar sobre este tema: “La política […] es una actividad
importantísima” (línea 1) o “Hay
movimientos políticos que tienen su punto de arranque en una justificada
rebelión de menores contra la inepcia de los sedicentes padres de la patria” (línea
10). La función conativa o apelativa, característica en la argumentación, aparece
en cuanto a que el texto puede influir sobre los receptores, en este caso los jóvenes:
“Yo no os aconsejaré nunca el
apoliticismo, sino, en último término, el desdeño de la política mala que hacen
trepadores y cucañistas, sin otro propósito que el de obtener ganancia y
colocar parientes” (líneas 1-3) o “Sólo
me atrevo a aconsejaros que la hagáis a cara descubierta…” (líneas 5-6). Por
último, también tenemos la presencia de la función poética o estética, con la
aparición de alguna figura retórica que marca ese carácter literario que posee
el texto: la interrogación retórica “¿hay
algo más conservador que una madre?”(línea 13), que es una pregunta que
intenta reforzar la argumentación del autor; igualmente, podemos tomar el
ejemplo de la “conducción del niño”
(l.14-15) como una metáfora referida al gobierno del país; así como la metáfora
“padres de la patria” (línea 11), de
claro significado.
En cuanto al plano morfosintáctico, el texto presenta
un orden lógico en la mayoría de las oraciones: “La política, señores —sigue hablando Mairena—, es una actividad
importantísima…” (línea 1) o “Hay
movimientos políticos que tienen su punto de arranque en una justificada
rebelión de menores contra la inepcia de los sedicentes padres de la patria”
(línea 10). Esto demuestra que el autor quiere presentar las ideas de una forma
sencilla y clara para los lectores-oyentes del texto. Predominan las oraciones
enunciativas, ya que es un texto donde se presentan una serie de ideas sobre el
tema de la política, y el tono enunciativo es el más adecuado para lograrlo;
solamente se rompe con la presencia de una oración interrogativa en la línea
13, que ya hemos dicho pretende reforzar y hacer evidente el pensamiento del
autor. En cuanto al uso de las formas verbales, nos encontramos con uso
abundante de presente de indicativo “atrevo”
(línea 5), aunque la mayoría de ellos tiene el valor de presente con valor
atemporal o gnómico, propio de las máximas o enseñanzas que pretende dejarnos: “es” (l.1), “hacen” (l.2), “hay”
(l.10) o “tienen” (l. 10). Reserva las formas del futuro para los consejos a
los jóvenes: “aconsejaré” (l. 1), “contribuiréis” (l. 7); mientras que usa
las perífrasis verbales “debéis hacer”
(l. 3-5), “puede parecer” (l. 12)
para expresar hechos probables en su realización. El autor utiliza la 1ª
persona del singular para referirse a sí mismo y así dar su visión personal del
asunto: “aconsejaré” (l. 1) o “atrevo”
(línea 5). Respecto al uso de oraciones, tenemos oraciones breves y poco
complejas. Hay oraciones coordinadas: “los
que pretenden hacerla sin vosotros, y, naturalmente, contra vosotros”
(líneas 4-5), “Yo no os aconsejaré nunca
el apoliticismo, sino, en último término, el desdeño de la política mala que
hacen trepadores y cucañistas” (línea 1-3) o “obtener
ganancia y colocar parientes” (línea 3); así como ejemplos de subordinación: “Vosotros debéis hacer política, aunque
otra cosa os digan los que pretenden hacerla sin vosotros” (líneas 3-4) o “Esta
política, vista desde el barullo juvenil, puede parecer demasiado
revolucionaria, siendo, en el fondo, perfectamente conservadora” (líneas
11-13). En este sentido, la combinación de coordinación y subordinación es otro
ejemplo más de la fusión entre lo coloquial y lo culto.
En el plano
léxico-semántico, el autor utiliza, sobre todo, un léxico connotativo, que
responde al carácter literario del texto y a la visión subjetiva del autor.
Así, expresiones como “a cara descubierta”
(línea 5), “sin disfraz de otra cosa” (línea
6), “pocos años” (l. 9) o “viejos” (línea 10), colocan en este
texto un valor distinto a lo que significan normalmente, ya que Machado los
utiliza referidos a la política. Tenemos una isotopía léxica, es decir, la
palabra más usada en el texto, que no podría ser otra que “política” (líneas 1, 2, 4, 7, 8, 9 y 11). Hay también una isotopía
semántica, en relación al campo semántico referido a las “ciencias sociales” o “disciplinas
referidas al ser humano”; así, además de política,
tenemos palabras como “literatura”, “filosofía” y “religión”, todas ellas en la línea 6. Además, hay abundancia de
verbos de pensamiento o voluntad, frente a los de acción, lo cual es lógico en
un texto que nos va mostrando una serie de reflexiones: “aconsejaré” (línea 1), “debéis
hacer” (línea 3), “digan” (línea
4), “podéis responderle” (línea 9).
