Un edificio de 400 años acoge el centro que será biblioteca y centro de investigación
ANTONIO JIMÉNEZ BARCA Lisboa 12 JUN 2012 - El País
Pilar del Río, compañera sentimental de Saramago, en la fundación del escritor, en Lisboa. / FRANCISCO SECO |
En el corazón de Lisboa, en el Campo das Cebolas, en la Baixa, al pie de la Alfama, mirando al estuario del Tajo, se yergue la Casa dos Bicos, un viejo y hermoso edificio lisboeta que en su historia de más de 400 años albergó casi de todo en esta ciudad: desde un palacete de príncipe a un almacén de bacalao o un conjunto de dependencias municipales. A partir de hoy, cedido por el Ayuntamiento de Lisboa, será la sede de la Fundación Saramago, el lugar desde el que se pretende que irradie el espíritu del único escritor de lengua portuguesa con un Nobel de literatura.
Su compañera sentimental, la escritora y periodista Pilar del Río, alma de la fundación, explicaba el lunes —entre el olor de Mistol de las últimas limpiezas y los cartones de los últimos embalajes— lo que quiere que sea esta fundación: "No va a ser una institución literaria, preocupada de la obra de Saramago: para eso están las editoriales. Queremos que esto sirva para lo que Saramago concibió sus libros: para desasosegar. Para pensar, para lanzar ideas...".
Será, pues, un centro cultural sui generis, que gozará de actividades puntuales desde septiembre. Pero también será una biblioteca y un lugar de investigación donde se almacenan los originales, las pruebas, la correspondencia y las notas del autor portugués. Hoy, coincidiendo con la inauguración oficial, se abre al público una exposición, titulada A semente e os frutos, que muestra el recorrido vital de Saramago: desde sus fotos de infancia a sus minuciosas agendas en las que, allá por los setenta, apuntaba las horas de las reuniones de las células comunistas.
El edificio también cuenta con el despacho que iba a ser de Saramago —quien, fallecido hace dos años, en plena ejecución de las obras, jamás llegó a utilizar— y la recreación del viejo despacho donde el escritor, en una máquina de escribir Hermes, redactó sus primeros libros.
Hay fotos, dibujos, ediciones de sus libros, ediciones de los cientos de traducciones, entrevistas al escritor, películas. Pero Pilar del Río pretende convertir este edificio con nombre propio en algo vivo, en un latido de la misma ciudad que bombee compromiso con la vida y la sociedad. "La palabra que más se repite por aquí es responsabilidad", explica. Durante este mes la entrada será gratis. Después costará tres euros para los portugueses y cinco para los extranjeros. "Yo estoy contra la cultura del gratis total. No por el dinero. No. A mí me gustaría que existiera el trueque. Pero si no existe, es mejor así. Por responsabilidad, también, para que todo el mundo contribuya a sufragar esto, que vivirá sin subvenciones, gracias a los derechos de autor de Saramago y a algunas empresas que nos apoyan".
Sede la Fundación José Saramago. / FRANCISCO SECO |
Frente al edificio, en la plaza, debajo de un olivo traído de su tierra reposan los restos del escritor. Él, que no llegó nunca a ver la obra arquitectónica terminada, quiso quedarse para siempre cerca de la Casa dos Bicos, del señorial edificio que de joven miraba con asombro en sus primeros paseos por Lisboa. Pilar del Río lo recuerda: "Él decía que todo escritor sueña algún día con el Nobel porque, quiérase o no, es una cosa que pasa. Y añadía que lo que nunca soñó fue en habitar la Casa dos Bicos”.
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