Con la palabra rescate, aquello que se recupera o se libera de un peligro o daño se introduce con la preposición de y no a, por lo que se recomienda hablar de rescate de la banca en lugar de rescate a la banca.
En las noticias sobre las ayudas de la Unión Europea a los bancos españoles no es raro ver el uso de la preposición a, como en los siguientes ejemplos: «El Eurogrupo supedita el rescate a la banca al compromiso de España con el déficit» o «El rescate a los bancos se coloca como tema de moda en Twitter».
Aunque con el verbo rescatar se usa la preposición a, con el sustantivo rescate lo apropiado es emplear de («rescate de la banca»), tal como se señala en el Diccionario de uso de las preposiciones españolas, de Emile Slager.
Así, de igual modo que se habla, por ejemplo, del rescate de unos mineros o de un submarino, lo apropiado en los ejemplos anteriores habría sido «rescate de la banca» y «rescate de los bancos».
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