Debido a la, ya indicada visión subjetiva del texto, son frecuentes los
sustantivos abstractos: “política”
(línea 1), “actividad” (línea 1), “apoliticismo” (línea 2), “rebelión” (línea 12), que nos informas
sobre las ideas o conceptos que el autor quiere transmitirnos. Los adjetivos
calificativos especificativos, así como los complementos del nombre, que
acompañan a los sustantivos nos introducen una valoración positiva o negativa
de las cosas según la visión subjetiva del autor: “actividad importantísima” (línea 1); “política mala” (línea 2); “máscara
política” (línea 5-6); “sedicentes
padres de la patria” (línea 11) o “barullo
juvenil” (línea 12). Podemos destacar algunos recursos que sirven para dar
coherencia y cohesión al texto, como el uso de elementos anafóricos como “hacerla” (línea 4); “la hagáis” (línea 5); “responderle” (línea 9); “aconsejarla” (línea 14).
Igualmente, pero
ya dentro del plano textual, sirven para dar coherencia y cohesión al texto la
presencia de una serie de marcadores discursivos a lo largo del texto. Aparece
frecuentemente el conector aditivo “y”
(líneas 3, 4, 7 y 9) con la intención de sumar las ideas que quiere transmitir
el autor, sobre todo uniendo el primer y el segundo párrafos. Además, aparecen
los conectores contraargumentativos u opositivos “sino” (línea 2) o “aunque” (línea 4), que buscan matizar y aclarar
las ideas del autor. Hay también algún elemento deíctico espacial en “último término” (línea 2) o “punto de arranque” (línea 10), que buscan
explicar mejor las ideas de Mairena. Por último, señalamos la deixis personal,
con demostrativos y posesivos, en expresiones como “esta política” (línea 11), “estas
palabras” (línea 14) o “tu papá”
(línea 15), que intentan visualizar los juicios del autor.
c) indique qué tipo de texto es (0,25
puntos).
Aunque pueda parecer un texto literario, el fragmento que
comentamos es más propio de las disciplinas humanísticas y del ensayo, ya que
se trata de una reflexión que realiza Juan de Mairena (filósofo inventado por
Antonio Machado, que se convierte en su alter ego) en torno a un tema social,
como es el de la participación de la juventud en la sociedad y la política. Es un
texto que se construye con elementos más propios de los textos ensayísticos
(exposición y argumentación) que de los textos literarios (no hay narración, ni
descripción, el diálogo no es relevante). El texto tiene forma de charla o
tertulia, con el fin de desarrollar una serie de ideas o principios de carácter
filosófico y sociológico.
2. Redacte un resumen del contenido
del texto. (1 punto)
Mairena considera la política como una actividad vital, por
lo que anima a los jóvenes a intervenir en ella activamente, sin degradarla, a
fin de que todos podamos entendernos. Para él, la política es cosa de todos. La
rebelión de los jóvenes contra los malos políticos para salvar al país no es
algo revolucionario, sino necesario e, incluso, conservador.
3. Elabore un texto argumentativo
sobre la importancia de que los jóvenes participen en la vida pública.
(1 punto)
Los jóvenes, tradicionalmente, siempre han mostrado un papel
activo a nivel social, y también político. Pertenecen a un sector de la
sociedad “desfavorecido”, en el sentido de que les toca jugar un papel
secundario en el engranaje de un país y tienen bastantes menos oportunidades
que otros. Se ha cumplido un año de la “lección” que dieron al mundo, cuando,
en las plazas de infinidad de municipios, alzaron la voz ante las situaciones
de injusticia globalizada que se estaban y que se están cometiendo. En una
época de especial desconfianza hacia nuestros políticos, la juventud debería
asumir ese papel que, por desgracia, nuestros representantes parlamentarios no
realizan como es debido: el de regir los intereses de la nación. Aunque es muy
posible que ese espíritu de lucha, inconformismo y compromiso social se
suavice, e incluso se diluya, es absolutamente necesaria la presencia de
jóvenes en nuestra política, al menos es vital escuchar ideas nuevas y rejuvenecedoras.
4.a. Analice sintácticamente:
Toma el volante, niño,
porque tu papá nos va a estrellar en la cuneta del camino. (1 punto)
Grupo
oracional complejo formado por dos proposiciones:
·
Proposición
principal: Toma el volante, niño.
