lunes, 26 de diciembre de 2011

Tema 3 (pregunta 5 de Selectividad) - La novela realista y naturalista en el siglo XIX


Aunque es una corriente estética que afectó a todas las artes  y géneros literarios, el realismo tiene en la novela su manifestación más característica. La novela realista puso freno a la fantasía. Los autores realistas pretendían narrar una historia posible ambientada en lugares conocidos y observados previamente. El objetivo del escritor era crear la ilusión de realidad mediante las descripciones minuciosas de lugares exteriores e interiores, la caracterización de los personajes  atendiendo a aspectos externos y psicológicos, y el decoro en el uso del lenguaje, esto es, el empleo de una lengua viva, acorde al personaje, con coloquialismos, voces populares o regionales  y hasta jergales.
La narración suele ser lineal y cerrada. Es frecuente el uso de un narrador omnisciente que interviene de manera constante en el relato enjuiciando hechos y personajes con intención satírica o moralizadora. Se observa también el empleo de técnicas narrativas que aproximan la novela realista al relato moderno: la presentación indirecta de los personajes, es decir, a partir de su comportamiento y su discurso, el estilo indirecto libre y  el monólogo, con el que el autor se adentra en la conciencia de los  personajes. Los conflictos de la sociedad de su tiempo constituyen la fuente principal de temas tratados en la novela realista: el contraste entre la vida urbana y el campo, los vicios y defectos de la burguesía, la miseria de ciertos individuos o lugares, el enfrentamiento ideológico por cuestiones religiosas o políticas, etc.
 
Dos tendencias se pueden observar en la novela realista española:

·         Una conservadora, con escritores  como Fernán Caballero (seudónimo utilizado por Cecilia Bölh de Faber, La gaviota), Pedro Antonio de Alarcón (El sombrero de tres picos), y José Mª de Pereda (Peñas arriba). Tratan en sus novelas temas  relacionados con un mundo rural idealizado, al que todavía no han llegado el progreso ni los males de la civilización; un mundo en el que todo lo malo procede de fuera, la cultura produce desasosiego y la fe religiosa aparece como vía de salvación.
·         Juan Valera representa una actitud intermedia entre las dos tendencias. Su realismo se caracteriza por la búsqueda del conocimiento de la personalidad humana, y sus novelas indagan sobre todo en la condición de la mujer (como, por ejemplo sucede en Madame Bovary de Flaubert). Entre sus obras, Pepita Jiménez.
·         En la otra tendencia podemos encuadrar a Galdós y a Clarín, partidarios de un realismo crítico que toma del mundo urbano preferentemente sus temas  y aborda el relato con la creencia en el progreso social humano como consecuencia  de la educación y la cultura. 
  
Benito Pérez Galdós es autor de una  extensa producción narrativa y teatral, de más de cien títulos. Destacan:

 -  Episodios nacionales, 46 novelas históricas que relatan hechos del pasado nacional reciente comprendidos entre los últimos años del reinado de Carlos IV y la Restauración. La documentación sobre los hechos referidos y la objetividad son los rasgos característicos de esta nueva novela histórica, muy diferente, por tanto, de la romántica.
 - Novelas de tesis: son las novelas de la 1ª  época, que inicia con  La fontana de oro. El argumento y los personajes de estas obras quedan sometidos a las ideas del autor, que trata de ejemplificarlas y justificarlas con la historia narrada y con los personajes arquetípicos que utiliza y que representan actitudes y valores (la tradición frente al progreso y el liberalismo). Destaca Doña Perfecta.
 - Novelas españolas contemporáneas: ciclo de novelas que inicia con  La desheredada y con el que trazó un fresco del Madrid y de la España de la época, con sus ambientes sociales, formas de vida, tipos,  etc. Galdós pretendió realizar un análisis profundo de la realidad. Los personajes son más complejos. Su comportamiento se relaciona con el medio social, la herencia biológica y la psicología. Emplea nuevas técnicas narrativas, como el estilo indirecto libre, el monólogo o el estilo teatral. Un título destacado de esta serie es Fortunata y Jacinta.
- Novelas espirituales: en sus últimas novelas, muestra un profundo interés por temas morales y espirituales; se acentúa el idealismo de los personajes y pierde importancia la descripción de la realidad. Títulos: Nazarín y Misericordia.
 
Leopoldo Alas “Clarín” ensayista, crítico literario, gran cultivador del relato corto (Pipá, Doña Berta, Adiós, cordera …), es el  autor de la novela más importantes del siglo XIX, La Regenta,  novela que presenta el vasto panorama social de una ciudad de provincias, Vetusta (Oviedo), en la que está representada la sociedad española de la Restauración.
La historia es la crónica del adulterio de Ana Ozores, joven esposa del regente de la Audiencia Provincial, mujer sensible e imaginativa que busca en un medio hostil, como lo es la ciudad de Vetusta, el amor ideal, la felicidad, la plenitud. El modelo de Madame Bovary es innegable. Destacan en la novela la caracterización psicológica de los personajes, siempre en relación con el medio y la sociedad, y el empleo del estilo indirecto libre, utilizado por el autor para adentrarse en la vida interior de sus criaturas.
 
El naturalismo en la novela española.
 La influencia de la novela naturalista, impulsada principalmente por Émile Zola, que proponía aplicar el método científico a la literatura —la descripción y análisis del comportamiento humano en función de los factores que lo determinan: el medio natural y social, el momento histórico y la herencia biológica—, es apreciable en las obras de estos dos grandes novelistas españoles. La recepción del naturalismo francés fue crítica, sin embargo, en España. Emilia Pardo Bazán  planteó en  La cuestión palpitante, título en el que recogió diversos artículos publicados en periódicos sobre el Naturalismo, su rechazo del determinismo y del tratamiento de asuntos y situaciones desagradables, a los que tan inclinado era Zola, al tiempo que elogiaba del escritor francés la observación minuciosa y la calidad literaria de su obra. Los pazos de Ulloa y su continuación La madre naturaleza son dos de las obras de esta escritora gallega  en que se puede apreciar la aplicación de elementos y técnicas propias del Naturalismo. 
El otro gran autor naturalista en España fue el valenciano Vicente Blasco Ibáñez .El regionalismo de Blasco Ibáñez no ofrece una visión amable de su país, sino que presenta los conflictos sociales de la huerta y la ciudad con toda su crueldad, utilizando la técnica naturalista para exponer con dureza el problema. Entre sus obras: Cañas y barro, La barraca, Entre naranjos...

4 comentarios:

  1. Está genial, muchas gracias!

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  2. Simplemente indicar una falta ortográfica cuando mencionas a Madame Bovary. Está muy bien, muchas gracias.

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    1. Gracias por la advertencia; Madame Bovary aparece escrito dos veces, y una de ellas mal. Error corregido. Gracias, de nuevo.

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