Oración predicativa, activa, transitiva; imperativa. Niño es un vocativo; el sujeto tú
está omitido. Toma es el NV y el volante es CD.
·
Proposición
subordinada adverbial causal, respecto a la PP, como complemento oracional: porque tu papá nos va a estrellar en la
cuneta del camino. Oración predicativa, activa, transitiva; enunciativa
afirmativa. Porque nexo (sin función);
tu papá es el sujeto; nos va a estrellar en la cuneta del camino
es el predicado; la perífrasis verbal va
a estrellar es el NV; nos, CI; en la cuneta del camino, CC Lugar.
4.b. Analice la estructura morfológica
de apoliticismo y de enturbiar, e indique a qué categoría
gramatical o
clase de palabras pertenece cada una.
(1 punto)
· Apoliticismo: a-, morfema derivativo prefijo;
-politic-, lexema; -ic-, morfema derivativo sufijo; -ismo, morfema derivativo
sufijo.
Es una
palabra derivada. Aunque la combinación lexema+sufijos no aparezca en el DRAE,
la palabra politicismo viene recogida en otros diccionarios, como el Vox, con
esta definición: “Tendencia a politizar: en
la universidad de la época predominaba la mediocridad, el politicismo y la
grave limitación de la libertad”. Al no estar avalada por la RAE, se puede
hablar de palabra parasintética.
Es una
palabra variable, en cuanto que es un sustantivo; común, abstracto, no
contable, masculino y singular.
· Enturbiar: en-, morfema derivativo prefijo;
-turbi-, lexema; -a-, morfema flexivo/vocal temática; -r, morfema derivativo
sufijo (para muchos, flexivo).
Es una
palabra parasintética. No existe en la lengua ni la combinación prefijo+lexema,
ni lexema+sufijo.
Es una
palabra variable, en cuanto a que es un verbo; infinitivo simple (forma no
personal).
4.c. Explique el significado que
tienen en el texto colocar parientes
y a cara descubierta. (1 punto)
·
Colocar parientes hace referencia al hecho, demasiado habitual, en el que los políticos,
haciendo uso de su cargo de poder, poner en puestos de trabajo a familiares y
amigos.
·
A cara descubierta es una locución adverbial que significa sin disimulo, abiertamente y con
franqueza.
5.a. El teatro español posterior a
1939. (2 puntos)
·
Durante
los 40 y parte de los 50. El panorama teatral de la España de la inmediata
posguerra es bastante pobre. Limitaciones: autores desaparecidos o en el exilio
y condicionamientos comerciales e ideológicos (censura).
a)
Domina un tipo de alta comedia en la línea del teatro benaventino, donde
predominan las comedias de salón o los dramas de tesis, a veces con una crítica
amable de costumbres y lacras morales, unida a una defensa de los valores
espirituales tradicionales. Preocupación por la obra “bien hecha”, con un
diálogo cuidado y elegante, dentro de estructuras escénicas consagradas, aunque
a veces con discreta utilización de técnicas nuevas. Autores: José Mª Pemán,
Juan Ignacio Luca de Tena, Claudio de la Torre, Joaquín Calvo Sotelo, José
López Rubio y Víctor Ruíz Iriarte.
b)
Teatro cómico. Humor intelectual, próximo a las comedias del absurdo.
Las situaciones inverosímiles y los diálogos regidos por una lógica poco
corriente entrevén ciertas dosis de amargura. Autores: Enrique Jardiel Poncela,
Miguel Mihura*, Alfonso Paso...
c)
Teatro existencial. Teatro “distinto”, inconformista y preocupado. Dos
fechas: en 1949 se estrena Historia de una escalera de A. Buero Vallejo y en
1953 Escuadra hacia la muerte de Alfonso Sastre.
·
Teatro
realista y social (mediados de los 50 – 60). Disconformidad con el sistema
vigente, con dos formas distintas de entender la protesta: política, en el caso
de Alfonso Sastre*; social, en el caso de Antonio Buero Vallejo*. Otros
autores: José Mª Rodríguez Méndez, Carlos Muñiz, Lauro Olmo, José Martín
Recuerda…
·
Teatro
poético de Alejandro Casona* y, posteriormente, Antonio Gala.
·
Teatro
experimental (décadas de los 60 y 70). Nueva vanguardia. Superación del
realismo como sucede con otros géneros. Asimilación de las corrientes nuevas y
experimentales del teatro europeo: del teatro del absurdo a las propuestas más
avanzadas, pasando por Brecht o Artaud. Autores: José Ruibal, Francisco Nieva,
Fernando Arrabal, Luis Riaza...
·
Teatro
independiente (décadas de los 70 y 80). Grupos que viven al margen de las
cadenas establecidas en el mundo del espectáculo, como los antiguos cómicos de
la legua. Síntesis de lo experimental y lo popular: Els Joglars, Los Goliardos,
Aquelarre...
·
·
Últimos
dramaturgos (décadas de los 80 y 90). José Sanchís Sinisterra, José Luis Alonso
de Santos, Fermín Cabal, Fernando Fernán Gómez...
5.b. Sitúe en su contexto histórico y
literario la obra de la primera mitad del siglo XX (anterior a 1939) que
haya leído (1 punto)
El árbol de la ciencia, de Pío Baroja (Fuente: Alberto Juan,
del IES Luis Rosales de Móstoles)
A comienzos del Siglo XX se produce un aumento del público
lector, gracias a colecciones de novelitas que inicio Eduardo Zamacois con El
Cuento Semanal. Aunque todavía perviven continuadores del Realismo-Naturalismo,
un nuevo movimiento estético, conocido después como Modernismo y Generación del
98, pretende renovar la sociedad y la literatura. Esta actitud inconformista es
la que se muestra en el Manifiesto de los tres firmado por Ramiro de Maeztu,
José Martínez Ruiz "Azorín" y Pío Baroja, grupo del que sobresale
nuestro autor como novelista.
Tiene una producción muy amplia, que agrupó en trilogías.
Destaca entre ellas “La lucha por la vida” formada por La busca, (donde retrata las clases medias y bajas de la sociedad
madrileña), Aurora Roja y Mala hierba. Además, debemos citar los
22 volúmenes de una larga novela histórica, Memorias
de un hombre de acción, basada en la vida de un antepasado suyo, Eugenio de
Aviraneta. El árbol de la ciencia, de
1911, se incluye en la trilogía “La Raza” junto con La dama errante y La ciudad
de la niebla.
La obra recoge bastantes aspectos de la vida del propio autor
sin llegar a ser biográfica. Es una novela típicamente noventayochista que
refleja la crisis existencialista y vital de un joven estudiante de medicina,
Andrés Hurtado, cuyas dolorosas experiencias vitales lo conducirán finalmente
al suicidio tras la pérdida de su mujer y su hijo.
Baroja afirmaba que lo novela era un “cajón de sastre” donde
cabía todo. Lo podemos comprobar en la estructura de la novela, dividida en dos
partes simétricas (I-III y V-VII) separadas por una larga conversación
filosófica entre el protagonista y su tío, el doctor Iturrioz, donde se deja
entrever toda la influencia de Schopenhauer(IV). Por ello, esta parte me ha
resultado más difícil de leer. El resto resulta entrenido y ameno y muy fácil
de seguir gracias a su estructura lineal, aunque haya ralentizaciones y
aceleraciones.
El hilo conductor es siempre el personaje central, al que
seguimos en su periplo por la geografía española (Madrid, Alcolea del Campo
–inventado-, huerta de Valencia, …) que Baroja aprovecha para criticar los
aspectos más denigrantes: política, medicina, sociedad, sexo, etc… El carácter
tremendamente pesimista de Andrés nos puede hacer creer que la crítica vaya más
allá de la realidad, aunque probablemente el atraso de España fuera cierto,
pues el narrador se muestra casi siempre bastante objetivo.
Los personajes, numerosísimos como en casi todas sus novelas,
están tratados también bajo la misma óptica, por lo que se hacen bastante antipáticos,
a excepción de su tío Iturrioz y de Lulú. Este último especialmente me ha
parecido de gran modernidad, casi el contrapunto de doña Paquita, de El sí de
las niñas, pues tiene muy claro que quiere ser independiente y trabajar, aunque
en las mujeres no estuviera bien visto todavía.
El estilo de Baroja me ha resultado sencillo y claro (no el
capítulo IV) con abundancia de frases cortas, descripciones impresionistas y
mucho diálogo.
La novela me ha gustado bastante, aunque el trágico final me
parecido me ha parecido sobrecogedor. En dos páginas, el parto de Lulú, el niño
que nace muerto, la muerte de Lulú a los tres días, la visita de Iturrioz,
puntos suspensivos, el suicidio de Andrés.
Nadie, o casi nadie (¿quizás algunos vagabundos?) es apolítico. La política abarca demasiadas cosas como para serlo, o casi. Y en la vida hay que posicionarse ante muchos temas y el no posicionarte, en cierto modo, también es una forma de hacerlo. Cuestión de palabras. Otra cosa es ser apartidario. Otra cosa es que no te interese el polítiqueo. Otra cosa es que vivas lo más al margen que puedas.
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